ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 61 parte 1

POV ZAHIRA

El estruendo hace que ambos nos sobresaltemos y que de inmediato, Allarik se coloque a la defensiva. Una columna negra y espesa de humo, empieza a brotar en la misma dirección en que se encuentra ubicada la fortaleza y eso me hace pensar lo peor.

—Nos atacan —dice Allarik con odio y cerca de estar preocupado por los acontecimientos, más bien parece haber estado esperando que ocurriera.

—¡¿Qué...?! —chillo echa un manojo de nervios.

Desenrosco mis piernas de su cintura, bajando así de su trabajado cuerpo y ambos decidimos que es mejor salir del agua y enfrentar el problema.

Al pisar tierra firme, tomó mis prendas a toda velocidad al igual que mi marido y nos cambiamos a toda prisa.

El grupo de hombres que antes habían despejado la zona, ya se encuentran reunidos a nuestro alrededor y si la situación no fuera tan urgente, moriría de vergüenza por haber dejado que varios de ellos me vieran desnuda mientras me vestía.

—Mahou y Mikael —grita Allarik apresurado y ambos hombres se hacen presente—. Uno de ustedes hágase cargo de llamar al piloto de nuestro avión privado para que tenga la aeronave lista y luego, tomen a Zahira y váyanse —ordena con autoridad—. Los demás, siganme. Vamos al palacio a expulsar a los malditos invasores —agrega y yo aún sigo en shock por la situación.

Mi piel se eriza por el miedo que me produce todo este caos y de manera instintiva llevo mis manos a mi vientre.

Allarik se coloca frente a mi y toma mis hombros para hacer que enfoque mis ojos en él, por un instante permanezco ida escuchando de fondo al montón de hombres que empiezan a movilizarse y cuando logro enfocar bien su imagen es que presto atención a sus palabras.

—Volveré por ti, te lo juro —dice sin dejar de mirarme, reparo el movimiento de su hermosa boca y cuando mi cerebro al fin logra conectar con mis ideas, es que logro procesar el significado de sus palabras.

—¿Te vas a ir? ¿Acaso estás loco? —la preocupación surca cada fibra de mi ser—. Están atacando el maldito palacio, ¿acaso quieres morir? —grito histérica y con los ojos a punto de estallar en lágrimas.

Un nudo del tamaño de una sandía se instala en mi garganta y comienzo a temer por la seguridad de mi esposo.

—¡Hey... cálmate! —acuna mi rostro entre sus manos y yo enrollo las mías al rededor de sus muñecas—. Todo saldrá bien...

—¿Qué carajo ocurre? ¿Por qué rayos nos atacan? —los cuestionamientos salen disparados de mi boca y el parece comprenderlo.

—Prometo que te explicaré todo en cuanto te alcance, pero ahora lo más primordial es tu seguridad —acerca su rostro al mío e impacta nuestros labios en un beso profundo, pero a la vez fugaz. Uno que se me antoja como el último, y eso, me hace temer más.

—Entonces, quiero ir contigo —demando de manera firme y el niega con su cabeza.

—Te amo y no soportaría la idea de que algo malo te pueda suceder.

—Tú también estás en peligro, ¿por qué no puedes venir conmigo? —las lagrimas inundan mis mejillas por el pánico que tengo de perderlo.

—Porque mi madre aún sigue ahí dentro de esas murallas, Zahira. Y no pienso abandonar estas tierra si no es con ella tomando mi mano —agrega y puedo entender su punto.

Pero aún así y aunque pensar de esta manera sea algo maligno de mi parte, me tienta la idea de que esa maldita mujer ya permanezca hecha cenizas entre las inmensas paredes y así con eso por lo menos veremos si un poco de fuego pueda purificar aquella alma oscura. Aunque dudo mucho de que algo pueda hacerlo.