Capitulo 13 - Creerte o no creerte, esa es la cuestión

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T/n T/a

Me levanté como nunca... Temprano. El teléfono había sonado toda la noche y no sabia porque. Pero al entrar a mi WhatsApp me di cuenta que era Blake quien me había saturado el teléfono. Tenía doscientos treinta mensajes y solo eran de el. Decidí no darle atención porque no quería empezar mal mi día. Me extrañaba que Cameron no había apercido por casa así que me cambié y baje a desayunar para luego ir a la plaza, el estaba todo el día ahí. Y si no, iría a su casa. Sabía dónde era pero nunca había ido.

-Buenos días -le sonreí a mi madre-.

-¿Cómo estás hija? Te veo super bien -bostezo-.

-Si, por suerte hoy me siento mejor...

-¿Ayer te sentías mal?.

-Un poco... Estupideces, no te preocupes -me senté en la mesa-.

-Bueno, aqui tienes un café, por si quieres despertarte del todo -refrego sus ojos-.

-Mamá, te ves super mal... Debes estar muy cansada, ¿Ayer dormiste algo?.

-No, no pude. Tuve que quedarme un tiempo más y... Llegué hace un rato.

-Mamá, tienes que ir a descansar, ¡ya! Esto no te está haciendo bien.

-Pero es por TU bien, además ¿Cómo quieres que vaya a descansar ahora sí tengo otro turno? Disfruta el desayuno mi amor -dejo un beso en mi frente-.

-¡Ah mamá! Iré a buscar a Cameron... Me preocupa que hace tiempo no aparece.

-Esta bien, avísale a tu abuela y cuídate, sino me mandas mensaje -sonrio-.

El mismo día mi mamá me había dado su número, entonces ahora estaba un POCO más tranquila con el tema de salir etc.

Cuando termine de desayunar le dejé un beso a mi abuela avisándole que saldría, ella no tenía problema, no mientras le avisará. Comencé a caminar, había llevado mi teléfono. Miraba los mensajes de Blake considerando si responderlos o no, tal vez si estaba cayendo en el encanto de Talabis, porque no podía borrar su mirada de mi mente, y sus caricias, su cabello, su hombro. Me causo gracia pensar eso...

Estaba como una estúpida mirando el teléfono con una sonrisa plasmada en mi rostro, así que no note que había chocado con alguien.

-Lo siento...

-T/n, ¿Siempre vas tan distraída? -rió-.

-¡Cameron! -lo abraze- Estaba buscándote -nos separamos- Hace mucho no hablamos.

-Es verdad, te extraño...

-Yo también, ¿Adónde ibas?.

-A la plaza -señalo su skate-.

-¿Puedo acompañarte?

-Creo que es la mejor propuesta que me han echo en la semana.

-Bien, entonces vamos... -comenzamos a caminar-.

-Veo que tienes teléfono, venías embobada con el.

-Si, me lo... Compro mi padre... ¡Digo Marcos! ¡Marcos! -golpee mi frente-.

-¿Que? ¿Tu padre apareció?.

-Si, ¿Puedes creerlo? Además es dueño de una empresa. Me llevo a comprar ropa... Mucha ropa.

-Me alegra oír eso.

-Si... Bueno yo no sé si me alegra tanto, no pensé que iba a costarme tanto... Digo, solo es un extraño para mí, o creí que así sería pero... Veo a los niños en la plaza, con sus padres y... Siento que tal vez no hubiera estado mal que el esté en mi infancia.

-Dios.... ¿Porque no hemos hablado? No imagino como estuviste, sin nadie que pueda consolarte. Perdón por no haber ido por ti T/n, creí que necesitabas tu espacio -Se puso en frente mío- Prometo que de ahora en más, estaré para cada cosa que necesites -acaricio mi mejilla con su pulgar- Además... Ahora que tienes es teléfono es más fácil -rió y siguio caminando más rapido-.

-¡Ey! ¡No me dejes atrás! -reí y comenze a correr igual que el-.

-Alcanzame...

-¡Cameron!.

Estuvimos corriendo hasta llegar al parque, dónde el se canso y yo salte arriba de su espalda, haciendo que el caiga y yo... Caí  arriba.

Nuestras respiraciones agitadas chocaban y nuestros ojos estaban conectados.

-Bu-bueno, yo... -me tire a su lado-.

-Nunca había corrido tanto -rió-.

-Yo tampoco -reí- ahora por un rato no voy a caminar.

-Yo pensaba andar en skate T/n -reí- ahora voy a tener que quedarme aquí... Contigo -me abrazo-.

-Bu-bueno pensándolo bien... Si voy a caminar -me pare, estaba nerviosa porque sentía que Cameron confudia un poco las cosas-.

-Hola CamCam -saludo Martina, una de las compañeras más irritantes-.

-Hola Martina -respondio el-.

-¿Te enteraste de las buenas nuevas? Va a haber una fiesta, en casa de Lucero... Pensaba que tal vez, podrías acompañarme, como pareja -sonrio-.

-¿T/n, quieres venir?.

-No, no, los fenómenos no están invitados -interrumpio-.

-De todas maneras no quería ir -sonrei sarcástica-.

-Entonces no, no quiero ir, gracias por la invitación Martina... -sonrió-.

-¿Encerio vas a quedarte con la rara y rechazar una invitación de Lucero?.

-Si, prefiero, quedarme con "La rara", puedo decir con todo el orgullo que es mucho más divertido que ir a esa fiesta llena de adolecentes pubertos.

-Como quieras -bufo y se fue-.

-Es irritante... -suspire-.

-Si, ni me lo digas.

-¿Cómo la conoces? Ella no estuvo en los recuperatorios.

-La conocí aquí en la plaza... Digamos que... ¿Nos besamos? Dios, fue asqueroso.

-¿Porque? ¿Po-porque lo fue?.

-Porque me lo robó, no quería besarla, jamás hubiese querido eso... Actualmente me gusta otra persona y... Estoy arrepentido hasta de haberle hablado.

-¿A Cameron Brodeur le gusta alguien?.

-S-si... Yo... Bueno tu... Ya sabes

-¿Quien te gusta? Suéltalo -incite-.

-T/n... T-tu m-me...

-¡T/n estuve llamandote todo el día! -interrumpio una voz masculina, se notaba agitado-.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora