POV ZAHIRA
No digo nada durante todo el trayecto hacia la casa de Allarik, detesto cuando me trata como si yo fuera un adorno el cual él puede mover de un lugar a otro cuando le venga en gana y no es así, con esto una vez más queda confirmado que de donde provengo solo hay puros hombres machistas, orangutanes y arrogantes.
Miro por la ventanilla del auto para no observarlo a él, en mi interior se arremolinan una mezcla de sentimientos y deseos que creo que explotarán en cualquier momento si no los saco de una u otra forma. Pero no quiero tocarlo, no se lo merece y no pienso seguir abriendome de piernas cada vez que el chasquea sus dedos. Sigo creyendo que aún poseo algo de dignidad, poca, pero aún la tengo.
A medida que Allarik avanza por la carretera del risco, las pequeñas embarcaciones que se encuentran resguardadas en Port Hercule se van volviendo cada vez más diminutas, no me cansaría nunca de ver el paisaje que ofrece las casas ubicadas en la zona más alta del risco de Saint Martín, cuando regrese a casa lo único que veré son montones de arena y desgracia acumulada.
El pequeño caminillo de piedra de granito se asoma en cuanto giramos a la derecha y pronto estamos frente a la gran verja de color negro, Allarik saca su mano por la ventanilla del auto y digita el código de acceso en el tablero que se encuentra incrustado en una de las columnas de piedra que antecede la gran reja negra de la entrada, la verja automáticamente nos deja ingresar y un peso se acumula en mi estómago cuando estaciona el auto en la entrada de la magnífica edificación.
Bajo primero que él cuando quita el seguro de las puertas y lo escucho pronunciar mi nombre. Lo ignoro por completo dándole la espalda y siento como soy tomada con fuerza de mi brazo derecho para después ser girada con brusquedad.
—Presta atención cuando yo te hable —gruñe fastidiado y yo coloco mis ojos en blanco.
—Resulta que yo solo presto atención cuando a mi me da la gana —digo, mientras zafo mi brazo de su agarre y el me mira como si quisiera asesinarme—. Y en estos momentos lo que menos quiero es hablar contigo —agrego entre dientes y el me mira burlón.
—¿Hablar? —dice él ensanchando una sonrisa maliciosa—. Yo no vine aqui a hablar, Zahira —asegura—, yo vine aqui a recordarte cuanto me perteneces —agrega con propiedad y ahora la que se ríe soy yo.
—¿Si? ¿Y qué harás? —inquiero de manera sarcástica y el solo me mira atento—. ¿Acaso me subirás en uno de tus hombros como el orangután que eres y me obligaras a acostarme contigo? —agrego y el niega con su cabeza.
—¿Cuándo te he obligado yo a abrirte de piernas? —responde socarrón metiéndo sus manos en los bolsillo y me enerva que tenga toda la razón—. Además, yo no te obligare a hacer nada que tu no quieras —se acerca a mi pero no me toca y maldigo mentalmente cuando los vellos de mi piel se erizan por sentir tan cerca su presencia—. Tu misma harás lo que yo te pida, ¿y sabes por qué? —no respondo, pero aún así contesta—. Porque se muy bien que en estos momentos tu cuerpo pide a gritos que lo toque —un jadeo abandona mis labios y el sonríe complacido.
—Te equivocas —miento.
Claro que me gustaría que en estos momentos él estampara mi rostro en contra de ese autro y se empalara en mi de todas las maneras posibles, pero hoy no cederé tan fácil. No está vez.
—¿Segura? —susurra a mi oído y apelo a toda mi fuerza de voluntar para no sucumbir.
—Segura —respondo tajante y el se aleja de mi.
—Ni tu misma te crees eso, Zahira —pronuncia mientras se dirige hacia la puerta y se detiene un momento para después mirarme por encima de su hombro—. Ya te sabes el camino hacia la habitación —agrega de forma descarada e ingresa a la casa—. Odio esperar, así que no te tardes —vocifera y yo sigo sin creerme lo que acaba de decir.
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ALLARIK Libro #2 ADD ✅
Любовные романы[Libro 2 de la trilogía amantes del desierto] Allarik "la venganza del jeque" Para Allarik, el amor es algo sobrevalorado que solo sirve para fastidiar a las personas con el drama y el sentimentalismo que deja a su paso. Nunca, a ofrecido a nadie lo...