Paris In The Rain

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Dedicado a:
NeftaliUrrutia999
Karime917311

Gracias por su fiel apoyo.❤️

Dean.

1 mes después . . .

La tristeza me acompañaba a todos lados, Rossalie murió hace un mes al igual que mi bebé. Las cosas mejoraron un poco, Maksim mato a Thomas en un enfrentamiento y según mis contactos su cuerpo lo tiro al mar.
Su muerte no fue lo suficientemente dolorosa para pagar lo que sucedió con Rossalie, para ahora solo me falta un cabrón más y listo.
Maksim perdió todo su imperio, dinero, alianzas y respeto cuando desafió al consejo y no respeto las normas, ni los juramentos, quiso hacer las cosas a su conveniencia y todo le salió mal.
Ahora se escondía en un pequeño departamento en un pueblo en Texas, su ubicación me la dio uno de sus hombres a cambio de unos cuantos miles de Euros y claro que le di los suficientes para tener al hijo de puta en bandeja de plata.

Milar y Butel estuvieron en total desacuerdo en que yo viniera solo con Ivo a matarlo, pero las pruebas y la información de que estaba solo era cierta, así que me dejaron ir trás él.
Faltaban alrededor de 15 minutos para llegar al departamento, mi coraje y tristeza se mezclaban entre si y no faltaba mucho para tener una cuenta regresiva.

Ivo detuvo el auto una cuadra antes de llegar y nos perdimos entre la gente para evitar que nos vieran juntos y llevar nuestro plan acabo. Él subió delante de mi hasta el departamento, se escuchaba una voz a lo lejos, ahí estaba ese maldito.
Toque la puerta cinco veces seguidas y un silbido, el cabrón abrió la puerta como si nada y entramos.
Intento huir en cuanto me vio, pero pude jalarlo del cabello y regresarlo a la silla en dónde estaba.

-No te escondiste muy bien.- Sus ojos me recorrieron de arriba abajo, sus manos comenzaron a temblar al igual que su boca.- ¿porqué tiemblas?, Vengo hacer una tregua contigo.

-¿Q-que tregua?.

-Es sencillo, escoje un número del uno al diez. Cada uno de ellos es una oportunidad, si le atinas al número que yo estoy pensando, te dejo ir.

-¿En serio?

-No tengo porque mentir.

La duda abarcó totalmente su expresión, los nervios nisiquiera lo dejaban hablar. Utilizaría la misma técnica que él.

-Comienza que mi paciencia es limitada.

-Cuatro.- le vole en pedacitos su meñique.- Ocho.- El índice.- Diez.- El anular.

Seguí con cada uno de sus dedos hasta que terminó sin ellos, pobrecito.

-Dijiste que me dejarías ir, me dejaste sin dedos.

-Tu me dejaste sin mi mujer y sin mi hijo, utilizaré tu táctica. Mi paciencia es corta.

Le dispare justo en las rodillas y en los hombros, no podía moverse, no podía hacer nada, ni siquiera gritar porque Ivo le sello la boca con pegamento industrial.
La sangre corría por todo su cuerpo y no me importaba en lo absoluto, sufriría lo necesario. Hice cortes profundos en sus brazos y piernas, el hueso podía verse desde mi altura, no dejaba de gritar, el hijo de puta no dejaba de llorar.
Seguí así por un largo rato hasta que me cansé de escucharlo llorar e Ivo me dio la pequeña caja que trajimos.
Diez pequeñas ratas se encargarían de comérselo vivo.

-Te presento a tus nuevas amigas, ellas terminarán con lo que yo empecé. Si en otra vida nos volvemos a encontrar te haré pagar por la muerte de Rossalie una y otra vez hasta que decidas quedarte en el infierno.

Puse las ratas sobre él y no tardaron mucho en comenzar a despellejar su piel, sus gritos aún con la boca pegada era audibles, así que salimos del lugar y nos pusimos en marcha de nuevo a París.

Mi madre había intentado contactarme, incluso Miranda, pero no quería a nadie cerca de mi. Pude salir de la mafia, porque la promesa se cumplió y ahora puedo decir que llevo una vida tranquila, pero con el costo de la vida de la mujer que más he amado. No hay día desde que la perdí, en qué no me culpe y no me reproche por todo lo que sucedió, si no hubiera puesto mis ojos en ella, Rossalie seguiría feliz, cumpliendo sus sueños en París, lejos de mi.
Pero me encapriche y me enamoré tan rápido de ella, que no vi más a futuro, no vi las consecuencias y la termine perdiendo para siempre.

Al llegar a mi nuevo departamento, aventé todas mis cosas y tome la botella de Bourbon, camine hacia la terraza y me senté frente a ella. Rossalie amaría la vista.
Comencé a recordar cada cosa de ella, su voz, su sonrisa tan peculiar. La forma de caminar cuando estaba contenta y su risa, amaba despertar y lo primero que veían mis ojos era a ella, abrazada a mi pecho o frente a frente. Mi pequeño bebé pudo haber crecido en un hogar lleno de amor y felicidad, pero de nuevo fue mi culpa.

La botella se vaciaba conforme las horas pasaban, mi vida no tenía sentido, no tenía porque seguir así. Me recosté en el piso y me deje llevar, necesitaba que mi vida se agotara lo más rápido posible.

-Veo que estás acabando con tu vida de una manera totalmente absurda.

-¿Rossalie?

-Claro que soy yo amor, ponte de pie y ármate de valor. La vida no se detiene por nada, mucho menos por nadie.

-¿Estás aquí?, ¿Realmente lo estás?.

-Lo estoy mi amor, pero tengo que irme. Estás consiente y sabes todo lo que paso.

-No te vayas, no me dejes.

-Siempre estaré contigo, pero tienes que seguir con tu vida.

-Te amo y siempre me harás falta, perdoname por todo.

-Te amo mucho más, sigue con tu vida, tal vez nos volvamos a encontrar.

Desperté de mi sueño cuando las gotas de lluvia comenzaron a mojar mi rostro. La vi, me despedí de ella, le dije que la amaba y en su rostro se vio la sinceridad de su perdón.
Tendría que seguir con mi vida, lo intentaría todo por ella y si la vida lo quiere, volver a encontrarnos.