Esta historia podría ser contada desde el inicio, el final, el punto de vista del bueno, o del malo, pero seguiría siendo una historia que debe contarse, con un inicio y un fin. Para poneros en contexto, debemos irnos muchos siglos atrás, a la época clásica, a la Grecia Antigua.
¿Conocéis el mito griego de la Caja de Pandora? Para quien no lo conoce, coge asiento, te contaré una historia.
Según los escritos de mitología griega, Pandora fue la primera mujer, moldeada a imagen y semejanza de los mortales por el dios del fuego, Hefesto, con la ayuda de Atenea. Fue ordenada hacer por el dios de dioses, Zeus, para castigar a los humanos, dado que para proporcionárselo a los hombres.
Cada uno de los dioses del Olimpo proporcionó a Pandora una cualidad diferente, haciendo que tuviese una gran belleza, persuasión, habilidad manual y gracia. Aunque hubo algo que también se introdujo en ella, pero no por los dioses sino por Hermes, su mensajero e intérprete de la voluntad divina, quien dotaría a Pandora del don de la mentira.
El mito de Pandora comienza en el momento en el que Zeus le entrega una caja para que se la lleve a Epimeteo. Dentro de la caja se encontraban todos los males existentes y tenía la prohibición de abrirla en ninguna circunstancia.
Pandora tenía una gran curiosidad y finalmente no pudo resistir la tentación de abrir la caja y en ese momento todos los males se escaparon y se alojaron entre el género humano. Ante lo que sucedió, Pandora tuvo miedo y cerró la caja, pero solamente pudo dejar un elemento sin escapar, la esperanza, lo que hizo que los humanos no la recibieran, de ahí el dicho popular de que la esperanza es lo último que se pierde.
De esta forma nace el mito y la expresión de abrir la caja de Pandora, representante máximo en la mitología de la perdición de la propia humanidad.
Dicho esto, debemos avanzar en el tiempo, hasta nuestro siglo, a 2015, donde una joven miraba el chocar de las olas contra las rocas desde uno de los balcones de la ostentosa mansión en lo alto del acantilado, sintiendo la brisa marina en su bello rostro y como el viento mecía su dorado cabello y su blanco camisón.
—¿Estás lista? —le pregunta un hombre mayor a la joven, la cual asiente, girando su cabeza hacia el lugar de donde proviene la voz—. Si no estás segura puedes negarte...
—No —interrumpe la chica—. Llevo toda la vida entrenando para esto —yergue su cuerpo y alza su mirada—, y no pienso desaprovechar la oportunidad —el hombre sonríe, satisfecho con las palabras de la joven y orgulloso de la persona que tiene delante.
—Serás grande, mi pequeña —toma el rostro de ella y deja una cálida caricia—. Si todo sale bien, tendrás todo el mundo a tus pies, Pandora.
—También controlaré las sombras —agrega la chica—. Pero si sale mal, ya tengo escrita mi sentencia de muerte —desvía la mirada.
—Nada va a salir mal. Eres astuta e inteligente, juega tus cartas y haz que todo el mundo baile al son de tu música.
—Eso haré, abuelo.
Dentro de la mansión suena el gran reloj, indicando que es momento de partir. Ambos se envuelven en un abrazo lleno de emociones que ninguno es capaz de controlar, pero sí de interpretar.
¿Hasta aquí bien? ¿O seguís un poco desubicados? Bueno, tiempo al tiempo, pronto todo tomará sentido.
Antes de adentrarnos de lleno en la historia, todavía debemos hacer un salto más en el tiempo, esta vez no muy lejos, pues avanzamos unos años, a 2019, pero no nos centramos en aquella bella joven, ahora nos interesa un apuesto caballero sentado en una silla, degustando una copa de uno de sus whiskeys favoritos, admirando las luces de la ciudad que tiene a sus pies, desde el cristal de su despacho.
Toma un sorbo para después desatar su corbata, cruzar su pierna y llevar su mano libre al cuello, tocando el collar militar que cuelga de él, pasando sus dedos por la inscripción que este contiene. «Argos Amatos». Aprieta la pequeña placa partida en dos, como si fuera a romperse en mil pedazos, antes de guardarla otra vez.
Nota la presencia de alguien a sus espaldas, y no tiene que girarse para saber de quién se trata.
—Quiero formar una unidad especial —comienza a hablar—, una unidad de élite, formada por los mejores de cada especialidad.
—¿Para qué, si se puede saber? —el hombre se va acercando a su posición dando pasos lentos, cauteloso.
—Para tener poder, ¿qué más, sino? —el caballero termina de beber el contenido del vaso que descansaba en una de sus manos—. Quiero acabar con mis enemigos, hacerles ver mi deseo de controlar tanto la ley como la oscuridad.
El hombre escucha atento las palabras del caballero, comprendiendo las intenciones que este tiene. Lo que no sabe, es que el puesto que quiere ostentar ya tiene nombre.
—Te llevará tiempo y muchos permisos conseguirlo —alega el hombre.
—No quiero que sea público la existencia de esta unidad. Quiero que sea el as bajo la manga en la partida de la vida. Una unidad secreta, de la que no se tenga constancia, que pase desapercibida, que sea letal y que infunda temor en la oscuridad.
—Si es lo que quieres, adelante, créala, pero necesitas a gente muy entrenada y dispuesta a sacrificar su vida por la causa.
—La conseguiré —responde el caballero, levantándose de la silla y enfrentando al hombre que se encuentra en el lujoso despacho del caballero—, y seré uno de los militares más respetados del mundo entero.
—No tan rápido, Dante —dice el hombre mayor con un tono de advertencia y autoridad en su voz—. Si haces esto, será bajo mi supervisión y control. Tú estarás al mando, pero yo seré quién llevará el control y te cortará las alas si fuera necesario, ¿estamos?
—Por supuesto, General Ricci.
Ambos asienten, simbolizando vía libre al proyecto que cierto caballero militar quiere llevar a cabo, sin saber lo que esto supondría y sin llegar a comprender a quién tendría que recurrir en un futuro para que sus planes se cumplan.
Y con estas palabras me despido. Ahora toca conocer la historia de aquella joven italiana, ahora no tan joven, con nombre de mito griego y un espía militar griego con nombre de poeta italiano.
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PANDORA © (Sombras #1)
RomanceDUOLOGÍA SOMBRAS - Libro I (Completo) Pandora es un arma de doble filo, es la elegancia y seducción personificada, pero también es la maldad y perversidad encarnada. Empresaria de éxito por el día, y una de las mejores agentes de inteligencia milita...