Capitulo 32

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POV ALLARIK

Saco mi teléfono móvil enfurecido mientras vuelvo a ingresar por medio de las puertas del balcón, marco el número de teléfono de Ben y este me contesta de inmediato.

—Ingresa hasta la puerta del salón —le ordeno—. Necesito que hagas algo por mi —le digo serio y luego cuelgo sin añadir nada más.

Salgo del lugar hecho una furia por lo sucedido. Zahira fue capaz de decirme en mi propia cara que ya no me ama, pero sé que es mentira.

Sus ojos de color azul aún se siguen iluminando de la misma manera como lo hacían en Montecarlo cada vez que me veía, su piel aún se eriza cuando la toco y aunque lo niegue, todo su cuerpo grita que aún es mía... malditamente mía.

Pero ella lo negó, tuvo el descaro de mentirme aunque ambos sabemos que tanto ella como yo estamos liados el uno por otro, algo en ella esta roto y creo que es lo mismo que se me rompió a mi al verla en los brazos de otro hombre.

Ella piensa que la engañé y por ese motivo vino corriendo a refugiarse en Jonathan, dándole lo que es mío, permitiendo que su sucio ser la invadiera y no estando contenta con eso, le dio el derecho al muy imbecil de creerla suya solo porque ella le abrió las piernas.

Ella sí me traicionó a mi y para empeorar el asunto tuvo el valor de no desmentirlo, ella tal vez ha comenzado a desarrollar sentimientos por el y eso es algo que le debo arrancar de raíz. Ella no puede amar en este mundo a otra persona que no sea yo, no se lo permitiré. Primero prefiero verla muerta que gritando a los cuatro vientos que quiere a alguien más que no sea a mi.

Sobre mi cadáver...primero la mato yo, antes de que suceda, preferiría mil veces llevar el peso de su muerte en mis hombros, que ver como es otro quien disfruta de su amor.

Aunque no debería ser así y es aquí donde otra realidad más fea que la anterior me golpea. Ella es hija de mi enemigo, ese mismo que me dejó sin madre...ese mismo que lo único que hizo fue destruir mi vida desde antes que pisara este mundo.

Ahora a llegado mi momento. El me dejó sin madre, ahora yo lo dejaré sin hija...ojo por ojo, como lo dicta la ley del desierto.

Bajo las escaleras que dan acceso al salón y me siento un poco perdido, este lugar es como un laberinto, uno que no tiene salida.

—Señor —pronuncia Ben a mis espaldas y me giro para mirarlo.

Un mar de sentimientos me inundan y no se ni como sentirme, una mezcla de ansiedad y furia me carcome, pero por otro lado el amor que siento por ella hace que mi corazón lata desbocado.

Le hago una señal con mi cabeza al guarda espaldas para que me siga y este comienza a caminar a mi lado.

—Hoy me he encontrado aquí a Zahira —le informo mientras el solo me escucha atento—. Quiero que te la robes—le digo así sin más.

La cara de Ben para de ser seria a una de estupefacción.

—¿Está seguro de lo que dice, señor? —inquiere incrédulo por la orden que le acabo de dar.

Lo miro de manera asesina y eso lo hace corroborar que lo que le he dicho es cierto.

—Sé que no será nada fácil —confieso—. Pero creo en tus habilidades militares —le digo y el asiente.

Ben como la mayoría del personal que trabaja para nosotros, está altamente calificado. Es un exmilitar con un entrenamiento de alto rango y estoy convencido de que esta tarea no le quedará nada difícil.

Estoy a punto de decirle en donde se encuentra la mujer que me desvela cada noche, cuando escuchamos gritos provenientes de arriba.

—Zahira, espera por favor —pronuncia Jonathan y por el tono de voz agitado se puede notar su desesperación—. Perdóname, no fue mi intención hacerte sentir se esa manera —agrega en tono arrepentido y si antes odiaba al tipo ahora lo detesto más por lo que sea que haya intentado hacer en contra de mi mujer.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora