Capítulo 12

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POV ALLARIK

Una semana, una maldita semana duré sin poder verla, tocarla, ni saborearla, esta mujer está resultando ser mi perdición y lo peor es me rehuso a alejarme de ella. Zahira es como esos pecados que sabes que no debes cometer, pero aún así te arriesgas sin importar las consecuencias.

Ese día que salió de mi casa, me prometí a mi mismo no volverme a acercar, me conozco, y sé muy bien que para mí no existen los límites, nunca en la vida me había importado hacerle daño a nadie, pero desde que Zahira aterrizó en mi vida las cosas que hago ya no me parecen, ya no me llenan, ni me permiten pensar en otra cosa que no sea ella.

Que irónico. Yo, Allarik Gabal Asod Sogamons, pensando en alguien además de mi... que ridículo y patético me siento.

Mi tío ha notado mi cambio y no ha parado de decirme que ya era hora de que madurara, desde que ella estuvo aquí, ninguna otra mujer a pisado mi habitación.

No quiero que el olor de otra mujer de la que seguro al día siguiente no recordaré ni su nombre, borre la fragancia que ella dejó en mi cama, esa misma que recuerdo en cuanto cierro mis ojos y me imagino su figura desnuda acostada al lado mío, nunca en mi vida había deseado tanto volver a dormir con alguien y eso que jamás lo había hecho con nadie, ni siquiera con Sharik cuando era mi supuesta novia, título que se había puesto ella misma solo porque nos enrollavamos un par de veces a la semana, ya creía que éramos algo más.

Sí, fueron cinco años, pero de igual manera no significó nada para mí, nunca sentí ni un solo sentimiento hacia ella... ni hacia nadie, hasta que llegó Zahira y me envolvió con sus encantos y actitud desinteresada.

-¿Ya podemos irnos? -dice Zahira de espaldas mientras busca con su mirada mi auto.

Observo su aspecto y sonrio con orgullo, tiene el vestido ligeramente desencajado y deja ver un poco su ropa interior, su cabello está un poco despeinado y no es para menos después de la empotrada que le di en el ascensor.

-No te quedes ahí parado como un imbecil viéndome el trasero -me regaña girandose de repente, me dedica una mirada asesina en cuanto me descubre observando su glorioso culo.

Ella baja su mirada y se acomoda el vestido al notar lo que yo veía.

Me adelanto cruzandole por el lado y saco mi móvil para llamar al chófer, en pocos minutos tenemos a tres camionetas negras frente a nosotros, Zahira se tensa y me aprieta del brazo al ver a los tres vehículos pero en cuanto ve que baja Ben, el guardaespaldas que conoció la vez que durmió en mi casa, se relaja y me suelta al momento en que el hombre se nos acerca.

-Aquí tiene lo que me pidió señor -Ben me estiende las llaves de uno de los vehículos y las tomo.

-¿Ya nos podemos ir? -inquiere Zahira mirando para todos lados.

Ben se sorprende al ver a Zahira y me causa molestia que otro hombre que no sea yo la miré, le dedico una mirada fulminante a mi guardaespaldas y este al notarlo baja su vista al suelo.

No me considero un hombre celoso, nunca me ha importado alguien lo suficiente para sentir ese tipo de cosas, pero con Zahira, es otro asunto, ella tiene que ser mía.

Solo mía...

Le señalo el auto que vamos a utilizar y ella se adelanta, su urgencia se me hace extraña y más porque sé que ella ha pospuesto lo que sucederá esta noche, ella no es de las que se abren de piernas fácilmente; ya me lo ha demostrado en varias ocasiones, pero hoy no estoy dispuesto a dejarla que se vaya y me deje con la polla dura durante una semana asi como ha sucedido estos días.

-Váyanse a casa y no nos sigan -le ordeno a Ben alternando mi mirada entre el y los nueve hombres que se encuentran a su espalda-. A donde voy no requiero de su presencia -agrego mientras me giro y comienzo a caminar hacia el vehículo.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora