ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 47

POV ALLARIK

—¿Dime qué quieres? —pregunta Zaida sin rodeos, mientras me da la espalda y se adentra en el invernadero.

El ambiente del lugar es un poco frío a pesar de que afuera hace un calor infernal, debe ser por el aire acondicionado que está configurado para mantener vivas el montón de plantas que se me antojan innecesarias.

Ella se posiciona delante de lo que parece ser un bonsái y toma unas tijeras para podar la pequeña planta.

—No me gusta perder el tiempo, Allarik, y menos en presencia de alguien que no me agrada —agrega sin despegar su vista de aquello que realiza de manera atenta.

Camino hasta donde se encuentra ella y me le planto enfrente.

—Vengo a proponerte un trato —le digo serio, ella eleva su vista enarcando una de sus cejas, mientras me mira de manera curiosa—. Uno, que se que no podrás rechazar —recalco sintiéndome seguro de mis palabras.

—¿Qué podrías ofrecerme tú que pueda ser de mi interés? —dice elevando una de las comisuras de su boca en una sonrisa burlona—. Es más, no creo que haya algo tan importante como para llamar mi atención y si solo buscas fastidiarme con tus idioteces, entonces mejor vete —me dice achicando sus ojos y yo coloco los míos en blanco.

Ella es una mujer imposible y creo que esto va a ser más difícil de lo que antes llegué a pensar.

—Estoy al tanto del estado de salud de Nahisir —le digo y veo como su rostro va mutando de la molestia a la aflicción total, trata de disimularlo, pero es evidente de que ocurre algo malo.

—¿Y vienes a burlarte de mi? ¿Eh? —inquiere a la defensiva señalandome con las tijeras que tiene en la mano—. ¿A gritarme en la cara que ese es el castigo que estoy pagando por siempre haber sido cruel contigo? ¿O a restregarme que tu si eres una persona saludable y el no?—dice y sus ojos se le nublan con las lágrimas.

Ella jamás a demostrado ser una mujer frágil, pero todo este tema de la enfermedad de mi medio hermano, la afecta a niveles cósmicos. No me gusta aprovecharme de situaciones de este tipo, pero por más egoísta que sea eso y si asi se garantiza que tendré con éxito lo que he venido a buscar, entonces estoy dispuesto a ir hasta las últimas consecuencias con tal de conseguirlo.

—No, no he venido a eso —le digo mientras la miro fijamente a sus enormes ojos de color verde—. He venido a ofrecer una solución —expreso y ella me mira desconcertada—. Puede que hayas sido la peor madrastra del mundo, pero mi hermano no merece pagar por tu actitud de bruja malvada —agrego y la veo empuñar su rostro en un gesto de desagrado.

—¿Y en qué podrías ayudarme tu? —pregunta mientras parpadea para no llorar.

—Estoy enterado de que tanto tu como mi padre, no son compatibles con mi hermano y ninguno de ustedes puede ser el donante de médula que el necesita —le informo y ella me da la espalda.

Un sonido estrangulado de llanto sale de su boca y ella se lleva una de sus manos a esta para callarlo, mientras que los espasmos que producen la vibración de su cuerpo, hacen que su espalda se agite.

—¿Qué quieres a cambio? —cuestiona después de calmarse—. Porque soy consiente de que esto no lo haces por amor a tu hermano, sino porque tienes algún interés que te beneficiará, ¿cierto? —afirma con voz afligida, sin girarse.

Y en eso no se equivoca.

—Quiero que me ayudes a convencer a mi padre, de heredarme las tierra en donde se encuentra el sanatorio mental, donde mi madre permanece recluida —le digo con decisión.