Capítulo 20

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POV ALLARIK

Me acerco a Zahira con las pinzas para pesones mientras sonrío de manera maliciosa, tener mi polla en su boca fue maravilloso, pero imaginarme como se correrá por tercera vez sin tocarla mientras la observo, sin duda será sublime. Solo traer esos pensamientos a mi mente me la vuelve a poner dura.

Nunca imaginé que una mujer con su temple fuera capaz de despertar tanta pasión en mi, de esa manera como lo hace ella. Jamás había experimentado el éxtasis que viví hoy cuando me corrí en lo más profundo de su garganta y saber que esta mujer me pertenece aunque ella lo niegue, me hace sentir completo.

Por primera vez en mi vida, estoy completo.

La miro a esos endemoniados ojos azules que hacen que me pierda cada vez que los veo y su cara se contrae en un gesto de puro horror cuando ve el aparato en mis manos. Sonrío satisfecho por el efecto que causo en ella y es inevitable no excitarme al ver como se le agita su respiración cuando la toco.

—¿Acaso estás loco? —gruñe ella cuando la giro dejándola boca arriba y coloco una de las pequeñas pinzas en su peson derecho.

Da un repingo cuando la aseguro y eso me hace jadear.

—¡Ah... carajo...! Quitame esa mierda de encima —se queja mientras la obligo a quedarse quieta para colocarle la otra y la aseguro al igual que hice con la primera.

Su barbilla tiembla y mantiene su cuerpo estático para que las pinzas no la incomoden cuando las cadenita se tensan, sé a la perfección que no tardaré mucho para doblegar su voluntad, los artefactos en sus pesones no serán los causante de su tortura... será algo mejor.

Suelto una pequeña carcajada al estirar la cadenita de la tercera pinza y le paso la lengua con morbo antes de dirigirla a su punto más sensible.

Ella se percata de mis intenciones y comienza a negar con su cabeza de manera frenética.

—No tienes derecho a hacer nada de esto —gruñe y puedo ver la indignación pintada en su rostro, pero la ignoro al igual que lo he estado haciendo durante todo este tiempo—. No me doblegaras —asegura—. No te daré el gusto y hagas lo que me hagas, me mantendré en mi misma posición... no soy tuya. ¡Oíste! —afirma y eso me causa entera molestia.

No entiendo porqué se empeña en negar algo que es tan obvio para los dos, tanto ella como yo estamos locos el uno por el otro y ella solo se empeña en mandar a la mierda todo. Supongo que el orgullo de nuestra raza que corre por nuestras venas, son las causantes de no querer aceptar lo que es inevitable.

—Eres una maldita mentirosa —pronuncio con calma, mientras abrocho la pinza en su zona palpitante—. Eres tan mía que tu cuerpo sucumbe ante mi contacto. Tu boca puede decir lo que quiera, pero tu cuerpo jamás me mentirá.

Me quedo más de lo previsto en su entrepierna haciendo más tortuosa la experiencia y sus fluidos mojan mi mano al ajustar la pinza en su botón hinchado. Ensancho una sonrisa al demostrar mi teoría ante sus ojos y ella suelta un gemido al sentir la presión del aparato prensador.

Meto en mi boca los dedos que me empapó con su humedad bajo su atenta mirada y saboreo sus exquisitas mieles. Nunca me cansaría de saborearla.

Ella cierra sus ojos con fuerza y aprieta sus labios reprimiendon un gemido.

Quiero escuchar como me implora para que me la coja, pero sabiendo lo orgullosa que es ella, es capaz y prefiere mil veces mordece la lengua antes que rogarme.

Meto mi cara en su sexo y aspiro el olor que desprende su piel sensible, eso me alenta a poner mi boca en el lugar que más me necesita y la escucho maldecir infinidades de veces al momento de deslizar mi lengua en el borde de sus pliegues, succiono un poco debajo del lugar que presiona la pinza y ella arquea su espalda mientras gime.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora