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Rossalie.

Mi piel ardía y mi boca estaba totalmente seca, sin embargo no podía hacer que mi cuerpo reaccionara, me desobedecía. Todo era tan confuso, escuchaba voces a lo lejos y mi cabeza daba vueltas. Algo en mi me decía que las cosas no estaban bien, que había pasado algo más pero mientras intentaba recordar que, las cosas se distorsionaban de una manera terrible.
Las horas pasaron y parecía que me arrancaban la piel con unas pinzas, dolía, ardía como el demonio y aún estaba sumamente agotada para poder abrir los ojos.

(...)

-Tienes que irte de aquí, lo tienes claro, cierto?.- Dean me tenía tomada de los hombros mientras me sacudía levemente, podía ver el miedo en sus ojos, pero no sabía que sucedía.-

-Pero por qué?, ¿qué pasa?, no pienso dejarte solo Dean, no más. -Sus ojos se llenaron de lágrimas y se apartó de mí, se fue detrás de su escritorio y tomo el teléfono mientras marcaba un número- Tienes que confiar en mí y decirme que está pasando Dean, las cosas no pueden seguir así. -Dean seguía esperando en la línea hasta que hablo y no pude entender nada. -

-Te tienes que ir de aquí, no pienso discutirlo más tiempo, vienen por ti, empaca lo necesario y vete. -Su cara era distinta, cambio de un momento a otro y era lo que menos quería, intente ir tras él, pero me aparto. -

De pronto se escuchó un estallido en la puerta principal y Dean me pego a su cuerpo mientras tomaba la pistola del escritorio, se escucharon demasiados pasos hasta que entro un tipo alto de cabello negro y lo primero que hizo fue recorrerme con la mirada, acto seguido quiso acercarse hacia nosotros, pero Dean le apunto a la cabeza.
Y por primera vez en mi vida me dio miedo y no por mí, por Dean.
El tipo se quedó quieto unos segundos hasta que Ivo entro corriendo y se puso frente a Dean.

-Tenemos que irnos señor, todo está listo.-Ivo siguió hablando y no pude entender nada, toda mi atención estaba en Dean.-

-Llévatela y no regreses aquí hasta que esté muy lejos y nadie pueda encontrarla, no dejes que venga hacia a mí, jamás.- Sus palabras rompieron mi corazón y justo cuando quise decir algo Ivo me tomo en sus brazos y me saco de ahí, mis lágrimas consumieron cada una de las palabras que tenía en la boca y Dean desapareció de mi vista, me dejo, sola.-

Me incorporé de golpe y mis ojos ardieron mientras que un ácido subía por toda mi garganta y empecé a vomitar, escupí todo incluyendo mis pulmones, las sabanas se tiñeron de rojo, mi pulso se aceleró demasiado que mis ganas de estar despierta se fueron por un tubo y comenzó a sonar una alarma por toda la habitación. Mi cabeza empezó a dar vueltas y la tos no cesaba, mi estómago dolía demasiado y mi piel seguía ardiendo.
Pasaron al menos unos segundos cuando la habitación se llenó de enfermeras y justo detrás de ellas entro Dean, quien corrió a ver que sucedía. Se detuvo en seco y lo único que hizo fue pegarme a su pecho y dejar que las enfermeras hicieran su trabajo, una de ellas tomo mi brazo e introdujo una aguja en mi piel, grite de dolor y al pasar unos segundos todo se desvaneció y deje de toser, solo sentí frío y cerré mis ojos.

Dean.

La noche la pase de un lado al otro, intente estar quieto en un solo lugar, pero mi cabeza no dejaba de maquinar miles de cosas, no sabía ni quería imaginar el comportamiento de Rossalie. Josh no tuvo ni siquiera un poco de descaro para hacer las cosas de otro modo.

Me pare justo frente la ventana a ver como las personas corrían a refugiarse de la lluvia, aunque en la mañana pareciera que el día iba a estar hermoso, de un momento a otro, se arruino, como si el destino supiera que sucedio y se molestara por esta situación tan espantosa. De pronto Rossalie se quejó de una manera terrible y su pulso se alteró, estaba moviendo un poco su brazo, pero este chocaba con la protección lo cual le lastimaba, su piel estaba sufriendo las consecuencias.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora