ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 22

POV ZAHIRA

Aliso la falda del vestido rojo que llevo puesto antes de sentarme en la parte de atrás de la camioneta, Ben a venido a recogernos y Allarik aún no se a dignado a decirme para donde vamos, miro por la ventana mientras apoyo mi brazo en el borde de la ventanilla y siento como se hunde el asiento a mi lado cuando él se sienta. Sé que me observa, puedo sentir su mirada pegada a mi nuca, pero no le voy a hablar.

No sé. ¿Quién rayos se cree para tratarme así? Odio cuando los hombres presionan a las mujeres para tomar decisiones, ya me basta y me sobra con mi padre para que ahora venga Allarik a exigirme una respuesta rápida de si me voy con él o no.

No es fácil tomar una decisión así, prácticamente no lo conozco y él tampoco sabe quien soy yo, no me gusta decir de quien soy hija. Todo el mundo parece tenerle miedo a mi padre, hasta ahora todo ha marchado bien sin necesidad de decir de donde provengo y prefiero que siga así.

—Ya vámonos —le ordena Allarik a Ben y este coloca en marcha el auto de inmediato.

El auto baja la colina y no me canso de admirar los paisajes que puede ofrecer Montecarlo, el azul intenso del mar Mediterráneo se une con el azul del cielo y es imposible no quedar hipnotizada.

Mi piel se eriza al sentir en mi nuca la respiración del hombre que me vuelve loca y aprieto mis labios para no decir nada, no me a tocado y siento como mi corazón a comenzado a latir de manera frenética al sentir el calor que desprende su cuerpo al estar junto al mío, pero al ver que no lo determino se aparta de mi.

—¿Cuándo estará listo todo lo del viaje, Ben? —inquiere serio, pero permanezco calmada aunque me muera por saber a que rayos se refiere—. No veo necesario que me siga quedando aquí, si todas las negociaciones con los AlQantara ya quedaron finalizadas —agrega y yo aprieto mi mandíbula.

Se irá y no me había dicho nada, ya veo cual es el afán que tiene de que me vaya con él, pero esto no es una decisión que pueda tomar a la ligera.

Si me voy con el, mi familia quedará deshonrada, mi padre me odiara y mi madre quedará destrozada, y no quiero eso. Esto es más que un simple berrinche adolescente de escapar de casa, aquí hay mucho en juego y yo soy la que tengo más las de perder.

El riesgo de irme con él, no es solo el que mi familia me repudie, sino que él fácilmente me puede sustituir por otra mujer con un solo chasquido de dedos, lo quiero y sé que él también a mi, me lo ha demostrado, pero hay veces que eso no es suficiente para mantener una relación, esto va más allá de un simple revolcón y se nota que Allarik no es un hombre apegado a los compromisos o a las relaciones.

—Ya todo está listo, señor —responde Ben—. Solo esperamos a que usted de la orden y nos iremos —agrega y mi corazón late con más fuerza queriendo salir del pecho.

El se irá y me dejará.

Sigo callada por todo el camino, necesito pensar y la actitud de mierda de Allarik no me ayuda, no ha dejado de decir que se ira y todo lo que hará cuando arribe a sus tierras.

Lo hace para presionarme, pero hace falta más que eso para lograr hacerlo.

Ben conduce por la carretera del risco y después se desvía hacia las villas de la bahía de Montecarlo, no me sorprende lo bonito que es todo y mi curiosidad aumenta cuando atravesamos las inmensas rejas plateadas de la Villa más apartada, Ben ingresa con cuidado después de extenderle al guardia de seguridad una tarjeta que Allarik le proporcionó, la casa  es muy grande y por la gran cantidad de escoltas con armas que hay, supongo que aquí debe vivir alguien muy importante.

Esto me recuerda cuando mi padre envió a todo un ejército de escoltas para custodiarme a donde fuera, pero doy gracias a Allah de que los retiró y aunque solo dejó a cinco hombres, odio tener a gente respirandome en la nuca.