Nuevo Bando [Reescritura]

Capítulo 25

¡Hola, mis queridos lectores ❤️!

48 49- Total de palabras: 2621.

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Junio 6. 1994.
San Mungo 
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La emoción recorría cada parte del cuerpo de Sirius mientras Amelia despedía al auror que estaba custodiando a su sobrino... sobrino, una palabra que no le era extraña pero la situación si. Sabía que su hermano estaba vivo en algún lugar y que lo encontraría, nunca pensó que tendría una familia - o al menos, un hijo -.

Los ojos del actual Lord Black se dirigieron al niño. Era tan pequeño, con rasgos parecidos a los de Regulus. Una sonrisa tímida en sus labios y sus ojos - que brillaban con curiosidad - eran de un azul eléctrico que si uno veía con mucha atención podría notar unos tonos grises. Su rostro de aspecto inocente eran enmarcados por unos oscuros bucles.

Lo único que evito que Sirius se lanzara a su sobrino y lo aprieta entre sus brazos era la mano de Amelia en uno de sus hombros. Antes que los adultos pudieran hablar, el menor se adelanto. 

-- ¡Hola, tío Sirius! -- La sonrisa de su rostro creció --.

-- Altair -- Nombró Amelia de inmediato, no permitiendo que Sirius hable --. ¿Cómo supiste que él es tu tío?

Ella solo le había mencionado que su tío paterno vendría a visitarlo y se aseguro que ni los aurores, ni los medi magos le dijeran el nombre, ni que le mostraran alguna fotografía para que lo reconociera. Altair se sonrojo y bajo la mirada, viendose muy avergonzado. Su carita se arrugo en señal pensativa, luego asintió como si hubiese tomado una decisión.

-- Pues... lo vi en una visión -- Susurro Altair, como si quisiera mantener el secreto --. Papá dice que tengo el don de ver el futuro... ¡Pero no le digan a nadie más!

Sirius parpadeo algo extrañado y en su memoria busco si la familia Black - la familia Gamp* o la familia MacMillan* - tenía magia o sangre de clarividente. En ese momento llego a la conclusión que no, pero debía de investigar más a fondo aunque ese don también podría haber sido heredado por el lado materno.

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En una habitación un poco alejada de donde se queda el pequeño Altair, se ecuentra el medi mago Alexander Writt de 59 años. Este med mago seguía sin poder creer lo que sus ojos veían. Regulus Black, quien se rumoreaba que había muerte durante la guerra con Lord Voldemort, regresaba de entre los muertos con un bloqueo en su memoria - que le dio una amnesia completa -  y en su núcleo mágico.

Estos bloqueos eran viejos y raros, unos que solo un historiador podría saber. Alexander los pudo reconocer por las escrituras de un viejo amigo. Esto significaba que alguien había querido desaparecer al hombre por un tiempo, hasta que ese alguien sienta que lo puede utilizar.

En el rostro del medi mago se formo una mueca mientras miraba al menor de los Black. Por cruel que suene, fue una gran suerte que Narcissa lo encontrara. Los bloqueos en el núcleo mágico eran prohibidos en la gran mayoría - sino es en todos - los países mágicos y solo a los peores criminales se les colocaba uno pero con un tiempo máximo de tres a cinco años porque más tiempo significaba que esas personas comenzarían a perder la razón, ala punto de perderse en la locura. Sin embargo, estas personas podían continuar actuando de manera cuerda hasta que sea demasiado tarde para evitar las catástrofes que provocaban.

Eso era lo que le había sucedido a Lady Rebeca Miller, la Lady Oscura más conocida por todas los países. Era una mujer oriunda de Australia, que se mudo a Inglaterra cuando se caso, y fue el mismo esposo quien bloqueo su núcleo mágico por más de 20 años para mantenerla sumisa. La mujer estaba ubicada entre los cinco peores Lord Oscuros que azoto toda Europa.