Capítulo 57

170 13 1
                                    

MAKAYA SOGAMONS

Ira, mezclada con la sed de venganza, son los únicos sentimientos que recorren mis venas. En mi no hay amor, carezco de comprensión y mi paciencia es casi inexistente... esa que tanto me hace falta en estos momentos y la maldita mocosa que tengo en frente, está a punto de extinguirla.

—Usted me prometió que me iba a ayudar a recuperar el amor de su hijo —chilla haciendo que casi sangren mis oídos por su agudo tono de voz—. Ahora, todas mis esperanzas se han ido al carajo y no hay posibilidad de recuperar nada —brama en medio del llanto y es todo lo que necesito para explotar.

—¡Ya basta...! —grito hastiada mientras coloco mis ojos en blanco por el fastidio que me produce tanto drama—. Si estás en esa situación es por ti misma —le grito y ella me mira sorprendida por mi repentino comportamiento.

Durante días tuve que fingir amabilidad y empatía para llevar a cabo la primera fase de mi plan: deshacerme de la hija de Claid.

Tenerla aquí es un peligro para los planes en los que Allarik y yo hemos trabajado por años, una maldita niña malcriada igual de engreída que su madre, jamás debió interponerse en nuestro camino; pero para mí mala suerte ahora me toca lidiar con ella.

La maldita resultó ser más astuta y más imponente que su madre. Tanto, que tiene al imbecil de mi hijo a sus pies, algo que no me conviene en lo absoluto y daña mis planes por completo.

Con la presencia de Sharik, pensé que sería más fácil sacarla del juego, pero con lo que sucedió hoy, da a entender que es peligrosa... más de lo que aparenta.

—Solo tenias que hacer una sola cosa —siseo—. ¿Y acaso lo lograste? —inquiero y ella se queda callada, mientras solloza—. Claro que no pudiste —la reprendo—. ¿Y sabes por qué? —le pregunto, pero yo misma doy respuesta a mi cuestionamiento—. Porque eres una inútil, buena para nada que solo sirve para llorar por alguien que jamás te amará.

La joven mujer me mira dolida, entre abriendo su boca por la sorpresa que le causa mis palabras.

—¿Qué? —lanzo con ironía—. ¿Sorprendida?

—Aterrorizada —me corrige—. Había escuchado cosas horribles sobre usted, pero nada de lo que dicen se compara un poco con el monstruo que verdaderamente es —sus ojos se vuelven a cristalizar.

—Pues esto te enseña a no ser tan confiada —camino hasta ella y la tomo del mentón—. A que las personas pueden ser peores de como las describen y que si se acercan a ti no es precisamente por que les agrades —aprieto el agarre que mantengo sobre su barbilla—. Sino, porque te necesitaba para llevar a cabo sus planes.

—Usted es un monstruo —se zafa de mi agarre mientras me lanza una mirada llena de repulsión—. A Allarik no le gustaría para nada enterarse de lo que usted verdaderamente quiere —agrega a manera de amenaza.

—¿Me amenazas? ¿Y en mi propio territorio? —inquiero más amenazante que ella.

—Tómelo como quiera —me enfrenta.

Ella también ha sabido jugar muy bien su papel de lobo oculto en piel de oveja, pero lo que no sabe es que la dueña del rebaño, soy yo.

—Anda... ve, corre y dile. Para ver a quien le creerá —señalo la puerta estirando una de mis manos—. Veremos si le cree más, a la maldita arpía que ha tratado de destrozarle la vida en varias ocasiones o a su madre, por la cual Allarik estaría dispuesto a ver el mundo arder, con tal de tenerla contenta —me encojo de hombros.

Sus ojos chispean por la ira y aprieta su mandíbula de tal manera que sus dientes rechinan.

—Maldita víbora...

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora