Stupid Girl #2

Capítulo 26: Draco

Draco

— ¡Addy! — escuché la voz de Hermione a mis espaldas. Cerré los ojos y tomé una profunda respiración antes de voltearme hacia ella con una sonrisa fingida, algo tensa por su cercanía.

— Her — la saludé, pretendiendo normalidad. No nos habíamos hablado desde que pasó lo nuestro, ya que me había aislado de todos hasta el día anterior; que fue mi situación con Pansy y Tom.

— Por Dios, ¿Estás bien? — preguntó abrazándome con fuerza —. Estaba tan preocupada por ti. Pensé que te había pasado algo — murmuró en mi oído y yo reí nerviosa, correspondiendo a su abrazo, aunque no tan efusivamente como ella.

— Estoy bien, Her. Descuida — murmuré de vuelta acariciando un poco su espalda.

— Me alegra saber que estás mejor — me dijo alejándose para verme y sonreír en mi dirección con sus ojos brillantes. Suspiré viendo a mi alrededor en lo que mordía mi labio inferior, indecisa. Me pareció un buen momento para que habláramos sobre lo que pasó entre nosotras, ya que no se nos había presentado la oportunidad de hacerlo, y tenía muchas preguntas en mente.

Lo había pensado bastante, y entre todo eso llegué a la conclusión de que podría darme la oportunidad para intentar algo con ella. Tal vez no un noviazgo, pero sería lindo... tener algo. Una amistad confusa, o un casi algo, pero no quería perder la oportunidad de poder estar con ella y tal vez sacar a Tom de mi cabeza.

— Her, creo que tú y yo deberíamos hablar — murmuré finalmente, viéndola vacilante. Ella asintió, prestándome especial atención.

— ¿Sobre qué? — preguntó.

— Sobre lo que pasó entre nosotras...

— ¿Que pasó entre nosotras? — me interrumpió inclinando su cabeza, luciendo totalmente confundida.

Parpadee.

— Eh, sobre nosotras — repetí, haciendo un ademán con mi mano —. Sobre lo que pasó ese día en mi habitación, ¿Ya lo olvidaste? — cuestioné sin entender.

Ella volteó a ambos lados, luciendo temerosa de que alguien nos escuchara y me tomó de la muñeca con algo de fuerza, viéndome suplicante.

— No tengo ni idea de lo que estás hablando — murmuró, viéndome directamente a los ojos.

Ahí lo entendí. Ella quería hacer como si nada hubiese pasado, y mordí mi labio inferior sintiéndome algo estúpida por haber pensado lo que había estado pensando respecto a lo nuestro.

— Oh — fue todo lo que alcance a decir, soltándola lentamente, algo incómoda y avergonzada.

— Lo siento — susurró, viéndome con lástima y compasión. Reí un poco, meneando la cabeza, haciendo como que no me importaba, ignorando el hecho de que odio que me sientan lastima.

— Está bien — le resté importancia con un gesto —. Descuida, Mione. Lo entiendo — le sonreí ligeramente, provocando que ella suspirara aliviada.

— Gracias — susurró en lo que su vista se desviaba por encima de mi hombro — ¡Hey, chicos, miren quién salió de la cueva! — exclamó risueña, otra vez como si nada.

Auch, pensé sintiendo indignación y mi ego ser lastimado por ella. Era la primera vez que me rechazaban. No se sentía bonito, aunque tampoco era me estaba muriendo por su atención. Solo supe lo que era sentir el rencor del rechazo por primera vez, pero decidí borrar eso de mi cabeza y seguir con mi vida con normalidad.