Capítulo 26 parte 1

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POV ZAHIRA

-¿Cómo amaneció la chica más fantástica del mundo? -inquiere Jonathan mientras llega a desayunar junto a todos los que estamos reunidos en el jardín.

Zahel coloca sus ojos en blanco como de costumbre al escucharlo y mi padre le lanza una mirada fulminante.

-Bien -digo de manera seca y es mamá la que me da un codazo que me hace remover incómoda.

Ya han pasado seis meses y aún no acepto la idea de que sea él, el hombre con que me tengo que casar. Jonathan no es desagradable a la vista, pero tener que contraer nupcias con alguien que conozco desde la infancia es más para mi, como el incesto.

-Me alegro, porque tengo muchos planes para nosotros -dice depositando un beso casto en la coronilla de mi cabeza y luego toma asiento a mi lado, una leve corriente recorre la espina dorsal en mi espalda haciéndome sentir en extremo incómoda.

Aún no me acostumbro ni a su cercanía, ni a su toque y aunque debo admitir que las beses que me ha besado en los labios no me ha desagradado, no pueden borrar ni la quita parte de los besos que alguna vez me dió aquel maldito hombre que me traicionó.

-Lo siento, pero las obligaciones que debo cumplir con mi pueblo, no dan espera -digo seria mientras llevo con el tenedor un pedazo de fruta a mi boca.

-Vamos, Zahira; no seas mal educada -pronuncia papá con una leve nota de molestia en su voz-. Tu futuro esposo ha venido desde Montecarlo solo para verte y tú nada más piensas en ir a la fundación hoy -agrega mirándome con dureza y yo le sostengo la mirada.

Desde que regresé a casa me he pasado los días siendo voluntaria en la fundación en la que mi madre es directora y desde la sede principal que es la que está en nuestra ciudad nos encargamos que todos los niños de nuestra nación tengan un mejor futuro educativo, mi madre antes era educadora y en estos últimos meses yo he estado aprendiendo mucho de ella.

Mi padre me ha prohibido que retome actividades en mi antiguo empleo con la excusa de que iba a estar ocupada con los preparativos de la boda, pero la realidad ha estado muy lejos de eso, Jonathan ha sido quien a tomado el control de toda la situación y se lo agradezco, contrató a alguien que se hiciera cargo de la boda y aunque es tradición que la novia se apersone de los preparativos, el ha hecho todo lo posible para complacerme, todo por ganarse mi aprobación, una que dudo mucho que algún día se gane.

Lo estimo porque lo conozco de años, pero de ahí a llevarlo a amar; lo dudo mucho.

-Tú mismo me has enseñado que como miembros de la familia real, tenemos que hacernos responsables de todas las necesidades de nuestro pueblo y de todo lo que nos toca cumplir -pronuncio de manera despreocupada-. Y por más que Jonathan esté aquí, no puedo dejar mis responsabilidades a un lado solo por él -agrego devolviendo mi mirada a mi plato.

-Puedo acompañarte si quieres -replica Jonathan y yo no le respondo nada.

Tenerlo aquí ya es demasiado suplicio y solo tener que llevarlo al único lugar que considero el único escape de mi realidad, lo vuelve una verdadera tortura.

Sé que me estoy comportando como toda una mal criada, pero nada de esto me agrada, primero me imponen un marido, luego me quitan mi empleo y ahora me quieren obligar a que deje de lado las pocas ocupaciones que me han dejado conservar, solo para complacer a mi futuro esposo.

¡Vaya, que mierda!

Mi padre estará que revienta de la ira y no quiero mirarlo, él mismo se ha buscado que yo mantenga esta actitud, quería imponerme un esposo, pues ahora que se aguante.

Escucho a mi hermano Zahel atragantarse con el jugo a causa de una risotada que amenaza en salir en cualquier momento de su boca y mi madre le da un puntapié en sus espinillas.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora