Capítulo 4

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POV ZAHIRA

-Estás tan hermosa, como siempre -dice Edward esbozando una sonrisa pícara.

-Y a tí lo cínico e hijo de puta no se te quita ni porque te vayas a casar -replico con cierta molestia en mi voz.

Tengo ganas de arrancarle la cabeza, pero me contengo.

-Veo que no has dejado de pensar en mi -me dice en ese tono malditamente sensual que a él lo caracteriza, ese que me hacía sucumbir, pero esta vez ya no funcionará-. ¿Tanta falta te hago? -pregunta con cinismo y cada partícula de mi ser vibra por la ira.

-Oh...por favor...-bufo colocando mis ojos en blanco -. Ya quisieras tú que yo te prestara así sea una pizca de mi atención -agrego juntando ligeramente mi dedo indice con mi pulgar para indicar lo dicho.

-¿Ah, si? -dice con sarcasmo mientras acerca su rostro a centímetros del mío y me atrae hacia él, enrollando de nuevo sus brazos en mí-. Todo tu cuerpo dice lo contrario -susurra en mi oído erizando cada vello de mi piel.

¡Maldita sea...! Lo peor es que es verdad lo que dice, mi respiración se ha tornado más agitada, siento que ya no puedo contener más el impulso de tirarmele encima para besarlo y decirle cuanto lo he echado de menos, pero no.

Debo ser fuerte.

-Pues estás muy equivocado -siseo algo nerviosa, pero lo disimulo-, mejor vete con tu novicia, no vaya a ser que al verte cerca de mi se muerda los codos de los celos -añado levantando la comisura de mis labios para dedicarle una sonrisa triunfal.

-Ella no ha venido, estoy aquí solo para ti -susurra de nuevo y trago duro por la magnitud de sus palabras.

Mis piernas tiemblan un poco y me obligo a enfrentar esta situación de manera estoica.

Lo miro de manera inexpresiva, tratando de mante er un gesto imperturbable y con mi mano, lo empujo lento apartandolo de mí. No quiero verme envuelta en un escándalo con el futuro esposo de una de los miembros reales de la corte londinense y eso sin contar los problemas que se acarrearía mi padre contal de defender mi honor...ese mismo honor que se llevo este hijo de perra entre sus piernas hace tiempo.

-No estoy para niñerias, solo mantente lejos de mi y estaremos bien -declaro alejandome de él.

Noto que Edward me sigue de cerca y trato de escabullirme entre el gentío, tratando de librarme de él, pero como siempre el universo me recuerda cuanto me odia y el karma me dice una vez más "Aquí tienes hija de perra para que te sigas quejando", me estampo de frente con un hombre de pecho fornido, facciones angulosas y un rostro endemoniadamente guapo, elevo mi vista para enfocar sus ojos y de inmediato lo reconozco. El tipo de la playa...lo que me faltaba.

Maldito universo, te dije que no me lo quería topar más nunca en mi vida y como si fuese un castigo. Pum...aquí me lo pones.

Estoy tan embelesada viendo al guapo troglodita el cual aún no sé su nombre y este me sostiene la mirada manteniendo su rostro inexpresivo, abro mi boca tratando de gesticular palabra cuando por fin mi cerebro conecta con mis neuronas, pero Edward me toma con fuerza del brazo y me gira con brusquedad.

-Yo no he terminado aún -sisea apretando más el agarre que sostiene sobre mi muñeca.

-Ya sueltame -me quejo mientras me sacudo de su agarre.

-No Zahira...tu hoy te irás conmigo, sé que te mueres por hacerlo -gruñe Edward cerca de mi oído.

-¿Acaso no has escuchado que la sueltes? -la voz tranquila, pero firme del hombre de la playa hace que Edward desvíe su mirada hacia él.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora