Extra 2

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1 día antes de la ceremonia.

Dean.

Había algo que no me cuadraba, Rossalie y Mónica parecía que se conocían de toda la vida, iba de un lado a otro juntas, donde estaba una forzosamente encontrabas a la otra, prácticamente como uña y mugre. Siendo sincero al principio me discuto totalmente y no confiaba en Mónica hasta que Rossalie hablo conmigo y fue clara al decirme todo lo que Josh hizo con ella.
Todo el tiempo que estuvieron juntas fue suficiente para que se encariñaran la una con la otra y está bien, aunque ella compartían algo más se veía en su rostro.

Varias veces intente descubrir sobre lo que hablaban, pero justo antes de poder descubrirlas se quedaban calladas y cambiaban de conversación.

La noches con Rossalie realmente eran especiales, más que otras veces, había algo que nos conectaba de una manera increíble y hacer el amor con ella ya era otra experiencia.

Después de un largo día, nos recostamos en la cama, Rossalie llevaba puesto su blusón de seda color rosa pastel, platicamos un buen rato sobre como paso su día y las cosas que yo hago durante el día en el despacho. Claramente omito ciertas cosas para evitar ponerla de nervios o que el aura de paz entre nosotros se acabe y no es que peleemos algo parecido, simplemente sus nervios se ponen de puntas y tranquilizarla es sumamente difícil.

Después de unos minutos, Rossalie se quedó dormida del otro lado de la cama, su blusón cubría hasta la mitad de sus muslos y aunque intente hacerle despertar de otra manera para cerrar la noche con broche de oro hubo algo que me inquieto demasiado, desde hace ya varios días sus antojos eran demasiados, incluso había días en la mañana que corría al baño a vomitar. E intente pasarlo por alto, pero si dentro de todas las posibilidades, ¿Ella estuviera embarazada?.
Mi piel se erizo por completo y mi vista poco a poco empezó a examinarla hasta que se detuvo en su vientre, tenía un pequeño abultamiento, parecía como si estuviera inflamada, como si si regla estuviera apunto de llegar.
Pero había algo que no me terminaba de convencer, tenía antojos, náuseas, vómitos, mareos. Sus pechos se veían más grandes al igual que si trasero, ya no usaba ropa ajustada, ahora utilizaba ropa holgada y floja. Una parte de mi se negaba pero otra muy grande lo imaginaba, me senté a un lado de ella y pase mi mano por su vientre, ¿Lo estará?.

Mi mente comenzó a viajar, la imaginé embarazada, teniendo un pequeño o una pequeña, batallando por cambiarle el pañal y darle de comer. Me imaginé cargando un pequeño bebé y justo ahí mi corazón se infló de alegría, ser padre, siempre ha sido mi amor sueño. Aunque mi vida y las circunstancias muchas veces me digan que no es lo correcto, soñar no está mal.

Imaginar a Rossalie embarazada, teniendo mi familia con un o dos bebés realmente me emocionaba, me alegraba la vida.

Quite mi mano de su vientre y aún sin estar del nada seguro plante un pequeño beso sobre su estómago, tal vez algún día lo esté o si lo está, quiero que sepa que lo amo y si no, lo amare tanto que podría quemar el mundo entero con tal de tenerlo o tenerla segura.

Me acomode a un lado de ella y la abrace por la cintura, conocía perfectamente bien su cuerpo, que ahora dándome cuenta de ciertas cosas realmente sucedía algo con ella que la hacía ver y sentirse diferente, este cuerpo no es de la Rossalie a la que le hice el amor varios meses atrás.

Plante un pequeño beso y una parte de mi se arrepiento por completo en haber pensado tantas cosas acerca de un bebé, sería una total tontería que un hombre como yo, como la vida que tengo, se arriesgue a tener un bebé, una mujer.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora