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Llego a la sala de estar en donde se encuentran todos.

- Wow, te ves espectacular .-le sonrío a Pietro.

- Chicos, es Sábado, consíganse una cita y no se queden aquí .-Steve, Nat, Sam y Pietro me miran mal.

- Ignorando que me acabas de decir solterona, ¿a dónde te va a llevar el dulce Blake? -Nat mueve sus pestañas, río.

- Al Eleven Madison Park.

- Vaya Melissa, ¿sabes lo qué cuesta ese restaurante? -Pietro pregunta acercándose asiento.

- Él quiso llevarme ahí, saben qué puedo comer un hot dog de la calle y soy feliz .-respondo.

- Es por eso que deberías salir conmigo y no con él .-su brazo rodea mi cintura.

- Lo lamento, P, no eres mi tipo .-lo abrazo.

- Ya lo sé, ¿tienes alguna amiga aparte de Nat? -murmura lo último.

- Tengo mi arma aquí Maximoff .-Natasha se intenta poner de pie y Steve la vuelve a sentar.

- Señorita Melissa, el joven Blake acaba de llegar .-FRIDAY se escucha y asiento besando la mejilla de Pietro, levanto mi mano en dirección a los demás.

- Nos vemos, chicos.

- Ten cuidado .-sonrío en dirección hacia Steve.

Me doy media vuelta, camino para salir del complejo.

- Hola, preciosa .-sus labios se van inmediatamente a los míos, rodeo su cuello correspondiendo.- Te ves increíble.

- Gracias, igual tú.

- Vamos .-abre la puerta de su auto para mi y sonrío mientras me ayuda a entrar.

Media hora después ya nos encontrábamos sentados en la mesa del restaurante.

- Entonces, ¿a qué se debe todo esto? -con mis manos señalo todo el elegante lugar. Observo cómo traga nervioso, se remueve en su lugar.

- Yo, eh, Mel .-carraspea, alzo las cejas- Nosotros, tú y yo. Eh, hemos estado juntos por dos años, y ya sabes, nos amamos, te amo con todo mi ser. Y quiero pasar el resto de mi vida contigo .-del bolsillo de su saco toma una pequeña caja negra de terciopelo, jadeo- Se supone que haría esto después de cenar, ¿quieres casarte conmigo?

(...)

Suspiro entrando al complejo, una vez adentro desabrocho mis tacones, me deshago de ellos.
Camino hasta la cocina y sonrío falsamente al ver a la rusa.

- ¿Melissa? ¿Qué haces aquí tan temprano? -pregunta, camino hasta uno de los estantes y tomo una botella de whiskey de Stark.

- Bueno, tomé un taxi .-respondo tomando un vaso para después servir el alcohol.- Blake me propuso matrimonio.

- ¡¿Qué?! -se pone de pie y camina hasta mi tomando mi mano- ¿Dónde está el anillo? -dice soltándome.

- Le dije que no .-hago una mueca para después darle un sorbo al vaso.

- Déjame adivinar, ¿terminaron? -asiento.- Steve .-murmura y asiento de nuevo, dando un largo trago esta vez al vaso.

- Sí, no lo amo igual qué a él, pero Blake es totalmente diferente a Rogers, quiero decir, no sólo físicamente .-Natasha alza las cejas- Oye no te burles, ¿sabes cuántas veces he babeado cuándo está entrenando?

- No es su culpa que no le hayas declarado tus sentimientos .-se cruza de brazos.

- Claro, porque no se me había ocurrido decirle: "Hey Steve, me gustas desde qué entré al equipo, olvida a Carter y tengamos todos los hijos que quieras" -Natasha ríe, ruedo los ojos.- Eres una pésima amiga .-dejo el vaso en la barra y me giro para ir a mi habitación, pero me congelo en mi lugar.

- ¿Los qué yo quiera, eh? -mis mejillas se encienden y intento hablar pero solamente salen balbuceos de mi boca- Nat, ¿puedes dejarnos a solas?

- Pido ser la madrina .-la fulmino con la mirada, esta sale rápidamente.

- ¿Por qué no me lo dijiste? -murmura.

- Se lo dije a Nat, estás saliendo con la sobrina de Peggy Carter, ¿qué soy yo contra una Carter? -suspiro.

- Eres tú, Mel. Simplemente eres tú, tú y Sharon son distintas y probablemente es lo que más me gusta de ti.

- ¿Qué?

- También me gustas .-dice en voz baja, sonrío un poco.

- Oh, eso es genial, mmh si, yo terminé con Blake.

- ¿En serio? -muevo mi cabeza- También es genial .-entrecierro los ojos- No, no, no, no me malinterpretes, sólo me refería a que yo estoy...¿qué haces? -mis brazo rodean su cuello.

- ¿Puedes callarte y besarme por favor?

- ¿Estás segura? -lo miro mal- Bien, bien, de acuerdo.

Nuestros ojos se conectan hasta que nuestros labios se unen, cierro los ojos disfrutando del beso.

Sus manos se van a mi cintura acercando su cuerpo al mío. Suelto un gruñido cuando su lengua busca la mía y una de mis manos baja a su pecho.

Continuamos por unos segundo o minutos no lo sé, pero cuando nos separamos los labios del rubio están hinchados y rojos. Relamo los míos al ver lo sexy que se ve.

- Iba a invitarte a salir, pero, ¿aceptas una invitación a mi habitación? -pregunto con una sonrisa coqueta.

- Mel...

Con mi mano recojo mi cabello en una coleta, me giro.

- ¿Me ayudas con el cierre?

Su mano toma la mía y sonrío cuando me jala hasta mi habitación.

Bendito sea Steve Rogers.

CHRIS EVANS - ONE SHOTSDonde viven las historias. Descúbrelo ahora