Capitulo 17 - El helado

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T/n T/a

Eran las cinco y estaba medianamente presentable para ir con Louis a por un helado. ¿Ya mencioné que el año pasado me traía loca? Bueno... Así era, pero el siempre fue un patán conmigo y me dejo bien claro que no tenía interés en mi. El año anterior era llamativamente horrible, era una adolescente puberta en su máxima expresión, acné, espinillas, todo lo horrible que puedan imaginarse... Eso tenía yo. Pero... Ahora no me importaba mi nivel de presentabilidad, si así se podía llamar, ya que ahora solo me interesaba una persona y no era Louis exactamente.

Así que salí de mi casa. No ví la necesidad de avisarle a mi madre porque se había echo costumbre que yo saliera. Además, iría solo por un helado y en caso de que quisiera saber dónde estaba, yo llevaba mi teléfono.

Camine unas cuadras por qué la heladería no quedaba muy lejos. No sentía más esos nervios cuando hablaba con Louis... Porque eso era lo que me generaba... Lo único que me generaba. Me daba nervios hablar con el, pero nunca estuve "enamorada" yo creo que ese término es especial e importante y aunque en su momento creía que si lo estaba, hoy me doy cuenta que no. Porque no sentía el cosquilleo en mi estómago, ni la corriente eléctrica que solo Talabis me hacía sentir... Es inevitable... Puedo estar hablando de postres que pienso en el y termino cambiando el tema a el justamente. (caraderadiorebel *guiño* *guiño*)

Cuando llegue a la heladería Louis estaba hablando con una chica. Parecía estar muy divertido y entretenido, pero eso a mí que me importaba, solo iba a tomar un helado que ni siquiera yo sabía el porque de haber aceptado que así fuera. Louis era repugnantemente mujeriego, no le importaba romper el corazón de nadie, pero sin duda una mujer nunca le fue suficiente, hablo en pasado, porque según el... Ahora cambio.

-Hola -interrumpí aclarando falsamente mi garganta-.

-Hola T/n -Me sonrió Louis-.

-Si desean puedo irme -señale hacia atras-.

-No... Ella es mi prima, solo charlabamos antes de que llegues, pero ya terminamos -sonrio- Ya puedes ir Maca, nos vemos luego.

-Adios Lou, cuídate -Se dieron un beso en la mejilla-.

Cuando su prima se fue el estiró su mano señalando un asiento para que yo pueda sentarme, evidentemente.

-¿Te pusiste celosa? -rió-.

-Por dios Louis, ¿Eso querías lograr? Ya no me gustas, supéralo, ahora estás viejo -reí-.

-Como digas -saco su billetera- Hola -saludo al empleado- ¿Podrías darme dos conos de helado? -pregunto-.

-Claro, ¿Que gustos? -preguntó el heladero(?-.

-Emm... Yo quiero de dulce de leche granizado y crema del cielo -señalo Louis, el cartel que indicaban los gustos-.

-Bien, enseguida, ¿Y la señorita? -Se dirigio a mi-.

Louis me miró y arqueo sus cejas en signo de que respondiera.

-Yo quiero... Dulce de leche con bombones y mascarpone, por favor (si no les gusta lo cambian y listo).

-¡¿Que?! ¿Que son esos gustos? -exclamó Louis-.

-Callaté, te pediste crema del cielo, ¡Es crema con colorante celeste, Louis! -grite-.

-¡Es crema del cielo! ¡Viene del cielo! ¡Déjame seguir creyendo así!.

-Eres muy infantil Louis...

-No, no, no, bueno si, pero no tiene nada de malo.

-No, no tiene nada de malo hasta que te pides crema del cielo ¡Porque piensas que viene del maldito cielo! -reí-.

-Mi inocencia llega lejos T/n, tu solo déjala andar.

-Mejor ten a tu inocencia con correa y no vuelvas a dejar que se vaya lo suficientemente lejos como para pedir ese gusto y tener esas creencias acerca de el.

-Dejame disfrutar mi helado -tomo su cono y se fue de las sillas que estaban sobre la barra de la heladería a un banco largo que estaba afuera-.

Estuvimos un rato contemplando el cielo... Supongo, al menos yo si. Cuando me atreví a hablar, no es que el ambiente estaba incómodo o silencioso... Solo quise hablar.

-Es un muy bonito día hoy -dije sin dejar de ver al cielo-.

-Tienes razón... Es más bonito porque estás aquí -respondio viendome-.

-Pues... Si no hubiese sido por ti estaría en mi casa tirada en la cama... ¡Espera! No intentes utilizar tus artimañas, esas cosas conmigo no funcionan, no soy la del año pasado Louis.

-Lo siento, lo siento, tienes razón.

-Aja, claro que la tengo, siempre la tengo.

-Eres muy egoísta, ¿Lo sabes no es así?.

-Puede ser... Es que soy lo mejor -reí- Es chiste.

-Shh, menos mal -rió-.

Volvimos a quedarnos callados un rato, pero el lugar era bonito y... Poder disfrutar los sonidos, olores, paisajes, poder sentir como el aire invadía mis pulmones... No lo sé, se sentía lindo. Obvio solo cuando no se me congelaba el maldito cerebro. Pero mi madre siempre me lo recomendaba y ahora lo entiendo. Ahora que tengo aparatos tecnologícos. Es bonito despegarse un poco de ellos y salir a ver qué es lo que realmente nos rodea. Respirar, bailar, hacer algo que nos guste con gente que queremos, mojarnos, secarnos, querernos, amarnos... Porque en fin, eso es la vida, vivirla y por más que aveces desearía desaparecer... Agradezco tanto estar viva.

Sonreí un poco al pensar en esto. Era increíble como un día podemos estar... Y al otro ya no. Asi que vivir mi vida así, disfrutando cada mínimo detalle, me daba felicidad, más que nada en el mundo.

-Ey T/n -Me saco, Louis, de mis pensamientos-.

-¿Si? -pregunté-.

-Hablando en serio... Perdón. Fui una mala persona el año pasado y... Jamás logré ver lo divertida y buena persona que eres, me siento la peor basura.

-Tranquilo, no es nada, todos cometemos errores, estoy feliz de que lo reconozcas.

-Bueno, tu también has cambiado, es lindo verte mejor.

-Gracias... -me sonroje-.

El acaricio mi mejilla, no me gustaba eso pero... Se veía tierno, ¿Cómo le decía que pare de hacer algo que en realidad parecía gustarme? Todo se me fue de las manos y poco a poco comenzó a acercarse. Nuestras respiraciones se habían entrelazado y tenía miedo de lo que podía pasar pero... A la vez no sabía cómo detenerme. Pareció caer del cielo una persona que rápidamente interrumpió el beso y con una voz extasiada dijo algo que al principio apenas pude entender.

-¡T/n! ¡Carajo nos asustaste a todos!.

No podía entender de quién se trataba, porque aún no había visto su rostro. Pero no sé si hubiese preferido jamás verlo, porque me sentía avergonzada por la situación en la que nos había encontrado a Louis y a mi esta persona.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora