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Rossalie.

Viajamos a París en un tiempo muy corto, Dean no quiso un vuelo comercial y aunque pudimos ir en primera clase, abordamos su avión privado. Mi madre se negó rotundamente pero Dean se encargo de convencerla que un viaje aunque sea de primera clase puede ser cansando y más con lo reconocida que me he vuelto, mucha gente se nos iba acercar, mi madre lo entendió y acepto, dentro de mi me reí muy fuerte, si realmente supiera la verdad.

Al llegar Brianna e Ivo nos estaban esperando fuera de aeropuerto con varios hombres alrededor, mi madre quedó encantada con la ciudad y por su puesto con la madre de su "yerno". Quién al parecer se olvidó de mi existencia porque toda su atención está en mi madre.
Ivo tuvo un momento a solas conmigo y no paro de pedirme disculpas por lo que ocurrió en Canadá, él no tuvo la culpa claro está, pero de tanto que insistió tuve que aceptar, aunque Dean parece que aún no lo perdona y por el momento no lo quiere cerca de mi.

Al llegar a la mansión Gallagher, Brianna le mostró su habitación a mi madre, la casa y el jardín. Se tomaron todo el día para estar juntas, cosa que le agradecía en el alma, el vuelo no fue tan bueno para mí, ya que tuve demasiadas náuseas y el cansancio corporal que me provocó, acabo conmigo.
Dean no se despegó de mi por las mismas razones, mi madre al principio se preocupo demasiado pero me excuse diciéndole que había comido algo en mal estado, me hizo tomarme una pastilla para las náuseas y dolor de estómago.

La casa estaba repleta de personal, había jardinero, portero, ama de llaves, mayordomo, el servicio de limpieza y guardias por toda la mansión. Claro que estaba que eran personas de confianza para Dean que estuvieran a cargo de nuestra seguridad. La cena de noche buena solo iba a ser familiar, anteriormente la hacían en grande con bastantes invitados y medios de comunicación pero ahora Dean solo quiere poder disfrutar esa fecha a mi lado, sin nadie que nos este asechando para ganar dinero.

Brianna le insistió por un buen rato a Dean para poder salir de compras con mi madre, quién al principio se negó y soltó un rotundo no pero de tanta insistencia cedió y mando a las dos preciosas mujeres con un grupo de diez hombre e Ivo a su lado. Mi madre insistió en que fuera con ellas, pero no tenía nada de energía siquiera para salir de la cama, el viaje me dejó muerta.
Dean parecía estar tranquilo, aunque la seriedad en su rostro me demostraba lo contrario, desde que puso un pie en su casa, su rostro cambio totalmente y no me pierde de vista, aunque al acercarse Milar, sale de la habitación.

Había cierta incertidumbre en mi pecho, dos situaciones me atormentaban desde que vi a Dominick en el cementerio, como si fuera una película animada, tenía un pequeño ángel y demonio en mis hombros.
El demonio de susurraba una y otra vez que Dean me ocultaba algo sobre la muerte de mi padre, que no iba a ser sincero conmigo.
Mientras que el pequeño ángel me decía una y otra vez que tuviera paciencia, que Dean no sería capaz de ocultarme nada.
Y así lo creía firmemente por un buen rato hasta que definitivamente algo me hacía desconfiar y lo único que espero es que las dos versiones sean idénticas, porque de no ser así, la confianza que tengo puesta en los dos, se verá afectada.

La noche callo, el frío era cada vez más crudo y poco a poco comenzaba a nevar, la mayor parte del jardín se cubría de un blanco puro. Mi madre y Brianna compraron demasiados regalos para una cena de navidad de cinco personas, mi madre le compro varios obsequios a Dean y Brianna por aceptarla en su casa y permitirle estar conmigo en fechas tan importantes.
Después de una animada y calurosa cena, mi energía se acabó por completo y subí a mi habitación para dormir, antes de poder llegar mi madre me deseo las buenas noches dándome un pequeño beso en la frente rogando para que el día de mañana amanezca sin el dolor de estómago tan espantoso.

Al entrar a la habitación lo primero que hice fue meterme entre las sábanas, no tenía fuerzas siquiera para ponerme la pijama, quería dormir demasiado tiempo para no sentirme de esta manera, triste, confundida, feliz. No sabía con claridad que sentimiento gobernaba en mi, solo era un remolino de emociones espantoso.
Pude dormir unas cuantas horas en soledad, hasta que la puerta de la habitación crujió y Dean entro con sumo cuidado, cambio su ropa y me hizo compañía en la cama, no dude siquiera en abrazarlo y descansar en su pecho, que ahora es mi lugar favorito ante cualquier situación.

-Te encuentras bien?.

Las yemas de los dedos de Dean comenzaron a pasearse por toda mi cabeza, aumentando mis ganas de dormir

-Lo estoy solo que le viaje me dejó sumamente cansada, ni siquiera se cómo es que puedo hablar.

-Bien, mañana tengo algo que hablar contigo, pero ahora descansa.

-De que se trata?.

El cuerpo de Dean se tenso cuando pronuncie esas palabras, dejo de acariciar mi cabeza para cambiar la posición en la estábamos y quedar frente a frente.

-Es sobre tu padre, pude investigar más cosas, solo que ahora quiero que descanses. Mañana que estés más recuperada podremos hablar sobre eso.

Mi curiosidad anehelaba saber que era lo que tenía que decirme, pero mi parte racional no, ella solo quería dormir y dormir y si, le hice caso, de igual manera así le daba unas horas para que Dominick pudiera darme respuesta.

-Esta bien, mañana hablamos, hay que dormir, estoy sumamente cansada.

-Descansa preciosa, mañana hablamos con más tranquilad, si llegas a sentirte mal no importa la hora que sea, despiertame, de acuerdo?.

-Lo haré, descansa, te amo Dean.

-Te amo Rossalie.

Volví acurrucar mi rostro en su pecho, aunque pareciera que estaba tranquila, mi cabeza iba a mil por hora pensando, desgastandome cada vez más, hasta que cerré mis ojos y después de muchos intentos deje mi mente en blanco, si Maksim tuvo que ver con la muerte de mi padre, estoy seguro que hará de todo, para ver caer a Dean.

Paris In The RainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora