Capitulo 5 - ¿Te conozco?

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Luego de evadir las miles de preguntas que mi madre me hizo al notar que un chico -Cameron- había pasado por mi, pudimos ir a una heladería, era cerca porque mi madre como de costumbre me sobreprotegia y está, evidentemente, no era la excepción.

-¿Eres de aqui? -me atreví a preguntar mientras lengueteaba mi helado-.

-Si, solo me cambié de escuela... De casa... De barrio -suspiro-.

-Lo siento, supongo que debe haber sido difícil -mire hacía el suelo arrepentida por haber preguntado semejante estupidez-.

-No te preocupes -noto mi expresión de arrepentimiento- Estoy feliz aquí -respiro profundo- Lo único malo es que tengo que rendir -exhalo y rió- Pero... Ya tengo una amiga, ¿Eres mi amiga?.

-Claro que si -asenti riendo-  Pero... -calme mi risa, no quería mentirle, no quería que sea mi amigo por interés, quería que si alguien me quisiera sea porque realmente así lo deseaba, porque si lo sentia- Te menti, no tengo número, no tengo WhatsApp, si quiera tenngo teléfono -agache mi cabeza- Está bien si no quieres ser mi amigo.

-¿Que? ¿Estás loca? Hablamos extremadamente poco, pero me caiste mejor que cualquier otra persona, me alegra muchísimo oír eso, que seas sincera, no te preocupes -acaricio mi espalda-.

-Gracias por entender, normalmente las chicas... Bueno, los chicos también, se burlan de mi -volvi a mi helado-.

-¿Entonces no me conoces? -pregunto-.

-No, ¿Debería? -respondi sin darle mucha atencion-.

-No, no -nego- Solo que... No me conoces -Dijo en un susurro acompañado de una pequeña sonrisa de costado-.

Dejamos de hablar por un rato hasta que ambos acabamos los helados, el estrecho su brazo en indicación a qué lo entrelazará con el mío, al principio creí que era chiste porque me parecía un poco cursi, pero luego de ver al rubio alzar sus cejas incitandome a qué lo hiciera, decidí corresponder.

-Eres bonita... -solto-.

-¿Gracias? -respondi confundida-.

-¿Tienes novio?.

-Ja -reí sarcástica- ¿Que es eso? ¿Se come?.

-Enserio lo digo -rió-.

-No, no tengo, ¿Quien estaría interesado en mi?.

El no respondió, yo no iba a volver a hablar, así que espere a llegar a mi casa para poder romper ese silencio incómodo.

Cuando llegamos no dijo ni "A", nos quedamos mirando, estaba yo, muy incómoda. Levanté mi mano levemente y la agite en forma de despedida, el me lo devolvió con una sonrisa para luego darse la vuelta y susurrar.

-Tal vez yo... -lo dijo muy bajo, pero de todas formas había entendido, o no, ¿A que carajos se refería?-.

Entre a mi casa un poco ofendida porque había sido caballeroso durante toda la salida y a la hora de llegar a casa ni siquiera me dijo un simple "Adiós". Tal vez, en realidad no le había caído bien... No lo sé, ¿A mí que me importa? Si quiere ser mi amigo lo será y si no, que se joda.

-¡Mamá llegué! -avise subiendo mis escaleras-.

-¡¿Quieres ensalada de frutas?! -grito-.

-¡No mamá, jugaré a la PC!

-¡Bien!

Subí las escaleras y tire mis zapatos y mochila por ahí, estaba súper estresada últimamente con este chico y las notas de mi examen, que por cierto, tendria que recogerlas mañana.

Encendí la PC y para mí sorpresa el chico de aquel día estába conectado... Por dios que vergüenza le había echo pasar, seguro estaría súper enfadado conmigo... Bueno, tal vez no, porque no tendría la cara para invitarme a unirme a su sala.

-Hola -hablo- ¿Cómo has estado? Me preocupe por ti el otro día, luego de... Eso, no volviste a conectarte.

-Lo siento, no estaba de humor, creí que tú estarías avergonzado.

-No, claro que no, pusiste a ese chico en su lugar, eres increíble -rió-.

-Gracias Talabis, pero ya lo sabía -dije con una sonrisa engocentrica que de igual manera, el no podía ver-.

--solto una carcajada- Desde que empezamos a jugar que me haces sentir bien... Me haces reír, gracias T/n.

-No te preocupes chikito -lo burle- contigo saco mi lado gracioso -reí- supongo que como no me conoces, puedo ser yo misma sin que me juzgues.

-Aun si te conociera... No te juzgaria, se ve que eres buena chica.

-¿Jugamos Talabis? Ya te pusiste meloso.

-Si -rió- juguemos...

Jugamos un par de partidas y como siempre nos gritábamos mutuamente (digo como siempre porque a pesar de que se conocían hace unos días, jugaron varias partidas juntos y supongamos que son largas) Estábamos súper concentrados hasta que se nos ocurrió hablar de nosotros, no se nos ocurrió, solo que Talabis saco el tema y comenzamos a preguntar.

-Y... ¿Cómo terminaste la escuela? -Se atrevió preguntar-.

-Aun la estoy terminando, mañana recojo mis notas del examen de hoy, espero que me haya ido bien.

-¿Reprobaste durante el año?.

-No, estuve fuera de la ciudad y no pude asistir.

-Que pena, espero que te vaya bien, encerio, así te dejan jugar más tiempo conmigo -escuche como solto una pequeña risa-.

-Me encantaría jugar más tiempo contigo -reí-.

-Hoy te conectaste tarde ¿Tenías exámenes?  Si es así, ¡espero que te hayas esforzado eh!

-¡Si! Y obvio que me esforze, pero regrese más tarde porque tenía los exámenes, luego me bañé, me cambié, salí con un amigo y ahora regrese a casa -reí-.

-Oh... Que bien por ti... !así que un amigo eh! -note su tono burlón-.

-Si bueno... El no se ah despedido, fue raro, solo... Susurró algo, se dió la media vuelta y se fue.

-Un completo idiota...

-¿Lo crees? Anteriormente le había dicho algo que tal vez no le gusto de mi y simplemente decidió no ser mi amigo...

-¿Que le dijiste? -No quería decirle a Talabis lo que le había dicho a Cameron, luego de que me rechazará de la forma en que lo hizo entendí que tal vez tendría que mentir acerca de mi para que me quieran-.

-Nada, no tiene importancia, al igual que el, si no le gusto pues que no me hable.

-¿Cómo era su nombre?.

-Em... Cameron... Pero no logro recordar su apellido, era algo complicado.

-Que casualidad, también tengo un amigo llamado Cameron pero el se tuvo que mudar de barrio hace po...

-¡Talabis! ¡Mierda tengo gente! -lo interrumpí, no había estado presentandole atención desde que comenzó la oración porque ya desde ese momento estaba cruzando balas (SJSHSJS) con algunos enemigos y cuando algo me pone nerviosa, me concentro en ello hasta terminar -en la mayoría de los casos- en un berrinche o enfado.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora