ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 25

POV ALLARIK

Seis meses después...

Me encuentro en el estudio del palacio, revisando algunos papeles importantes sobre la negociación de la exploración del pozo petrolero en mis tierras, ya está en marcha el proceso de excavación que iniciamos hace tres meses y trato de mantener mi mente lo más ocupada para no pensar en ella.

Esa maldita mujer que me abandonó. Esa que de seguro en estos momentos debe estar en la cama de otro entregando lo que aún es mío. Ella me pertenece, aunque no esté aquí, ella aún es mía.

Alguien toca la puerta y le digo que pase. Ingresa apurado el asistente de mi tío Amón y en cuanto se percata de que soy yo quien ocupa la oficina, comienza a disculparse como siempre lo hace cuando comete alguna torpeza.

—Lo siento su alteza, no sabia que usted se encontraba aquí hoy —dice nervioso mientras se acerca al escritorio.

—¿Qué quieres? —pregunto sin despegar mi mirada del ordenador y el con manos temblorosas me extiende la correspondencia de mi tío.

Despego mi mirada de la pantalla y la poso en el chico que destila sudor por cada parte de su cuerpo, deslizo mi mirada hasta los sobres que el chico lleva en la mano y le hago una señal para que los coloque sobre el escritorio.

—Su alteza —llama mi atención y yo lo vuelvo a mirar a los ojos—. Esta es correspondencia para mi señor Amón —baja su mirada—. Solo la puede abrir el —pronuncia con voz temblorosa y yo enarco una de mis cejas.

—Solo coloca los malditos papeles sobre el escritorio y lárgate —digo tratando de controlarme.

El chico al colocar los sobres en el escritorio se le cae al suelo uno y coloco mis ojos en blanco.

Sé que es nuevo, pero a veces me pregunto si entre más jóvenes, son más inútiles.

—Solo deja eso ahí y retírate —pronuncio al borde de perder la paciencia.

Si quieres algo bien hecho, hazlo tú mismo. Pienso mentalmente mientras me levanto de la silla giratoria y el chico retrocede temeroso, me inclino para recoger el sobre y en cuanto veo de donde proviene lo abro de inmediato.

—Eso es para el señor Amón, su alteza —escucho pronunciar de manera muy nerviosa al chico y lo miro de manera furiosa.

—¿Aún sigues aquí? —inquiero furibundo—. ¿Acaso aparte de inútil, también eres sordo? —agrego con rudeza y el tipo agacha su cabeza—. ¡Fuera de mi vista...! —vocifero y el tipo se sobresalta, se gira sobre sus talones de manera apresurada y sale del estudio de la misma manera torpe en que entró.

Paso mis dedos por el relieve del sello que tiene grabado una gran M y lo quiebro sin pensarlo, en su interior hay una invitación para festejar el cumpleaños número veintitrés de los gemelos Moftafard y la sangre me hierve al enterarme que mi tío ha mantenido contacto de manera secreta con esa maldita familia.

Él sabe más que nadie sabe sobre el odio que tengo hacia cada uno de sus miembros y me decepciona ver como él, deshonra nuestro apellido teniendo trato con nuestros enemigos.

Camino hacia la puerta enfurecido y salgo de estudio echando humos, camino por los pasillos del palacio lo más rápido que mis pies me lo permiten y subo las escaleras en cuestión de segundos, me dirijo hacia la habitación de mi tío e ingreso sin tomarme la decencia de anunciarme.

Lo observo hablando por su teléfono móvil mientras ve por la ventana y en cuanto nota mi presencia corta la llamada de inmediato, me acerco a pasos rápidos a él y le tiro la invitación en el pecho, él toma el sobre antes que caiga al suelo y me dedica una mirada endurecida al ver mi actitud.