11 De febrero... Comienza la cuenta regresiva 27 días para la operación de Blake
T/n T/a
Mi madre intento abrir la puerta pero rápidamente corrí desde mi cama hasta ella para mantenerla cerrada.
-¿Hija? ¿Que está sucediendo?.
-Eh... Estoy ocupada mamá, ¿Que sucede? ¿Que necesitas?.
-Está Louis abajo, quiere verte, el pobre vino en cuanto se enteró.
-Mierda -susurre-.
-¿Qué?.
-Eh... Que en un minuto bajo mamá, dile que me esperé.
-Bien, le daré algo para tomar -escuche sus pasos bajando las escaleras-.
-Uff...
Suspire y me di vuelta en la puerta. Blake estaba sentado en la cama observando todo.
-¿Que? -pregunté-.
-Nada -Se encogió de hombros con una sonrisa-.
Mierda, lo había olvidado, aún estaba desnuda.
La sangre subió a mis mejillas y cubrí lo que pude con mis manos para luego dirijirme a mi clóset.
-Tiene que haber algo por aquí -saque ropa y ropa-.
-¿Porque te averguenzas? -bostezo- Perdiste tu virginidad conmigo T/n, no sé si lo recuerdas.
-Claro que lo recuerdo... Solo que me averguenza mi cuerpo -seguí buscando ahora más lento-.
Hubo un minuto de silencio pero luego volví a sentir la voz de Blake.
-Eres hermosa, tu rostro, tu cuerpo, tus ojos, tu cabello, todo de ti lo es -susurro en mi oido mientras me abrazaba por las caderas-
-Talabis, Talabis -me di vuelta y rodeé su cuello- Me haces la chica más feliz del mundo -le di un corto besó-.
-Lo haré siempre que pueda T/n... No quiero que jamás se te caiga una lágrima por mi -dijo besando mi cuello- Eres todo para mí, todo.
-Eres todo para mí Blake -jadee notando que succionó una parte de mi cuello-.
-Ahora -sonrio perversamente- Ve a atender a Louis.
-¿Qué?.
-Solo ve -Se encogió de hombros-.
-¿Tu que harás?.
-Aqui te estaré esperando -se metió bajo las sábanas-.
-¿Okey? -asenti mientras recogía un vestido cualquiera-.
Me lo coloque y cuando estaba por salir de la habitación volvió a hablar.
-Ah y T/n...
-¿Si?.
-Que le quede claro que eres mía.
-¿Eh?.
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𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú
De TodoT/n, una adolescente de familia humilde pero inteligente, recibe su primer objeto tecnológico propio. Este le permitirá conocer a alguien y quiza más adelante... enamorarse. Tal vez no haber obedecido a su madre no estaba del todo mal.