Capítulo 64

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POV ZAHIRA

Todo esto es tu culpa —escucho la voz de papá a lo lejos—. Lo mejor es que firmes los papeles del divorcio y la dejes en paz de una vez por todas, ella no se merece seguir viviendo con alguien que no consideró sus sentimientos como prioridad —agrega a maera de regaño y por más de que trato de abrir mis ojos, el maldito dolor de cabeza que amenaza con estallarla, no me lo permite.

—No tiene derecho a decidir por ella —replica Allarik—. Solo me iré de su vida si ella así lo quiere, sé que me he equivocado pero aquí estoy para enmendar mis errores —le aclara—. Mientras tanto, seguiré al pendiente de mi mujer todo el tiempo que sea necesario y si hablamos de intrusos, aquí el que estorba es usted —gruñe.

—Insolente de  mier...

—Ya basta los dos, por favor —interrumpo su absurda discusión cuando al fin logro pronunciar palabra alguna.

Me duele la garganta y aunque aún no he podido abrir los ojos, el dolor de cabeza es abrumador.

—Zahira...

—Zahira...

Pronuncian los dos al mismo tiempo y escucho como ambos viene a mi, a pasos apresurados.

Cada una de mis manos es tomada por cada uno de las de ellos y a pesar de no poderlos mirar a ambos, puedo sentir como sus ojos me inspeccionan.

—¿Cómo te encuentras? —cuestiona papá acariciando el dorso de mi mano con su pulgar.

"Como si un maldito tractor me hubiese caído encima y fuera fracturado todos mis huesos, con traumas psicológicos muy severos por haber visto muerta a mi suegra y casi estar al borde de la muerte por la maldita vieja loca. Ah, y a eso hay que anexarle que quede sin estabilidad emocional", pienso. Pero decido mejor mentir.

—Bien, papá. Bien... —murmuro, pero dudo que se haya tragado mis palabras.

—¿Segura? —pregunta esta vez Allarik, sin dejar de sostener en ningún momento mi mano.

La lleva con suavidad hasta sus labios y deposita en mis nudillos un beso tierno.

—Me alegro de que ambos estén bien —murmura sin despegar sus labios aún de mi piel y siento como su boca se expande en una sonrisa.

La calidez de otra mano se posesiona en mi vientre y me tenso ante ese contacto.

La piel se me eriza por aquel acto y el único impulso que mi cuerpo es capaz de emitir, es el del rechazo.

Aparto mi mano de su agarre y alejo la otra que mantiene en mi vientre, mientras abro mis ojos con cuidado y poco a poco su imagen se va formando ante mi vista.

Lo sabe... el ya lo sabe.

De por sí las cosas ya son lo bastantemente complicadas, como para agregarle más y esto solo resulta ser un problema mayor para lo que tengo pensado hacer.

—Lo importante aquí es que te puedas recuperar rápido y así salir de una buena vez por todas de esta terrible situación —interrumpe papá al ver mi incomodidad, mientras me mira y yo decido bajar mi vista.

—Gracias a los dos... a todos por estar aquí —murmuro con la voz rasposa.

Mi garganta duele y se me dificulta un poco hablar, no tanto por mi malestar. Sino por el nudo que se me ha formado por aquellas palabras que aún no sé como decir.

Un vaso de agua con una pajilla me es entregado y yo la tomo para beber su contenido en pequeñas cantidades.

El líquido baja por mi garganta cumpliendo su función de hidratar y cuando siento que ya ha sido suficiente, le entrego el vaso a papá.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora