ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 40

POV ZAHIRA

Ingreso a la habitación hecha un manojo de nervios y a la vez siento furia conmigo misma, por no ser capaz de lidiar esta situación como se supone que debería hacerlo.

Jamás me imaginé que decir la verdad desencadenaría problemas y mucho menos llegué a pensar en las consecuencias que se me vendrían encima.

Allarik es un hombre con el cual debo tener mucho cuidado, debo ser más precavida, pensar las cosas de manera fría y la próxima vez no ser tan impulsiva como lo fui hoy.

Una parte de mi quiere irse de aquí y huir de él lo más lejos que se pueda, para así estar a salvo de su perversa presencia. Pero por otro lado, está la parte más tonta de mi, la cual no piensa con claridad cada vez que lo tengo cerca y aún siente que el puede llegar a hacerme tan feliz como siempre he querido, a pesar de todas las mierdas que hemos vivido.

Lo amo... eso es algo que no ha cambiado, pero mi parte más sensata, sabe que lo nuestro no está bien, nunca lo estuvo desde el principio y si esto sigue cayendo en picada  por el mismo rumbo en que vamos, lo más probable es que ambos terminemos más destrozados que antes.

Respiro profundo y comienzo a organizar mi equipaje con ayuda de varias de las mujeres del servicio, y cuando estas sienten la presencia de mi marido, huyen del lugar de inmediato sin necesidad de que él pronuncie ni una sola palabra.

Todo mi cuerpo se tensa al visualizar su imponente figura en el humbral de la habitación y su sola presencia sombría, me hace temblar de miedo por lo que me puede llegar a suceder, pero me obligo a mantener mi gesto imperturbable y no demostrarle lo asustada que estoy.

Por más que él me ame, he llegado a conocer lo cruel e inhumano que puede llegar a ser y es precisamente esa faceta la que me hace temerle y no querer estar mas junto a él.

Se ha convertido en un maldito monstruo que no le interesa ni una pizca, pisotear los sentimientos de los demás con tal de obtener lo que quiere, es un ser egoísta, acostumbrado a quererlo todo para él y lo peor de todo es que yo jamás pude visualizar ninguno de esos rasgos.

Mi amor por él me cegó de tal manera, que nunca vi nada malo en él, solo observaba perfección cuando en realidad Allarik, era un monstruo lleno de errores. Una bestia escondida en una piel de oveja, esperando a que su víctima se acercara para luego tirar a matar.

—Eres una maldita mentirosa —gruñe furioso y yo trago duro ante sus palabras.

Mierda...

No soy capaz de elevar mi vista y opto por ignorarlo para que el miedo no se termine de apoderar de mi, mientras intento seguir con mi tarea.

—¡Mirame cuando te hablo, maldita sea...!—exige en un grito que hace que me sobresalte.

Elevo mi mirada poco a poco hasta colocarla en sus furiosos ojos y la imagen que veo en el, me atemoriza.

Su rostro se encuentra rojo por la ira, mientras sus puños permanecen apretados dejando ver sus nudillos blancos, su mirada es como la de un monstruo que quiere despedazar a su presa y en este caso esa presa soy yo.

—Tenias todo planeado, maldita mujer —sisea mientras se acerca y a pesar de temer como lo hago, me quedo en mi lugar—. Siempre planneaste huir y en la primera oportunidad que se te presentó, no lo dudaste ni un segundo —me toma por los hombros y los aprieta de tal manera que me hace daño.

—¿Y qué querías que hiciera? —grito sacudiendome con violencia de su agarre hasta lograr soltarme—. ¿Qué simplemente me quedara con un hombre que me ha demostrado el monstruo que puede llegar a ser? —sollozo y el entre abre su boca como si no pudiera creer lo que acaba de salir de mi boca—. Si, Allarik. En eso es lo que te has convertido, nunca me imaginé que podría llegar a odiar con todas mis fuerzas al hombre que alguna vez llegué a amar con tanta intensidad —chillo sin ser consiente de que lo que he dicho, puede empeorar el asunto y maldigo infinidades de veces al ver la expresión asesina en el rostro de Allarik.