CHRIS EVANS - ONE SHOTS

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- Buenos días .-lo abrazo con mucha fuerza, sonrío cuando lo escucho reír.

- Buenos días preciosa .-estiro mi cuello para poder besar su mejilla.

- Te hice el desayuno .-me pongo de pie para traer la bandeja que deje en la mesita. Y la pongo en sus piernas.

- Gracias, mi vida .-lleva su mano a mi estómago para acariciarlo.- ¿Cómo están hoy?

- Hoy está tranquilo, tenemos una sorpresa para ti. Después podemos irnos a casa de mi papás.

- Amor .-se queja.- Tu padre me odia.

Ruedo los ojos.

- Chris, no te odia. No digas eso.

- Cuando le dijimos que estabas embarazada casi me golpeaba.

- Embarazaste a su bebé, ¿cómo te sentirías si un chico mayor embaraza a tu hijita? -alzo las cejas.

- Ni si quiera lo dejaría salir con alguien tan mayor .-frunzo el ceño.- Es ridículo, no tendría sentido, solo sabría aprovecharse de ella, y obligarla a muchas cosas, manipularla. No, no, me niego a que mi hija pase por eso .-me quedo en silencio mirándolo.- ¿Qué?

- Te recuerdo que eres mayor por 12 años.

Me levanto de la cama con molestia.

- Isabella .-intenta tomar mi mano pero gracias a la bandeja que está en sus piernas no lo logra.

Acelero mis pasos al baño y justo cuando estoy por abrir la puerta su mano rodea mi muñeca haciéndome girar.

- Suéltame por favor .-las hormonas hacen que mis ojos se cristalicen de inmediato.- ¿Eso haces conmigo? ¿Te aprovechas?

- No, Bella, no es lo que quise decir.

- Por favor Christopher .-hablo con sarcasmos.- Acabas de describir nuestra relación.

- Bella, nosotros no somos así.

- ¿No? ¿No acabas de generalizar? Eso es lo que piensas de nosotros al parecer .-suspira soltándome.- Tu familia llega al aeropuerto 12:50, terminal 5C.

- ¿Qué?

- Si Chris, feliz Día del padre. Yey .-digo nuevamente con sarcasmo.

Me volteo para entrar al baño, y esta vez no me lo impide. Cierro la puerta con seguro y abro la llave de la tina para intentar relajarme.

Me deshago de mi pijama pero me quedo observando la curva de mi estómago en el espejo. Hago un puchero y antes de que empiece a llorar entro a la tina.

¿Por qué hablaba así cuando nuestra relación era igual?

Es mayor por 12 años.

Soy la única mujer en mi familia.

No estamos casados.

Vivimos juntos.

Tenemos un perro.

Vamos a tener un bebé.

¿Cuál era la diferencia?

Pierdo la noción del tiempo, pero cuando salgo mis dedos están arrugados y la casa está en completo silencio.

Regreso a la habitación y Dodger solo me mira desde la esquina del cuarto.

Me apresuro a ponerme ropa presentable, solo me maquillo un poco y cepillo mi cabello.

Tomo la correa de Dodger y este sale corriendo en mi dirección con emoción, me inclino para ponerla en su collar, río al verlo brincar con felicidad.