PANDORA © (Sombras #1)

CAPÍTULO 55

ESTRATEGIA.

Pandora

Toda casualidad es inesperada y espontánea hasta que deja de serlo. Ahí es cuando parece que cae una venda puesta sobre tus ojos, viendo el mundo de otra manera... Lo que creías que había ocurrido por mera coincidencia resulta ser un plan meditado, una estrategia.

Siempre se ha dicho que los actos tienen consecuencias, pero también todo acto sigue un patrón único, una estrategia razonada, incluso las decisiones impulsivas.

Nuestro cerebro es una máquina que nunca descansa, que recibe constantemente estímulos del entorno que nos rodea y emite reacciones ante ellas, muchas veces sin ser nosotros consientes de ellas. Es el cerebro el que de forma interrumpida elabora estrategias a pequeña escala que, en cierto modo, nos mantienen vivos y nos permite vivir el día a día.

Siguiendo esta pequeña reflexión, hago como ese cerebro que habita en nuestra cabeza protegido por una coraza de hueso. Estoy protegida por un título de sombras y respaldada por un alto cargo legal, recibiendo información de muchos frentes y emitiendo respuestas en forma de pequeños movimientos sutiles que, si logras unirlos, hacen un efecto dominó cuyo objetivo final es la caída de un imperio, uno por el que merece la pena morir.

Yo lo llamo La Estrategia de las Sombras. Otros prefieren llamarlo Proyecto Caos.

Los he reunido todos en el patio central de mi primera casa cuando volví a Florencia, el palacio Médici. Los primeros rayos de sol indicen en nuestros rostros sentados alrededor de una mesa redonda colocada en medio de ese patio. Todos vestidos de negro, el color del luto, pero también el color del poder, de la elegancia, la seducción, la muerte...

Elsa Wolf, Dimitri Ivanov, Evelyn Montaner, Ken Nakamura y Clio y Dymas Nikas. Todos aquí presentes como en los viejos tiempos, reunidos por una buena causa, venganza.

—A ver, recapitulemos para que todos lo entendamos —Ken habla tras mi silencio—. Te haces pasar por la hermana muerta de Marco, entras a La Academia, te ganas el favor de Bloodwood y la polla de Claus, destacas entre todos nosotros como una niña prodigio, asciendes en la pirámide el poder en las sombras, haces que Claus baile al son de tu música y todo eso para hacer caer a todos los que crearon La Academia de Artes Oscuras para que, entre los presentes en esta mesa y con Marco, llevemos un equilibrio de las sombras sin hacer que los futuros herederos pasen por el adiestramiento que nosotros tenemos.

—Justo eso es lo que acabo de decir —digo serena, curvando mis labios en una sonrisa mientras cruzo las piernas por debajo de la mesa, acomodándome para seguir escuchándole.

—Y para hacer eso posible llevas aproximadamente tres años vigilando a los profesores que tienen influencia en el concejo de familias, a los miembros de esta y a toda persona que pueda ser una amenaza para tu plan.

—Sí. Un largo trabajo de investigación, trazando cada paso meticulosamente para que nadie sospeche —explico con cierto dije de altanería en mi voz.

—Entonces, ¿cuál es el plan? —termina preguntando tras hacer un resumen de mi relato.

—Hacer caer poco a poco a las personas cuyo voto pueda ser muy influyente en la toma de decisiones sobre convertir ese lugar en un internado. El objetivo final es hacer desaparecer a La Academia y la sociedad que representa, porque siempre existirá el mal, pero no hay necesidad de convertir el mundo en un tablero de juego y a nuestras familias como las fichas de la partidas controladas por Bloodwood y sus ideales. ¿Me seguís con lo que quiero llegar a decir?

Asienten lentamente con la cabeza, instándome a seguir con mi discurso.

—La estrategia que llevo cocinando todos estos años no es algo que se cumpla rápido, sino que llevará tiempo para que no levante sospechas y nos puedan señalar —me incorporo en la silla, apoyando los brazos sobre la mesa—. Hacer que vayan muriendo poco a poco por causas naturales o de la misma forma que enseñaban en sus clases. La señorita Fairchild fue la primera en caer.