Capitulo número 32 - Cosas de dios

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Aclaración: Si en este capítulo no especifique es para no sexualizar, espero que me entiendan y si aún así no les gusta siquiera imaginarlo, salteenlo.

Ethan Hwang

-El está lavandose las manos -respondio la madre de T/n-.

Lauryn y yo asentimos.

-¿Cómo salió todo? -pregunté, la verdad no soy de hablar así que no se porque lo hice-.

-Todo salió bien -sonrio el doctor- Ella nisiquiera estuvo consiente-.

-Eso es bueno -asenti-.

-Supongo que ustedes deberian seguir con sus vidas, T/n estará bien.

-Prefiero estar aquí que en la escuela -bufe mirando a otro lado-.

-No querrás que te suspendan -hablo Blake mientras posaba una mano en mi hombro, como vino de atrás no lo había visto-.

-¿Cómo hiciste para dar toda la vuelta?.

-El hospital se conecta en el extremo, es como una dona alargada -lanzo una risita- Deberías ir, no quiero que bajen tus notas, avisa que T/n está hospitalizada y que no podrá asistir.

-Di que enviaremos un acta para que vean que es verdad -continuo la madre-.

-P-pero y-yo quiero ver cómo está -intente formular pero salió como un balbuceo, odiaba mostrar interés por otras personas-.

-Por favor Ethan, necesitamos que la directora se entere para que la beca de T/n no se ponga en juego.

-Bien -bufe- Pero luego vuelvo.

Me di la media vuelta en mi lugar para irme, pero Blake grito mi nombre.

-¡Ethan!.... Gracias -me sonrío-.

Me pareció agradable, digo, Blake siempre ah sido uno de los más agradables en el set. Su sonrisa le daba veracidad a sus palabras, así que no pude evitar sonreírle también. Nunca sonreía, almenos no desde que me cerré al mundo, así que fue una sonrisa después de mucho, una que si era real.

T/n T/a

Mi cabeza dolía, como si tuviera en ella una punzada constante. No entendía ni dónde estaba, porque me costaba abrir los ojos debido a la luz. Olía a medicamentos y la cama era más cómoda que la mía, definitivamente, en casa, no estaba. Cuando comenze a atar cabos lo recordé, los golpes, la sangre y una última patada en mi cabeza. Recuerdo que luego de eso perdí el conocimiento, o al menos parte de el. Alguien me recogió del baño y luego... Luego el, su voz, Blake. Mierda, de seguro estaba en un maldito hospital. Hijas de puta, juro que si llego a tener una sutura van a pagarla.

De pronto mis pensamientos se desvanecieron cuando escuché la puerta. Me removí en mi lugar buscando una posición cómoda, pero aún no abría los ojos.

-¡T/n! ¡Estás despier...

-Shhh -exigi- mi cabeza explota.

-Lo siento, lo siento -Era el- ¿Cómo te sientes? -pude escuchar que arrastraba una silla junto a mi cama-.

-Bien... Estoy en un hospital ¿Cierto?.

𝑬𝒍 𝒄𝒉𝒊𝒄𝒐 𝒅𝒆 𝒍𝒐𝒔 𝒗𝒊𝒅𝒆𝒐𝒋𝒖𝒆𝒈𝒐𝒔 - Blake talabis y tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora