ALLARIK Libro #2 ADD ✅

Capítulo 51

POV ZAHIRA

Molesta, triste, ansiosa y extremadamente nerviosa, me encuentro ahora que hemos salido del palacio del sultán Dharin, con la prohibición de nunca volver a colocar un solo pie en sus piedras o habrá terribles consecuencias.

Al principio sentí mucha ira con Allarik por lo cruel que me pareció la idea de negociar aquello que le pertenecía a cambio de la salud de su hermano, después me sentí afligida por el final que se le aproxima a ese pobre chico que apenas comenzaba a vivir y ahora me siento al borde de un colapso nervioso al saber que mi esposo me presentará a su madre.

El habla poco de ella, esa mujer es un tema que el resguarda mucho como si de un oscuro y retorcido secreto se tratara, y hasta hace poco entendí la razón.

Ha permanecido recluida por más de veinte años en un sanatorio mental y por más que trate de indagar sobre el tema, siempre la respuesta es la misma.

-No importa los motivos por los cuales ella se encuentra ahí, lo que ahora importa es que ella al fin obtendrá su libertad -responde por enésima vez Allarik y debo admitir que jamás lo había visto tan entusiasmado.

La despedida con su padre no fue muy grata y siendo sincera creo que jamás tendré el temple que el posee, salir con el corazón destrozado de manera doble no es sencillo después de una conmovedora despedida con Nahisir y una muy horrible por parte del hombre que lo engendró, yo estuviera acabada en todos los sentidos.

Pero en su lugar, mi esposo luce radiante, sé que lo aflige la idea de que su hermano dejará de existir y el no tendrá ni la más mínima posibilidad de darle el último adiós en el velatorio, pero sin duda la idea de tener a su madre cerca lo reconforta.

-¿Y crees qué le voy a agradar? -la pregunta sale de mi boca sin siquiera meditarlo, haciéndome sentir ridícula después de haberlas pronunciado y el desliza sus ojos desde la ventanilla del auto hasta los míos.

Un silencio sepulcral nos invade por un momento y noto en su mirada la lucha interna que lleva dentro, entre debatiéndose si debe decirme algo o no.

Mierda... ¿Qué no me habrá contado?

-No lo sé -murmura más para si mismo, que para mi-. Digamos que ella es una mujer que ha pasado por mucho -toma mi mano que se encuentra apoyada en el asiento del auto en que vamos y la enrolla de manera cariñosa entre las suyas-. Solo te pido que le tengas un poco de paciencia, no tolera muy bien a la gente desconocida -agrega para después llevar mi mano hasta sus labios y depositar un beso casto en mis nudillos.

¿Qué...?

¿Cómo que no tolera a la gente desconocida? ¿Así, mal de la cabeza estará que no soporta la presencia de otras personas?

Miles de preguntas rondan en mi mente, pero me reprendo por pensar mal de alguien que no conozco, siempre me enseñaron a no juzgar a los demás sin primero tener la oportunidad de conocerlos y esta no será la primera vez que lo haga.

-¿Quién recluyó a tu madre en ese horrible lugar? -pregunto llena de curiosidad y noto como el rostro de Allarik adopta un aire sombrío.

-Un maldito, hijo de perra sin corazón -responde de manera fría, mientras permanece con la mirada perdida hacia el frente-. Solo conformarte con saber que ese hombre le destrozó la vida a mi madre y de paso a mi también, pero pronto le devolveremos el favor -murmura con odio sus últimas palabras y eso me da miedo.

Pero mi corazón se arruga al caer en cuenta, cuanto dolor debió padecer mi esposo al pasar por la horrible situación de ser arrebatado de los brazos de su madre a tan temprana edad y comienzo a entender las razones por las cuales él es así.