Capítulo 39 parte 1

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POV ALLARIK

Excitación... eso es lo único que puedo sentir al verla colgada en la barra que sobresale a unos metros del balcón, se ve jodidamente hermosa mientras aprieta las piernas y trata de disimular la pasión que desbordan sus ojos al ver como me jalo la polla ante su atenta mirada.

Ambos permanecemos en silencio mientras nos damos placer. Ella recibe el visual por ver como me masturbo y yo recibo no solo el que me proporciono por mi mano, sino aquel que me da ver la manera lujuriosa en que ella me mira.

Subo y bajo mi mano por toda mi longitud, haciendo más fuertes los movimientos al retraer el prepucio de mi miembro, la escucho jadear cuando emito un gruñido por lo malditamente placentero que es tenerla de esta manera y mi respiración empeora cuando de entre sus piernas un flujo de liquido, rueda a todo lo largo de sus extremidades inferiores.

Se ha corrido... malditamente se ha corrido.

Todo su cuerpo se sacude por los espasmos de su liberación y la miro afincar más sus dedos alrededor de la cadena que la sostiene mientras tiembla, tiene miedo a caer, pero sé más que nadie que esa barra podría resistir hasta una persona que pese el doble del peso de Zahira. Ya lo he hecho antes.

—Lo haré —la escucho gemir, mientras aprieta aún más sus piernas para evitar que tiemblen—. Me quedaré a tu lado, lo prometo —agrega mirndome de manera suplicante con sus hermosos ojos de color azul que me traen hipnotizado y es todo lo que me basta escuchar para levantarme, tomar una de sus piernas y atraerla hacía mi.

—Así no, ¡joder...! Me harás caer —grita temerosa cuando su cuerpo se tambalea al aproximarla más a mi.

Sonrio complacido al palpar la humedad que a resbalado por sus piernas y comienzo a descender su cuerpo hasta que puede tocar el suelo.

Sus piernas tiemblan como gelatina y tengo que sostenerla rodeandola con mis brazos, para que no caiga. Zahira no me corresponde el abrazo y atribuyo todo esto al adormecimiento en sus extremidades, lleva mucho tiempo colgada y yo tengo un dolor en los huevos, de tanto jalarmela y que aún no pueda correrme me frustra un poco. Jamás eso había resultado un problema para mí, pero al parecer mi miembro se rehúsa a eyacular en un lugar que no sea en su interior.

Tengo entendido que no tiene ningún dispositivo anticonceptivo en su cuerpo y lo más probable si seguimos apareandonos como conejos, es que quede embarazada.

Un hijo mío en su vientre... la idea no me desagrada, pero creo que aún hay muchas cosas que quiero que realicemos juntos y estaría mejor si por ahora solo somos ella y yo.

En un futuro que no veo muy lejano, me planteo la posibilidad de que me dé muchos hijos, tres o tal vez cuatro, pero por ahora sería bueno que solo disfrutaramos de lo que somos. Unos recién casados.

—Tuve que bajarte porque no escuchaba lo que decías —le susurro a su oído y siento entre mis brazos como su piel se eriza—. Tienes que repetir lo que dijiste, no escuché ni una mierda por el fuerte sonido del viento —agrego acariciando el borde de su mandíbula con la punta de mi nariz y la escucho resoplar.

—Hijo de...

—Sin insultos o juro que volveré a colgarte —la corto y ella cierra su boca de manera abrupta.

Aprieta sus labios con fuerza, coteniendo todo aquello que quiere gritarme, se nota el esfuerzo sobre humano que hace para no hacerlo, pero puede más el miedo a que la devuelva al lugar en donde permanecía colgada, que prefiere callar.

Me separo de su cuerpo por un momento y vuelvo a tomar asiento en la silla que anteriormente había estado ocupando, la subo a horcajadas sobre mi y ella por instinto cruza sus brazo por detrás de mi cuello.

ALLARIK  Libro #2 ADD ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora