Capítulo 27

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¡Hola, mis queridos lectores ❤!

Capítulos unidos: 52 53. Total de palabras: 3359, sin contar nota final ni la de inicio~

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Junio 18. 1994.
Mansión Malfoy.
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Altair amaba la mansión Malfoy. Era un lugar grande y antiguo, como un museo pero más interesante y menos aburrido. Las personas pintadas en los retratos podían moverse. Hay habitaciones que eran realmente grandes, la biblioteca era un ejemplo: de dos pisos y la escalera aparecía al momento de necesitarse.

El patio inmenso era otro lugar que le gustaba visitar. Eran tan verde y extenso para correr, con árboles de distintos tamaños para escalar o esconderse, las fuentes de agua podía crear pequeños patrones si se lo pedía, los pavo reales eran hermosos y magníficos pero siempre terminaban escapándose cuando Altair se acerca. ¡Altair solo quería arrac- jugar con ellos! Porque él no quería arrancarles las plumas, claro que no. Eso es un falso testimonio.

Además, conoció a algunos de los integrantes de su nueva familia. Estaba el abuelo Abraxas - como el hombre pidió ser llamado - era una mezcla de consentidos y hombre severo, el tío Remus que siempre tiene un chocolate para regalarle a escondidas. El tío Lucius y el tío Ethan que a veces le cuentan como funciona el mundo mágico - al cual ahora pertenece al igual que su papá -. Tío Sirius era un niño grande - palabras de su papá - y tío Sev era amable, casi cariñoso, después de salir de ese aspecto serio. Tío Rabastan y tío Rodolphus eran buenos en explicarle como funcionan algunos hechizos.

¡Su prima Dora era hermosa y divertida! Ella siempre jugaba con él cada que podía ¡y podía cambiar de aspecto! Aunque, en su opinión, ella es más bonita en su apariencia normal. Aún no conocía a su primo Draco - ¡que genial! Tenía el nombre de dragón -, a su primo Harry - ahijado de su tío Sirius, nieto de una tía abuela o algo así de su papá pero compartían sangre por lo que eran primos -, a su primo Thomas - el protegido de su abuelo, aunque también su mejor amigo -, a su primo Neville y a su primo Theo - seguramente habría sangre Black diluida en ellos por lo tanto, eran parientes - debido a que estaban en la escuela.

¡Escuela donde aprendían magia! ¡Un sueño hecho realidad! A pesar de no agradarle la idea de separarse por meses de su papá, Altair sabe que debe de aprender a controlar su magia para proteger a su papá del pelirrojo de su visión... o al menos, protegerlo hasta que ese pelirrojo demuestre que es merecedor de su papá. Porque Altair no va a regalar a su papá tan fácilmente.

¿Sus primos podrían ayudarlo? Estaba casi seguro que tendrían buenas y diferentes ideas para defender a su papá del domador de dragones. Asintiendo para si, Altair comenzó a escribir en su libreta un par ideas que después le mostraría a sus primos para que lo ayuden.

Además, decidió ignorar la mirada curiosa - ¿y asustada? - que le dirigía su tío Sirius. El actual Lord Black no estaba seguro si debía de preocuparse - asustarse - por la sonrisa en el rostro infantil de su sobrino o no meterse en los asuntos del menor.

Por su salud mental, eligió no intervenir. Altair había sido criado por un Black - incluso sin memoria, Regulus es un Slytherin y demasiado vengativo  - por lo tanto meterse en medio de sus planes terminaría muy mal.

Eso no evito rezarle a la Diosa Mágica para que se apiade de la pobre alma.

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Su nombre era Regulus Black... pero también lo era Renato Noir.

Los años viviendo como un muggle quedarán grabados para siempre en su memoria.. Cada experiencia, cada acto fue suyo. Y a Regulus no le molestaba decir que fue refrescante vivir como un sin mágica. Era interesante ver y experimentar como los muggles se las arreglaban sin magia.

Nuevo Bando [Reescritura]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora