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Rossalie.

Ya había pasado una semana desde que llegamos a Italia a la casa de Butel. Dean se tuvo que ir dos días después para dar la cara ante al consejo, los primeros días fue una incertidumbre, ya que no supe nada de él. Pero se encargo de hacerle llegar un mensaje a Butel.

-Las cosas son más complicadas de lo que pensaba, afortunadamente cuento con el respaldo de muchas personas. No sé cuánto tarde en regresar, dile a Rossalie que la amo, que jamás se olvide eso, infórmale a mi madre que estoy bien. Espero regresar pronto.

Al menos estaba vivo y eso era lo que importaba, mi madre se reservo en preguntar las cosas, aunque por su comportamiento de sobre protección, claro estaba que ya sabía. Brianna por otra parte estaba destrozada, intento sacar a Dean muchísimas veces de esa vida, pero nunca cedió y ahora tiene miedo de lo que le pueda llegar a pasar a su hijo. Butel no había salido de la casa, se mantenía con nosotras, cuidandonos y no teníamos permitido estar en lugares abiertos, ni siquiera podíamos bajar a la primera planta. Duda de la lealtad de sus hombres y que nos pudieran vender, el servicio de limpieza se encargaba de traernos comida y cualquier cosa que necesitaríamos, las tres dormíamos en un solo cuarto, bastante grande sin problema por la privacidad de la otra.

Comenzaba a impacientarme, era claro que estábamos en Italia, pero no sabía el lugar. Dominick no se había comunicado conmigo, cosa que me preocupaba, pero bien sabía que el desaparecía por largos ratos hasta ponerse a salvo de nuevo.
Hace dos días, la casa de a lado comenzó a tener actividad, las luces permanecían prendidas la mayor parte de la noche, después de las cuatro de la mañana, las apagaban. Butel se encargo de confirmar que no fuera nada extraño y solo nos pidió que no pasáramos por las ventanas a esa hora, y todo lo hiciéramos con demasiada cautela.

Las noches las pasaba en vela intentando encontrar una razón para dormir, pero mis sueños se encargaban de ver morir a Dean, desde que llegamos aquí era lo único que podía soñar. Siempre me paraba en la ventana a contemplar la vista que me ofrecía el balcón, era relajante ver el movimiento de los árboles, escuchar una que otra ave cantar.

Hoy era una de esas noches sumamente melancólicas, el cielo se oscureció más de lo normal y la tormenta se encargo de estropear el perfecto panorama. Aunque el sonido de la lluvia me tranquilizaba otro poco, me daba miedo que fueran atacar en estás condiciones.
Me acerque un poco más a la ventana para poder abrirla y que la brisa despeniara mi cabello y justo cuando abrí la ventana, Mónica apareció en el balcón de la otra casa, su reacción fue de sorpresa al igual que la mía, esperaba una grosería o simplemente una mirada fea, pero no fue así, agitó su mano y solo alcance a escuchar "Rossalie?,Hola".

Mónica.

Llevaba más de un mes encerrada, jamás creí que Thomas fuera capaz de algo asi, simplemente lo creía buen chico, pero hay tanta razón en aquella frase que tanto mencionan "caras vemos, corazones no sabemos".
Rossalie nunca fue de mi agrado, llegó a quitarme el cariño del hombre que más he amado en toda mi vida, pero siendo sincera, ahora temo por ella, la mente de Thomas se ha retorcido cada vez más con el paso de los días, su manera de golpearme y de abusar de mi durante todo esté tiempo, me da asco, siempre que me pone una mano encima, lo hace imaginándose que soy Rossalie.

Me dejó claro cada día, trás cada golpe que es lo que tendría que hacer para llegar a ella. Para alejarla de Dean y aunque a mí me conviene, ella va a terminar de meterse en la boca del lobo.

Mi llegada a Italia fue repentina, Thomas dejo de golpearme días antes aunque no dejo de abusar de mi, todo mi cuerpo dolía terriblemente y notoriamente estaba más delgada que antes, Thomas logro localizar a Rossalie gracias a un brazalete que le obsequio en navidad y gracias a ello formaba parte de este estupido plan, hacerme su amiga y convencerla de dejar a Dean y si eso no funcionaba meterme con él para que ella se fuera lejos y justo ahí es cuando Thomas se la lleva y no se que pensar, si le dará una vida digna o la condenara a una muerte lenta.

Llegué con la excusa de buscar mejor calidad de vida, dejar a un lado los rencores y empezar de cero con las personas, haciéndole creer a Rossalie que mis intenciones son buenas para que así no sospeche de nada. El primer día que llegue intente escapar pero Thomas contrato personal de seguridad para no dejarme salir de la casa, como consecuencia conseguí dormír rodeada de dos hombres con la luz encendida y la cámara de la computadora prendida, para que así controle todo lo que hago, día y noche. Y aunque al parecer había logrado convencer a Thomas de poder dormir sola, me ordenó que siguiera con la cámara activa.
Y justamente hoy eran de esas noches en las que no podía con mi vida y tenía ganas de acabar con todo, el cielo comenzó a rugir y cuando la tormenta golpeó el cristal me acerque a cerrar la ventana y justo en ese momento apareció Rossalie, mierda.

-Rossalie?, Hola.

Que estúpida manera de intentar hacerla creer en mi. De inmediato retrocedió y cerró la ventana para desaparecer de mi vista, mañana tendría que darle explicaciones a Thomas y sobre todo recibir órdenes para acercarme a ella, ahora que Dean estaba lejos era más fácil hacerla caer y algo en mi me decía que siguiera, que concluyera el plan de Thomas para largarme con Dean, pero todos sabemos que ese hombre ya no es de nadie, más que de esos ojos azules que lo embobaron y tristemente perdí una vez más, como siempre.

Me cubrí con las mantas y quise dormir un poco pero era imposible, el ruido de la lluvia, el ruido de mi cabeza y las incontables teorías que se formaban me estaban volviendo loca, así que me levanté de la cama y baje hacia la cocina para preparar un pequeño pastel y en cuanto amaneciera poder llevárselo a Rossalie y comenzar todo esté lío, lo único que puedo hacer en estos momentos es ganarme su confianza para poder advertirle y se vaya.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora