CHRIS EVANS - ONE SHOTS

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Un llanto me hace removerme en mi lugar, abro los ojos quejándome.

El castaño a mi lado duerme como un angelito, su rostro luce relajado, sonrío al verlo descansando.

Busco mis pantuflas, enciendo la lámpara de mi mesita de noche. Me apresuro a salir de la habitación cuando el llanto se hace cada vez más potente. Recorro el pasillo hasta llegar a la habitación.

Abro la puerta despacio encendiendo la luz. Dodger se mueve alrededor de la cuna.

- ¿Qué pasa cariño? -el llanto se detiene una vez escucha mi voz. Balbucea como si conversara conmigo.- Princesa, tenías mucho tiempo sin despertarte en la madrugada.

La tomo en brazos pegándola a mi pecho. Guarda silencio mientras la arrullo.

- ¿Quieres que vayamos a dormir con papá? -mueve sus piernas con emoción.- Bien, tranquila, vamos Dodg.

Apago la luz para salir de la habitación.

Dodger prácticamente sale corriendo, de un brinco sube a la cama, recorre todo el colchón  hasta llegar al rostro de mi esposo y lamerlo.

El castaño abre los ojos sorprendido, mira ofendido al can, para después mirarnos.

- ¿Por qué están despiertas? -hace una mueca mirando el reloj.

- Creo que tú princesita tuvo una pesadilla .-extiende sus manos hacia mi, le entrego a la bebé quién se deja abrazar por su padre.- No quise despertarte, aunque fuera tu turno de ir. Sé que estás cansado.

Palmea el lugar a su lado. Dodger se recuesta a los pies de la cama. Me siento a su lado, tomo su mano.

- Oye, está bien .-con su pulgar acaricia el dorso de mi mano.- Sé que tú estás siempre atendiendo a Millie, déjame al menos consolarla cuando tenga pesadillas.

- De acuerdo, olvido que eres el Capitán América .-me mira ofendido, suelto una risita.- La próxima vez te despertaré.

Besa mi mejilla con una sonrisa en su rostro.

- Ven aquí.

Deja caer su espalda en el colchón, coloca a su hija en su pecho. Extiende su brazo invitándome a recostarme a su lado.

Descanso mi cabeza en el músculo de su brazo. Entierro mi cara en su cuello inhalando el olor natural de su cuerpo.

- Se siente bien tenerte en casa .-besa mi frente.

- Olvido que soy yo el cursi en esta relación .-ríe levemente.- Se siente bien tenerte entre mis brazos.

- Sólo un brazo, el otro está siéndome infiel .-ambos reímos.

- Estoy abrazando a nuestra hija, no seas celosa, amor .-ruedo los ojos con diversión.

- No estoy celosa .-le saco la lengua.

- Acércate .-inclino mi cabeza hacia delante. Sus labios se juntan con los míos, al instante mete su lengua en mi boca buscando la mía.- No deberías de usar tu lengua para otra cosa más que para besarme.

- ¿Estás seguro Christopher? -alzo las cejas.

- No me tientes .-gruñe haciéndome reír.

- ¿Por qué? .-deslizo mi mano dentro de su camisa.

- Espera a que se duerma y te prometo que haremos lo que quieras .-me mira con suplica.

- No me sorprendería qué tú te durmieras antes .-me burlo.

- Ahora qué me encendiste, no lo creo.

- Calma fiera, esperaré a que se duerma .-sonrío acurrucándome contra el.