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Thomas.

Rossalie se quedó perdidamente dormida, no sabía las consecuencias de la droga que había utilizado para que se perdiera en el sueño. Pero estaba seguro que despertaría hasta mañana después de medio día, Josh se había encargado de avisarme el altercado que tuvo con Dean y me obligó hacer esto con Rossalie.
Él muy cabrón sabía el lugar donde habita mi madre y amenazo con ir trás ella si no hacía lo que pedía. Rossalie y Dean han estado mucho tiempo juntos desde que ella llegó a la empresa, la conexión que tienen simplemente es tan grande que al solo verlos, te das cuenta que gran cariño que se tienen y eso ya lo empezaban a usar en su contra.

Tendría que hacerme cargo de que Rossalie estuviera dormida la mayor parte del tiempo, hasta que Josh me diera luz verde y la dejara ir. Comenzaba arrepentirme de toda está situación, ella no tenía la culpa de las malas decisiones de Dean, sin embargo la sed de venganza que tenía hacia él, no me importaba pasar sobre quién sea.

Me acerque a Rossalie y contemple su belleza, lo bien que lucía su figura recostada en el sillón. Su cabello caía en pequeñas ondas sobre sus hombros y su rostro estaba relajado. La tomé por la cabeza y las piernas y la lleve a mi cama, ahí estaría más cómoda y no pasaría tanto frío.
La arrope y me senté en la orilla de la cama, no entendía que veían las mujeres en Dean, simplemente no lo entendía.
Siempre lograba estar con la mujer que quería, ellas siempre llegaban rendidas ante él y nunca se negaban a nada.

A mí solo me hacían a un lado o me utilizaban para llegar a él, pasaba cada situación por alto, sin darle importancia. Hasta que mi ex novia me confeso que nunca me quiso, que siempre me utilizo y la mate.

Me acerque a Rossalie y acomode un mechón de cabello que cubría su rostro, no pude evitar ver sus labios y desearlos, incline un poco mi cabeza y di un corto beso. Sus labios eran suaves y tersos, juraría que no sería la última vez que los probaría.
Salí de la habitación y me acosté sobre el sofá, mi cuerpo no cabía pero tampoco quería que Rossalie al despertar mal interpretara las cosas y se quisiera ir rápido. Me moví de un lado a otro hasta que por fin pude acomodarme y cerré mis ojos.

(...)

Abrí mis ojos de golpe al recordar que había una mujer en mi casa, que tenía que ocultar hasta que me dieran luz verde. Me levanté del sofá y camine hacia mi habitación, Rossalie seguía perdidamente dormida. Por lo que volví a cerrar la puerta y desayuné un poco, sería muy estúpido decirle que se quedó dormida durante la película y que no quise despertarla para que siguiera durmiendo, pero no tenía otra opción.
Me quedo pegado al sillón con mi celular en la mano, esperando la llamada de Josh para poder seguir libremente con mi vida.

No sé cuánto tiempo paso, hasta que mi celular comenzó a sonar.

*LLAMADA TELEFÓNICA*.

-Ya déjala ir, me han informado que Dean mando buscarla en todo París, tengo la kriptonita del hijo de puta.

-Ella no tiene nada que ver Josh, déjala fuera de esto.

-Yo doy las órdenes, está claro?. Así no tenga nada que ver, es la única manera de tenerlo a mis pies.

-Esta bien, tengo que irme.

-Cuidado cuando vuelvas abrir la boca, te puedes arrepentir.

*FIN DE LA LLAMADA*.

Josh terminó la llamada y mi enojo comenzó a crecer en el pecho, si me había aliado con él era para destruir a Dean, no para recibir órdenes. Porque yo mismo podría matarlo sin necesidad de tenerlo cerca.
Me acerque a la habitación y pude ver a Rossalie moverse en la cama, sus ojos se abrieron poco a poco y trato de reconocer el lugar donde estaba.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora