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Dean.

Mis manos quemaban en su piel, los labios de Rossalie eran tan adictivos que no podía desprenderme de ellos, quería más y más.
Su piel a pesar de estar adornada por pequeñas cicatrices, era suave, aterciopelada. Su durazno se acoplaba perfectamente bien en mis manos y sus pechos, a pesar de ser pequeños siempre tenían mi atención.
Acaricié y toque cada centímetro de su cuerpo, hasta que me detuve en sus pechos, pude ver cómo comenzaba a sentirse nerviosa y la entendía, pero si es lo que ella quiere, lo haré especial.

-Quieres seguir?, Me puedo detener si lo quieres.

-Sigue, solo que todo es nuevo para mí y no se cómo satisfacerte.

Si supiera que con un beso hace que me ponga duro y el hecho de tenerla conmigo es el mejor placer del mundo.
Tome su rostro e hice que me viera directamente a los ojos mientras plantaba un beso pequeño en sus labios.

-Nunca más vuelvas a cuestionarte algo de esa manera, todo es poco a poco y no sabes lo mucho que me satisfaces con un beso. En el momento en el que quieras parar solo habla y lo entenderé, si soy muy brusco dime, no quiero lastimarte.

Seguí besando sus labios, su cuello y poco a poco baje a sus pechos, con delicadeza baje el pequeño blusón que traía y cayó reposando en su cintura. Sus pezones erectos hicieron que empezará a salivar y sin previo aviso comencé a lamerlos. Los pequeños gemidos que Rossalie emitía iban directo a mi otra cabeza y aunque no quisiera, mi vista comenzaba a nublarse.

Volví a besar sus labios, su cuello, sus manos, hasta que la puse debajo de mi. Desabotone mi camisa y la tire el piso, la mirada de Rossalie iba y venía por todo mi pecho, hasta que su mirada se concentro en mi amigo y justo en ese momento estuve apunto de perder el juicio y poder tomarla como yo quisiera, empapar su interior con mis jugos, pero lo único que quiero es que se sienta bien.
Tome sus piernas y comencé acariciarlas, de arriba a bajo hasta que llegue a su pantie y con un poco de desesperación la saque de su cuerpo junto con el camisón.
Baje mi pantalón junto con mi boxer y de nuevo volví a besarla, hacer que comenzará a mojarse para tener mejor acceso y sin tanto dolor. Con una de mis manos baje lentamente por todo su cuerpo hasta que tuve acceso a su flor, comencé a mover un poco su centro, recorrer de arriba abajo sus labios con uno de mis dedos y cuando por fin tuve un poco de su néctar en mi, lo adentre un poco.
Rossalie gimió y eso solo provoco que me pusiera más duro.

-Poco a poco voy a ir introduciendo más mi dedo, para poder tener mejor acceso. No sabes lo hermosa que eres, tienes el cuerpo de una Diosa y me tienes a tus pies Rossalie Henderson, te amo con a nadie en esta vida y solo tú tienes mi corazón.

Introduje un poco más mi dedo, mentiendolo y sacándolo, hasta que por fin pude hacer que estuviera un poco dilatada y fue ahí donde mis impulsos me ganaron y con cuidado de no hacer una tontería enorme, comencé a pasar mi glande por toda su flor. Estaba empapada, lista para mí, y eso a pesar de prenderme como nunca me hacía sentir más que afortunado.

-Lista preciosa?, Iremos despacio, de acuerdo?.- Rossalie me asintió y se recostó completamente sobre la cama.- Todo estará bien.

Metí con mucho cuidado la cabeza de mi miembro y sin esperar tanto me acerque a besarla, comencé a meter y sacar un poco la punta, hasta que por fin pude meterlo todo. Rossalie enterró sus uñas en mis brazos y temí haberle causado daño.

-Por favor dime qué no te lastime, que no fui tan brusco.

-No pasa nada, solo dolió un poco, pero ya está, puedes moverte?.

Comencé a mover mis caderas hacia delante y atrás, lentamente pero con fuerza, el rostro de Rossalie se relajo y el placer la inundó por completo. Bese su cuello, sus pechos, recorrí con mis manos su cintura y su rostro, jamás pensé que el estar dentro de una mujer me causará tanto placer como con ella, su estrecho coño me daba una sensación riquísima y el verla sonrojada gimiendo debajo de mi, lo era todo. Poco a poco la sensación fue subiendo y el calor se hizo más intenso, ya no faltaba mucho para que tuviera su primer órgasmo y yo terminará.

-Vamos nena, eres hermosa, termina junto conmigo.

Mis movimientos fueron más rápidos y bruscos, el chocar de nuestra piel inundaba por completo la habitación, hasta que por fin Rossalie soltó un gemido ahogado y después de eso, termine dentro de ella. Me pude recostar sobre su pecho y besar su cuello.

-Te hice daño?.

-No, estoy bien. Gracias Dean.

-¿Gracias?.

-Me haces la mujer más feliz del mundo y el estar así solo me demuestra que quiero estar toda la vida contigo, sin importar las consecuencias.

La bese con tanto amor, con tanta dulzura, sus palabras solo avibavan mi corazón.

-Te amo Rossalie, ahora vamos a dormir, espero que no tengas consecuencias.

-Yo se que no, vamos, hay que dormir.

Nos cubrimos con las cobijas y abrazados el uno del otro nos quedamos profundamente dormidos.

(...)

Al despertar, Rossalie ya no estaba en la cama, ni siquiera en mi campo de visión.
Un miedo se hizo presente en todo mi ser, ¿Se habría ido?.
Me levanté de prisa de la cama y al pasar por el baño, escuché el ruido del agua cayendo, Rossalie se estaba bañando. Entré lentamente y la vi detrás de la puerta de cristal, con su cabeza inclinada, disfrutando de su baño.

Me acerque y quite el pantalón corto que me puse deprisa hace unos momentos, entre con mucho cuidado a la bañera y la abrace por la cintura, dio un pequeño brinco y volteo a verme.

-Dios mío Dean, me espantaste.- La pegue a mi y di un pequeño beso en sus labios.- Como dormiste?.

-Muy bien, fue la mejor noche de mi vida, y tú?.

El rostro de Rossalie se sonrojo y desvío un poco su mirada.

-Dormí muy bien, amanecí un poco adolorida pero nada grave.

-Es muy normal, pero no te duele tu costilla, ¿Nada cambió?.

Me preocupaba el hecho de que mis impulsos hayan perjudicado la salud de Rossalie a días de salir de Singapur.

-Para nada, me siento mucho mejor. Amanecí muy de buenas.

Los ojos de Rossalie no bajaban de mi cuello, sin darme cuenta anteriormente, sus brazos cubrían sus pechos y su rostro seguía encendido.

-Porque cubres tus pechos?.- Rossalie abrió sus ojos de par en par, se tenso.- Tienes vergüenza?.

-No es eso, solo que todo esto es muy nuevo para mí y aún me da pena mostrarme así como si nada ante ti.

La pegue un poco a mi y con su rostro más cerca del mío pude notar el brillo tan especial en sus ojos.

-No tienes porqué tener pena, eras hermosa de pies a cabeza, eres un Diosa. Pero te daré tu tiempo para que puedas andar tranquila como si nada, ahora déjame consentirte, ¿De acuerdo?.

Rossalie asintió y el resto de la ducha me encargue de consentirla, lave su cabello y parte de su cuerpo, no quería que se sintiera incómoda si llegaba a tocar sus pechos. Al salir, la envolví con una toalla y la dejé recargada en el tocador, su vista no dejaba de recorrer cada uno de mis movimientos, no me decía nada, solo observaba.

Salí primero que ella a la habitación, para asegurarme de que nadie haya entrado mientras nosotros estábamos en la ducha, pero estaba vacía, Rossalie pudo cambiarse de ropa sin tanta preocupación de que la observará y yo trate de hacer lo mismo sin hacerla sentir incómoda. El resto de la mañana la pasamos juntos en el comedor, desayunando con total tranquilidad en compañía de mi madre, quien aún seguía muy molesta conmigo, pero al menos me dirigía la palabra. Cómo pude conseguí una pastilla de emergencia y se la di a Rossalie, anhelaba tener un bebé con ella, pero en estás condiciones y en esta situación, no era algo que estuviera en mis planes.

Rossalie después de ingerir sus alimentos y tomar sus medicamentos, palidecio un poco, cosa que era bastante normal, ya que un medicamento acababa con su energía de una manera sorprendente, con mucho cuidado la cargue en mis brazos y la lleve a la habitación, donde me quedé con ella, al recostarla en la cama, no paso mucho cuando se quedó profundamente dormida y no pude evitar grabar su rostro en mi mente. Me daba horror pensar que en algún momento nos tuviéramos que separar, por peligro, por decisión propia o por su bien.

Estaba más que convencido, si los siguientes golpes que tenemos planeados no salen como espero y las cosas empeoran, me encargare de dejarla ir, que Ivo la lleve a un lugar seguro y que durante toda su vida, jamás se le ocurra regresar a mi.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora