Stupid Girl #2

Capítulo 20: Nott

Nott

— Hola profesor Snape — sonreí en su dirección apoyando mis manos sobre su escritorio. Noté como me miró de reojo, trazando una agresiva raya sobre un examen antes de seguir corrigiendo —. ¿Como está en esta tarde? Le traje café — deslicé una taza sobre la madera, animada —. Como le gusta: negro, fuerte y sin azúcar, por si no había tomado hoy.

— No te voy a pasar mi materia — avisó elevando una ceja despectivamente en mi dirección. Snape hablaba de forma pausada pero firme a su vez. Su voz era tan rasposa que parecía que habían pasado una lija por sus cuerdas vocales, cosa que llegaba hasta incomodarme un poco, pero después de tanto tiempo ya era normal.

— Oh, descuide — hice un gesto despreocupado con mi mano —. Hoy no vengo a rogar, solo tengo una consulta.

Me miró de arriba a abajo, afincando la elevación de su ceja.

— Tengo 5 minutos — dijo finalmente e hizo un gesto para que hablara mientras aceptaba el termo. Sonreí, satisfecha.

— Bien — saqué el frasco con la poción de mi túnica y la puse frente a él sin dar muchas vueltas  —. ¿Qué es esto?

Su rostro se tornó más serio y oscuro de lo que normalmente era, dándome a entender que se trataba de algo... interesante.

— ¿De donde lo sacaste? — preguntó lentamente, enderezando su rostro para verme mejor.

— No es importante...

— Yo le di al chico Riddle ese frasco — me hizo saber, obligándome a callarme —. Es de mi colección personal, Leblanc. ¿De donde lo sacaste?

Apreté los labios. Mierda.

— Lo saqué de su cuarto — decidí decir. Snape alzó las cejas, sin demostrar sorpresa realmente.

— ¿Y por qué sacaría de su cuarto una antídoto para la Amortentia, señorita?

Antídoto para la Amortentia. Anotado.

— En realidad el motivo es más tonto de lo que piensa — reprimí una risa —. Solo estaba curioseando y lo conseguí con otras dos pociones en una caja. Es todo.

Él no dijo nada por unos segundos. Terminó asintiendo lentamente, con un destello de desconfianza cruzar su mirada.

— Bien. Ya oíste que era. Si eso era todo, puede retirarase — dijo finalmente, volviendo a su semblante serio e inescrutable de siempre. Tomé la poción rápidamente y salí disparada de ahí, encontrándome a Pansy recostada a la pared del frente, girando su varita entre sus dedos de forma distraída.

— ¿Como te fue? — cuestionó alzando una ceja en mi dirección cuando me vio salir. Guardé el frasco en el bolsillo interno de mi túnica, suspirando y empezando a caminar hacia la sala común con ella detrás.

— Bueno, es antídoto para la Amortentia — repliqué, pensativa —. Tenemos que buscar a Daphne. Ahora que sabemos que es, entre más rápido se lo demos, mejor.

— No sé donde está — dijo.

— Pues búscala — exigí, volteando a verla —. Iré a mi habitación, buscaré mis apuntes y te veo en el gran comedor a la hora de la cena. Aprovecharemos que todos están ocupados y le daremos la pócima a Daphne para no meternos en problemas después si nos descubren — ordené, tratando de adelantarla para que no me cuestionara, pero se detuvo frente a mi, deteniendo mi paso