ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 15

POV  ZAHIRA

Miro por la ventanilla del auto mientras que Ben conduce guiado por el GPS del auto, maquino mentalmente que excusa le daré a mi padre cuando venga por mi, no estoy dispuesta a irme y contal de no hacerlo soy capaz de enfrentarlo.

Mentiría si dijera que amo a Allarik con locura, pero es inevitable no sentir cosas profundas por él, ese hombre se ha metido tan profundo en mi piel que la marca que está dejando en mi, será imborrable.

Sé que esto solo durará hasta que me case, tengo que cumplir con mi deber y aunque no esté de acuerdo con los métodos arcaicos que mi padre está utilizando, mi deber con mi nación está ante todo, incluso debo interponerlo antes de mis propios sentimientos y antes de todo lo que quiero.

Mis ojos se empañan por las lágrimas al recordar que pronto contraeré nupcias con alguien que ni siquiera conozco y dos lágrimas traicioneras ruedan por mis mejillas.

—¿Le sucede algo, señorita? —me cuestiona ven mientras me mira por el retrovisor.

—No es nada —le digo quitandome lo más rápido que puedo, las lágrimas de las mejillas con el dorso de la mano.

El asiente y vuelve a guardar silencio, poso mi mirada de nuevo en las calles de la ciudad y cuando reconozco la zona le ordeno que pare.

—Yo seguiré sola de aquí en adelante —digo mientras trato de bajarme del auto, pero Ben coloca el seguro para impedirmelo.

—Lo siento señorita, pero si el señor Allarik se entera que no  seguí sus órdenes al pie de la letra de dejarla en la puerta de su domicilio  me arrancara la cabeza y créame que la quiero seguir conservando —dice mirándome por el retrovisor y yo lo fulmino con mi mirada.

—Allarik puede decir lo que se le de la gana, pero yo te estoy diciendo que me bajo aquí y punto —digo con firmeza, pero el hombre no tiene intención de obedecerme—. Si no abres esa maldita puerta ahora mismo te juro que comenzaré a gritar pidiendo ayuda —lo amenazo pero el hombre no se inmuta por mi amenaza.

De un impulso alocado me inclino con rapidez metiéndome en el espacio que hay en el medio de las dos sillas delanteras y pulso el botón que quita los seguros del auto, vuelvo rápidamente a mi lugar y antes que Ben lo pueda volver a accionar; abro la puerta saliendo a toda velocidad, me inclino para quitar mis zapatos y poder correr mejor, pero Ben me alcanza y me sujeta por el brazo.

—No me obligue a meterla por las malas al auto —dice el apretando su agarre.

—Tu no me obligas a nada —gruño zafandome de su agarre—. Una vez le ofrecí un tacón en el culo al jefe de mi escolta, no te imaginas lo que te puede llegar a suceder a ti si te atreves a ponerme una mano encima de nuevo —agrego furibunda.

Se que cumple con las órdenes de su jefe, pero no tiene que ser tan atrevido a la hora de dirigirse a mi.

—Entonces entre al auto o me veré obligado...

—A nada —lo interrumpo—. Ya te dije que de aquí me voy andando y no me lo impediras, si Allarik me llega a preguntar algo al respecto le diré que fui yo la que no quiso que me acompañaras —agrego mirando hacia todos lados, la zona en la que vive mi hermana es muy pacífica porque queda retirada del casco urbano, pero debo tener cuidado de que nadie vea a Ben.

El se preocupa por lo que su jefe puede llegarle a hacer, pero en estos momentos creo que corre más peligro si llega conmigo a mi domicilio, que si le cuenta a Allarik lo que sucedió.

—Esta bien —asiente resignado—. Pero por lo menos déjeme escoltarla desde el auto, le prometo que mantendré una distancia prudente —dice y yo doy una cabezada como aprobación.