CHRIS EVANS - ONE SHOTS

43

segunda parte del capítulo 42

Toco el timbre de la casa de mis padres. Me balanceo sobre mis pies esperando a que alguien abra la puerta.

Sonrío al ver a mi papá.

- ¡Daisy! -entierro mi cabeza en su cuello, sus brazos me rodean, su perfume me inunda. Cómo necesitaba un abrazo de mi padre en estos momentos.- ¡Cariño! ¡Es Daisy!

Aún abrazándome, papá toma la maleta y me hace entrar a casa.

- Daisy .-mamá aparece, me aparto de mi padre para que mi progenitora me abrace.- ¿Qué haces aquí cielo? ¿Por qué no nos avisaste que venías?

- Yo tampoco sabía que iba a venir .-hago una mueca rompiendo el abrazo.- ¿Puedo quedarme aquí?

- Linda, eso no se pregunta .-mamá asiente.

- Haré café para que nos puedas contar, ve a dejar tu maleta .-ordena mi madre.

Recorro el pasillo hasta llegar a mi antigua habitación.

Dejo la maleta justo al lado de la cama, suspiro mirando el portarretratos, una fotografía mía con Chris.

Salgo de la habitación para dirigirme hasta la cocina, papá está sentado, mientras que mi madre se encarga de la cafetera.

- ¿Vas a contarnos? .-me siento frente a mi padre, me dedico a narrar la historia.

Cuando termino ambos me miran en silencio, limpio las lágrimas que se escaparon.

- Dijo que iba a dejarme ir porque necesitaba mi espacio, aún así, nadie de su familia dijo algo cuando me vieron marcharme .-acomodo mi cabello.

Papá acaricia mi mano buscando reconfortarme.

- Lo que yo quiero pensar es que Christopher va a hablar con su familia sin que estes tú presente .-dice mamá.- Está bien que te haya dado tu espacio, necesitas relajarte y olvidarte de eso.

- Cariño, estás saliendo con Chris, no con su familia .-me sorprende escuchar a papá defenderlo.- Me molesta que salgas con alguien tan mayor, pero no puedo hacer nada para cambiarlo, aun sabiendo que tú lo quieres.

- Gracias .-estoy por hablar pero mi celular me interrumpe. Es Chris.- Ya vuelvo.

Me pongo de pie, salgo de la cocina para ir a mi habitación.

- Hola .-lo escucho del otro lado de la línea.

- Hola.

- ¿Ya llegaste? -pregunta a la vez que se escucha una puerta cerrarse.

- Hace no más de media hora .-murmuro pegando mi espalda al colchón.

- Genial, sólo quería saber cómo estabas.

- Gracias.

Nos quedamos en un silencio incómodo. Pero es él, el que finalmente rompe el silencio.

- Te amo, lo sabes, ¿cierto?

- Chris también te amo, pero no puedo pasar por esto yo sola .-lo escucho suspirar.- No te estoy pidiendo que elijas, porque sería estupido hacerlo.

- Lo sé D, mañana hablaré con todos. Te amo y es lo único que tiene que importar.

- Bien. Me quedaré unos días más aquí.

- Dodger te extraña, estuviste con el todo este tiempo .-sonrío levemente.

Esta llamada me recordaba cuando aún no éramos nada, charlábamos por horas. Chris me hacía sonrojar aun estando a kilómetros de distancia.

- ¿Sólo Dodger?

- Cariño, estuvimos lejos 120 días. Lamento muchísimo no haberte besado o abrazado hoy.

- Yo siento mucho haber arruinado tu regreso, seguramente querías descansar.

- Oye, está bien. Tienes que estar bien siempre .-cierro mis ojos cuando escucho a Tara llamarlo.- Tengo que irme.

- Estás con ella.

- Daisy...

- Chris son las diez de la noche.

- Es mi mejor amiga, Daisy.

- Olvidé que soy tu ex novia .-niego con molestia.- Cuando pienso que estás haciendo algo bien, lo arruinas más. Adiós.

- ¡Daisy! ¡No te atrevas a colg...

Termino la llamada.

De inmediato vuelve a timbrar, pero decido apagar el celular.

Entiendo que sea su mejor amiga, pero por Dios. Toda la familia Evans espera que Chris contraiga matrimonio con ella, piensan que yo sólo estoy por un rato. Qué Tara es perfecta para el y que yo solo estoy pintada.

Mientras Chris deje que ellos piensen eso, su postura sobre mi no va a cambiar.

(...)

Al pasar los días, la prensa se volvió loca. Ya existía el rumor de que Chris Evans había terminado su relación con Daisy Allier. Todo porque se le había visto con Tara en un centro comercial de Boston.

Los dos iban muy acaramelados riendo por todo el centro comercial, mientras yo estaba en mi casa llorando por el.

Me había dado cuenta de la notica porque salió en la televisión.

Mi celular continuaba apagado, mis padres rechazaban toda llamada proveniente del Evans. Ahora con la notica, ya no tenía interés de responder el teléfono.

Y comenzaba a dudar si quería salvar mi relación.

Estoy por sentarme en el sofá cuando el sonido del timbre inunda toda la casa. Al ser la única en casa, soy yo quien va a abrir la puerta. Me quedo sorprendida en mi lugar.

- Hola Daisy .-el bostoniano me sonríe cortamente.

- Hola Scott.

- Yo...-aleja la mirada unos segundos.- Vine a Nueva York por trabajo, Chris me dió la dirección y me pidió que viniera a ver cómo estabas.

- Mmh, ¿bien? Supongo .-entrecierro los ojos.

- Genial, gracias por abrir .-muevo mi cabeza con confusión.

- Okay, ¿adiós? -empujo la puerta para cerrarla pero pone su pie deteniéndola.

- ¿Podemos hablar?

- Pasa.

Me muevo para que el rubio pueda entrar, cierro la puerta y le indico que se siente en el sillón.

- Yo... .-frota sus manos en sus piernas.- Quiero disculparme contigo .-alzo las cejas.- Chris está muy afectado por tu partida, por cómo te sientes, y por cómo te hicimos sentir. Yo prefería mantener distancia para no hacer molestar a mi mamá y a mis hermanas .-me mira con pena.- Me gustaría conocer a la chica que hace feliz a mi hermano.

- Aprecio tus disculpas Scott, gracias.

- Espero que puedas perdonarme, y también a mi hermano.

Asiento.

- Es algo que los dos tenemos que hablar, gracias por venir.

Me pongo de pie, el imita mi acción entendiendo que es hora de irse.

Abro la puerta para el.

- Espero que puedan solucionar esto pronto .-yo ya no sabía si quería arreglarlo.- ¿Lo amas no?

- Por supuesto que sí.

- Intentaré hacerlo entrar en razón .-sale de la casa.- Adiós Daisy.

- Hasta luego Scott.

Cierro la puerta y me quedo pensando en lo que el rubio dijo.

¿Por qué a su madre y a sus hermanas les molesta tanto mi relación con Chris? Nunca he hecho nada para caerles mal, siempre he sido amable, y a pesar de tener pensamientos diferentes he sido respetuosa.

Jamás le he faltado el respeto a Chris como para darles razones, me considero una maravillosa novia.

Tenía que pensar seriamente.