POV ZAHIRA
Los días pasaron rápido y el día del cual había estado evitando hablar, había llegado. Hoy es mi cumpleaños número veinticuatro y en vez de ser feliz como lo había sido en años pasados, me siento triste, vacía y sin ánimos de pararme de la maldita cama.
En estos momentos desearía estar debajo de las sábanas de la cama en la casa que tengo en Londres, con un bote de helado con sabor a chocolate de cinco litros, mientras paso mis penas amorosas viendo películas de romance como cualquier persona; llorando como estupida por lo que pudo ser con Allarik.
Ni eso puedo hacer, no me atrevería a votar ni una lágrima delante de nadie en este palacio, porque de inmediato mi padre se enteraría y no dudaría en preguntarme qué rayos me pasa.
Él no sabe aún lo de Allarik y espero que jamás se entere, no creo que le caiga en gracia saber cuántas veces su hija se revolcó con un hombre al cual conocía poco, durante mi estadía en Montecarlo.
Alejo esos pensamientos de mi cabeza, pensar en ese maldito me hace daño, me taladra el corazón recordar que él solo jugó con mis sentimientos, que no le importó una mierda que estuviera en la misma casa mientras el se follaba a otra y lo peor fue lo cínico que resultó ser al pedirme que me fugara con él.
¡Menudo hijo de perra...!
Escucho el crujir de las puertas de mi habitación cuando se abren y al escuchar el sonido que hacen sus zapatos con cada paso que da, sé de quién se trata.
—Déjame en paz, Cassy —me quejo tapandome la cabeza con mi almohada y la escucho resoplar mientras se acerca.
Sé que ella, junto a mi hermano Anthony llegaron ayer, pero no los vi porque decidí no bajar a cenar, este tema del compromiso me tiene deprimida y por más intentos que haga Jonathan por alagarme y tratar hacerme sentir bien, aún no asimilo que pronto me cansaré.
Él ha sido muy amable y caballero en todo momento, y debo admitir que de cierta manera a logrado captar mi atención, por la forma tan amorosa en que me trata no dudo que en el futuro tal vez haya la posibilidad de que pueda sentir algo por él. Será mi marido en poco tiempo, así que tampoco tengo muchas opciones, o me enamoro de él a las buenas o sufro como condenada a las malas.
—No seas tan amargada, Zahira —dice mientras comienza a despojarme de la sabana en la que estoy envuelta.
—¡Ya te dije que me dejes en paz! —grito sentándose en la cama y tomo la almohada que antes había estado en mi cabeza y se la arrojo.
El almhoadaso la toma desprevenida haciéndola caer de culo al suelo, se levanta mirándome desafiante y despies de soltar un resoplido, me toma por una de mis piernas para luego halarla.
—Deberías estar feliz —gruñe mientras forcejea para sacarme de la cama, pero yo me agarro de una de las barandas de la cabecera.
—¿Por qué? —inquiero pataleando—. Porque me cansaré con un hombre el cual no amo, pero que todo el mundo si adora —agrego y ella me suelta.
—Deja de tener ese comportamiento tan infantil y ya párate —me regaña—. Da gracia que nuestro padre no te consiguió de marido a un hombre gordo, viejo, calvo y feo —agrega en forma de broma y tengo que apretar mis labios para no reír.
Aún recuerdo la confusión que hubo antes de enterarme que Jonathan era el que se iba a casar conmigo, casi me da un infarto al pensar que el novio era su padre, la última vez que lo vi solo era una niña y el pasar de los años lo ha cambiado mucho físicamente.
—Eso no aliviana la pena que aún llevo por dentro —le digo y ella me mira de esa manera que yo tanto odio, con pesar.
—Debes dejarlo ir —susurra mientras toma asiento en la punta de la cama—. No debes permitir que su recuerdo siga estropeando tu felicidad —agrega colocando una de sus manos sobre mi pierna y la acaricia con afecto.
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ALLARIK Libro #2 ADD ✅
Romance[Libro 2 de la trilogía amantes del desierto] Allarik "la venganza del jeque" Para Allarik, el amor es algo sobrevalorado que solo sirve para fastidiar a las personas con el drama y el sentimentalismo que deja a su paso. Nunca, a ofrecido a nadie lo...