Nuevo Bando [Reescritura]

Capítulo 6

¡Hola, mis queridos!

Recuerden, mañana no hay capítulo ya que los martes son días en los que actualizo Triada

Capítulos unidos y re-escritos: ¿¡Qué demonios?! - A pedir ayuda~ Total de palabras: 3450.

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Madriguera.
Julio 23, año 1993.
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Escondiendo su rostro detrás de un viejo libro, Percy prestó atención a la discusión que sus padres tenían con el director Dumbledore - si lo estaba grabando, era algo que nadie debía de enterarse - a causa de la injusta disolución del compromiso del último Potter con su pequeña e inocente hermana menor. 

El pelirrojo casi deseo golpear su cabeza contra la pared más cercana. Percy casi golpea su cabeza contra la pared. Casi. Él tenía el suficiente orgullo y dignidad para realizar un acto como eso. Después de todo, su verdadero apellido se lo impedía.

De forma inconsciente, su mano derecha acarició la pulsera de plata y con tallado de un nudo celta que descansaba en su muñeca izquierda. La pulsera estaba hechizada para que nadie a parte de él - y personas en las cuales él confía - la pueda ver.

Sospechaba que si Molly Weasley veía la pulsera exigiría saber de donde la saco, se la quitaría bajo la escusa de que la robo y buscaría al dueño solo para intentar venderla - o quizás la guardaría o se la daría a Ron, el niño que más mimo porque seria, es, el amigo de Harry Potter -.  Algo que él no deseaba que sucediera.

Esta pulsera significaba mucho para él, porque le había sido dejada por su padre como regalo. Percy se permitió mostrar una sonrisa pequeña, hasta cierto punto tímida. Pensar en sus verdaderos padres le daba una gran tranquilidad, un bálsamo que cura las  heridas que los años han formado en su corazón.

¿Qué heridas? Las que comenzaron en su infancia. El pelirrojo de ojos azul eléctrico y de lentes - falsos, cuando recibió su herencia, pidió ayuda a los goblins para solucionar su problema de visión, los lentes eran para evitar las preguntas de Molly -  era excluido en la niñez, dejado de lado por Molly quien actuaba como si no existiera. Al menos, le prestaba algo de atención si Arthur estaba presente. 

Fue por estos motivos y otros, que siempre presto más atención a los libros. Esto hizo que se alejara más de sus hermanos, quienes terminaron por tratarlo con burla y lo llamaron come libros.

Oh, le había dolido y mucho. Hubo momentos en los cuales tuvo que sonreír a la familia Weasley y ocultar, evitar sus lagrimas. Él solo había querido el cariño de su madre.

Esos deseos fueron desechados cuando cumplió los 11, cuando una carta del banco Gingotts le abrió los ojos a la cruel realidad. Su nombre no era Percival "Percy" Ignatius Weasley Prewett, hijo de Arthur Weasley y de Margarita Weasley nee Prewett.

Su verdadera identidad era Percival Eneas Benette Rosso, hijo de Antwon Lucano Bennett y Annabella Benette nee Rosso. Ambos sangre pura que habían fallecido en algún momento de las batallas contra Voldemort y sus mortifagos.

Todo su ser se había llenado de ira, rabia y rencor. Toda la indiferencia que sufrió en su infancia encajo. Era tratado así porque no era hijo de Molly pero aún así ella lo tuvo que criar, por los planes de Dumbledore.

Los Goblins fueron amable y útiles en el momento en el cual se entero de la verdad. Comenzó a desconfiar cuando el gerente de sus cuentas le dijo que que el director de Hogwarts había querido ingresar a las bóvedas rebosantes de oro, joyas y demás alegando ser su guardián. Lo cual era una mentira. Regulus Black era su guardián, el cual estaba...