Capitulo 23 - Conexión

954 100 37
                                    

T/n T/a

-¡Mierda T/n! Sígueme el juego -reprocho-.

-No Cameron, claro que no, no sé que insinuas, pero luego de como me trataste, no seré parte de tus mierdas.

-¡T/n! Si quieres luego no me vuelvas a hablar pero -Se acerco a mi oido- estás manchada.

Mis ojos se abrieron como platos, no recordaba... Ocho de febrero maldita sea, yo y mi memoria a corto plazo.

-Carajo, que incómodo.

-No importa, pero tienes que cambiarte. ¿Traes pantalones de repuesto?.

-No, solo el uniforme clásico.

-Entonces avísale a el entrenador.

-M-me da vergüenza.

-Mierda T/n, es algo normal, no seas estúpida y dile.

-Esta bien -bufe-.

Caminamos a pasito lento hasta el entrenador ya que tenía a Cameron tomándome por la cadera.

Cuando llegamos este arqueó una ceja y nos miro de arriba a abajo.

-¿Y ustedes dos que? -preguntó-.

-Y-yo... Lo que pasó es que... Bueno usted sabe, las chicas... Em... -tartamudee-.

-Le vino el periodo -interrumpio-.

-Okey, puedes sentarte en un banco, tranquila -siguio con lo suyo-.

-¿Puedo ir a cambiarme? Estoy manchada -susurre-.

-Claro, no te preocupes.

-Bien -asenti por lo bajo-.

Caminamos hasta el baño pero está vez Cameron camino tomándome por los hombros.

-Ey -chisto- ¿A dónde vas Cameron?

Cameron hizo un pulgar hacia abajo indicando que yo estaba mal, lo cual era falso, o bueno, si lo estaba pero no sé lo había dicho.

Pasé al baño y cambie mi ropa, coloque el pantalón en una bolsa que por suerte tenia. Hice todo lo que tenía que hacer y salí, no crei que el me esperaría.

-Cameron -me asusté-.

-Lo siento.

-¿Q-que? -por un momento creí que se había disculpado por todo lo que me dijo aquel dia-.

-O-osea, siento haberte asustado.

-Ah -baje mi cabeza- no te preocupes.

Hubo un silenció un tanto incómodo.

-Gracias -volvi a hablar-.

-No tienes de que, no quería que pases un mal momento, se lo vergonzosa que eres.

-Ja -reí sarcástica- eso lo sabes mejor que nadie -hable por lo bajo-.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora