POV ALLARIK
Furia... en esa simple palabra se define todo lo que siento, detesto que todo no esté saliendo como lo planee y que las cosas se salgan de mi dominio, pero espero que el resto de lo que tengo pensado si resulte como quiero y de ser lo contrario, jugaré todas las cartas que sean necesarias para que así sea.
Hace unas horas partimos de mis tierras en Belo Altaw y ahora vamos rumbo a Shariba, las tierras del hombre que me dio la vida. No estoy cómodo con la idea de que tenga que soportar verlo de nuevo, pero es necesario hacerlo. Más si quiero conseguir aquello que tanto he ansiado todos estos años.
Oficialmente soy el soberano de mis tierras, mi tío cumplió su palabra antes de partir y dejó firmado los papeles del traspaso de poder, me duele pensar que ya no estará junto a mi viendo como triunfo, pero el mismo decidió apartarse y yo no soy hombre que le ruegue a nadie.
Miro a mi esposa que se encuentra dormida a causa de un calmante que tocó aplicarle, fue una travesía subirla al vehículo que nos llevaría al aeropuerto, pero fue un completo suplicio obligarla a abordar el jet privado, tocó sedarla mientras cinco hombres trataban de combatir su furia, niengo con mi cabeza al recordarlo.
Esa mujer es una fiera... una que clama por ser domada y yo con gusto he aceptado el reto.
El vestido blanco de tela de encaje, con un escote prolongado a lo largo de sus pechos y abdomen, dejan ver sus voluptuosos senos. Aprieto mi mandíbula al pensar lo testaruda que es y con tal de llevarme la contraria, se colocó el vestido más diminuto que he podido ver en mi vida y a pesar de que casi la desnudo por obligarla a cambiarse, terminó ganando la batalla.
—Señor, ¿desea algo más? —me dice una de las azafatas mientras me sonríe con picardía y yo la ignoro.
Es bien sabida mi reputación de ser un hombre que no se conforma con una sola mujer y soy codiciado por cuanta fémina que se me pasea por el lado, pero ya estando casado con Zahira, no habrá otra mujer que vuelva a disfrutar de los placeres que soy capaz de ofrecer. Solo mi esposa es la afortunada de tenerme solo para ella y aún así sigue haciéndose la difícil.
No creo que haya otra que pueda provocarme lo mismo que ella transmite y a pesar de ser una total inexperta, sabe bien donde tocarme, que decirme para excitarme y como mirarme para obligarme a caer rendido a sus pies.
Asi que por ello no pierdo mi tiempo con gente desagradable, que lo único que dejará al final es cansancio y un fastidio inminente.
La mujer sigue parada frente a mi como una columna del templo y me obliga a colocar mis ojos en ella por lo irritante e incómodo que es.
—No, ya puedes retirarte —lanzo con desdén y la cara de decepción por parte de la chica es notoria.
—¿Está seguro, señor? Es que... —insiste y es irritante lidiar con gente que no entiende que es el desprecio.
—He dicho que no, ahora lárgate —escupo en un arranque de ira y aunque mi intención no era ser grosero, al fin termino desquitando con la mujer que tengo al frente, el mal genio que cargo encima.
Por unos momentos puedo avistar algo de furia en su mirada, pero de inmediato su expresión es reemplazada con una sonrisa fingida al notar que la miro de manera fulminante.
Vuelvo a girar mi vista a lo que verdaderamente me importa y noto que uno de los guardia, tiene la mirada fija en mi mujer.
—¿Sabes que puedo arrancarte los ojos y luego lanzarcelos a los cocodrilos, si sigues mirando a mi esposa de esa manera? —inquiero mientras lo miro de soslayo y el tipo aparta de inmediato la vista.
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ALLARIK Libro #2 ADD ✅
Romance[Libro 2 de la trilogía amantes del desierto] Allarik "la venganza del jeque" Para Allarik, el amor es algo sobrevalorado que solo sirve para fastidiar a las personas con el drama y el sentimentalismo que deja a su paso. Nunca, a ofrecido a nadie lo...