Capítulo 29

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POV ZAHIRA

Llegamos al palacio cabalgando en Hope y al cruzar la entrada ya nos espera mi padre parado en la puerta mientras niega con su cabeza en señal de desaprobación.

No hay que ser adivinos para saber que esta enojado, su rostro enrojecido, sus ojos azules mirándome como si me quisiera matar y su cara de pocos amigos, lo dicen todo.

Jonathan es el primero en bajar y me extiende de nuevo su mano para ayudarme, pero antes que él pueda tocarme es mi padre el que me baja del otro lado, dandome un fuerte halón por el brazo.

—¿Acaso no había sido claro cuando te dije que no quería volver a verte encima de un caballo? —me regaña—. ¿Sabes lo que hubiese sucedido si algo te hubiera pasado?

—Pero no sucedió nada —replico zafandome de su agarre—. Hope es mi regalo de cumpleaños y era justo que por lo menos saliera a dar una vuelta en ella —digo molesta.

—Yo tengo la culpa de todo, señor Moftafard —interviene de inmediato Jonathan y se coloca a mi lado para respaldarme—. Yo le insistí a Zahira que saliéramos a dar un paseo, estando al tanto de que usted se lo había prohibido —agrega, pero esto no apacigua la ira de mi padre.

—Simplemente no debió, ella sabe que lo tiene prohibido, no cuando por poco la pierdo —pronuncia serio—. Ella debió decir que no, yo la conozco más que nadie y a ella nada la convence, a menos que ella misma decida hacer lo que se le pide —agrega mi padre y en eso tiene razón.

Yo solo hago lo que me da la gana, yo no me dejo convencer de nadie y si estoy siguiendo con todo esto del matrimonio es porque mi padre no me ha dejado opción y tampoco la posibilidad de negarme.

—Entonces no le veo la gracia de tener un caballo si no lo voy a poder montar —me quejo—. No sé para que voy a aceptar un regalo el cual solo tendré como adorno —escupo molesta y tanto mi padre como Jonathan me observan fijamente.

Mi padre se acerca a mi en dos pasos y cuando pienso que me golpeará por haberlo gritado, solo se limita a decirme.

—Entonces es decisión tuya si quieres romperte el maldito cuello —murmura muy cerca—. Desde hoy comienzas a ser responsabilidad de tu futuro marido y ya será problema de él si se deja mangonear de ti o no —aleja su mirada de mi y ahora la coloca en Jonathan—. Lo único que le advierto es que como a tí te llegue a suceder algo, él tendrá que responder con su vida —agrega y yo me quedo muda.

Eso sería interesante de ver, pero mi crueldad no llega a tanto.

—Y desde un comienzo yo asumí que así sería —confirma Jonathan—. Yo la cuidaré y daré mi vida si es preciso para protegerla —agrega y eso parece apaciguar a mi padre.

—Ve a vestirte —me ordena mi padre sin siquiera mirarme—. Pronto comenzará el festejo y no quiero que bajes tarde —agrega y entro sin despedirme de nadie.

Escucho a Jonathan decir mi nombre, pero estoy tan cabreada que no me importa si le suele o no mi rechazo, cruzo las puertas del palacio y tanto mi madre como mi hermana saltan a preguntarme mil cosas.

—Al parecer te gusta desafiar a tu padre, ¿no? —dice mi madre después de haberme revisado toda.

—Eso se llama tener instintos suicidas —replica mi hermana y yo coloco mis ojos en blanco.

—Debo irme a vestir, no tengo tiempo para esto —suelto exasperada.

—Zahira, espera. Por favor —entra Jonathan, pero antes de que se pueda acercar a mi, mi hermano Anthony que ha estado observándome en silencio desde que llegué, lo toma por el cuello y lo levanta.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora