Capítulo 24

849 91 2
                                    

¡Hola, mis queridos lectores☺️!

Capítulos unidos: 46 - 47. Total de palabras: 2422

+-+-+
Mayo 25. 1994.
Mansión Malfoy
+-+-+-+

A pesar de desear seguir mirando como su pareja dormía tranquilamente utilizando su regazo como almohada, Lucius reviso los documentos. Si se trataran de los informes de sus negocios, los habría dejado de lado, pero como trataban de las copias de los contratos ya firmados por los nuevos profesores y ayudantes, eran de importancia.

No es que desconfiaran de los gobblins - en realidad, Lucius confiaba en ellos y extrañamente la relación era buena, tratándose con respeto, incluso cuando era bien sabido que los gobblins despreciaban a la mayoría de los magos y brujas - sin embargo, el rubio quería asegurarse en persona que el director o algún compañero Mortífago no se haya metido en medio.

Actualmente, de todos los contratados solo podía llegar a desconfiar de los dos: Nathan Rowle y Katia Doge. El primero era sobrino de Thorfinn Rowle - uno de los Mortífago leales a la causa -.  Lucius no conocía mucho al padre del joven, por lo que no sabía si crío a su hijo para que siguiera los mismos caminos de su tío, y si seria un peligro para los estudiantes.  El joven iba a ser profesor de Encantamientos para los alumnos de primero, segundo, tercero y cuarto año. Sus clasificaciones eran excelentes y la persona que lo recomendó fue el profesor  Filius Flictwick fue quien lo recomendó, comentando que era uno de los mejores del campo.

Por otro lado, Katia Doge era la sobrina nieta de Elphias Doge, un amigo/seguidor de Dumbledore desde hacía bastante tiempo. La joven no ingreso como profesora, sino como la asistente del profesor Ardenson de Herbología. Lucius sospecho que ella era partidaria del director - a diferencia del Nathan y su padre, Elphias era muy vocal hacia su devoción hacia el director y quizás envolvió a su sobrina nieta -, así que seguramente intentará hacer que Harry se junte con sus mejores amigos en esa clase.

Suspiro, de manera distraída su mano izquierda comenzó a acariciar los cabellos castaños de su pareja en un intento de calmarse. Se reprendió a si mismo. No debía de juzgarlos solo por los antecedentes familiares que poseían, capaz no eran leales a ninguna causa y solo deseaban trabajar para ayudar a fomentar  el futuro de los alumnos.

-- ¿Lu...? -- Se quejo Remus, medio dormido, al sentir como dejaron de acariciarle la cabeza --.

-- Falta poco, después podemos relajarnos hasta que sea el momento -- Bajo un poco el rostro para darle una sonrisa cariñosa --.

El hombre lobo respondió con una sonrisa dormida y se acurruco más contra su pareja. Su lobo interno gruñendo pacíficamente al estar rodeado del dulce aroma de su compañero. Los cambios no eran dolorosos al estar cerca de su ancla, de su compañero para tener la conciencia humana controlando los instintos animales.

~-~-~

Hogwarts.

La vice directora y profesora de Transformaciones, Minerva McGonagall era una mujer con una paciencia casi infinita - los Merodeadores eran una leyenda no solo por sus bromas, también lo eran por haberle hecho perder la paciencia más de dos veces - pero en esos momentos el director estaba colmándola poco a poco. Ella bebió su té con cuidado, asintiendo de manera distraída aún cuando no prestaba atención.

Si fuera otra situación, ella se regañaría a su misma por actuar de tal manera. Ella era la vice directora, la cuarta persona con más poder en el castillo - anteriormente era la segunda y Albus el primero, pero con la llegada de los herederos de los fundadores pasaron a ser el tercero y la cuarta respectivamente - por lo que debía de prestar atención a los asuntos relacionados con la escuela. Pero Minerva tenía sus principios morales y no iba a obligar a un niño a pasar tiempo con personas que no eran de su agrado.

Nuevo Bando [Reescritura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora