01 UN GIRO INESPERADO PARA MI VIDA

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- ¿Te está gustando la fiesta Natalia? - Sophia.

- Si me divierto mucho, pero ¿no creen que es tarde? - Natalia.

- No, ¡vamos no seas aguafiestas! hace rato que no sales. - Olivia.

- Pero si mañana nos toca universidad. - Natalia.

- ¡Que deja de preocuparte y diviértete! - Sophia.

- Esta bien como ustedes digan, tontas jajaja. - Natalia.

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(¿Qué horas son? las 6:30 am. ¡LAS 6:30 AM! ¡SE ME HACE TARDE!)

Salgo corriendo hacia la universidad, mis pies corren al ritmo de mi corazón, voy a llegar tarde si no alcanzo el metro, mi cabello es como el viento, no debí hacerle caso a Sophia y Olivia, gracias a la fiesta de anoche voy tarde, aunque ya es común de mí, dirigiéndome hacia la estación del metro, en mi descuido choco con una persona.

- ¡Ay cuanto lo siento!, ¿¡está bien señor!? - Natalia.

- No hay de que preocuparse, señorita. - Señor.

Se levanta limpiando su traje, dándome la mano, su rostro no se me hace visible, pero es una persona alta.

- Muchas gracias, disculpe por el tropiezo, venia distraída jajaja. - Natalia.

Recibo la mano del señor, su mano es cálida, me da un poco de vergüenza ser tan torpe.

Sin previo aviso después de recibir su mano y levantarme, el hombre sigue su camino solo me mira de reojo.

(¡Soy una distraída!, ¡además que voy tarde, me tropiezo con un tipo!, ¡ahh, se me hace tarde!)

Sigo corriendo, llegando al metro tomo mi asiento, observo la ventana mientras me quedo pensando en lo que me sucedió con ese tipo, es un chico alto, media como 1.80 realmente es alto, tenía un traje elegante y pocas palabras, lo único que le pude reconocer, fue sus ojos, un intenso color café oscuro, su rostro no me fue visible, su voz es fría, en mis pensamientos llego a mi estación.

(Por poco y me quedo dentro del metro.)

- Señorita olvida su mochila.- Señora.

- Ahh muchas gracias, por poco y la olvido.- Natalia.

Me bajo y me dirijo a la universidad.

(No debería prestarle tanta atención a lo que me paso en la estación, solo fue algo pasajero y ya.)

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Cae la tarde, miro mi celular son las 7:00 pm, terminando clases me dirijí a la salida.

- ¡Hey Natalia!, ¿vas mañana a mi casa? - Martín.

- ¡Martín! seguro, si no es para tener sexo, me parece después de clases. - Natalia.

- ¡Natalia que dices! yo no soy de esos hombres, está bien nos vemos mañana. - Martín.

- Ja ya te creí todos son iguales, nos vemos. - Natalia.

Martín es un chico con el que conocí este año, aunque creo que le gusto, en fin, al cabo que no me importa, todos los hombres me buscan es para tener sexo y ya, solo quiero mi carrera y estar tranquila, mi familia murió así que a nadie le importo, dirigiéndome a mi casa, me puse mis audífonos escuchando música, son las 7:15 pm, no debería preocuparme es temprano, llegare más rápido a mi apartamento.

Esta oscura la calle, casi no circula gente por aquí, voy escuchando música a todo volumen, mi paso es normal, mis manos en los bolsillos, veo pasar un carro color negro con vidrios polarizados, no le presto tanta atención, del auto negro se bajan dos tipos, comienzan a seguirme, escucho sus pasos detrás de mí, miro de reojo y acelero mi paso, puedo ver un poco sus rostros, vienen con capuchas, ¿serán ladrones?, me está dando miedo, acelero mi paso.

En ese momento siento como un tipo mediano me agarra el brazo muy fuerte, de inmediato intento gritar, veo que otro tipo viene hacia mis piernas, reacciono y golpeo al hombre en sus partes íntimas que me tenía del brazo, hay un callejón cerca de donde estoy, salgo corriendo hacia allá, mi corazón va a mil, mis piernas tiemblan del miedo, veo como alguien de lejos fuma un cigarrillo, es el mismo tipo del metro, cada vez acelero mi paso y grito pidiendo ayuda.

- ¡Señor por favor, ayúdenme!, ¡me vienen siguiendo!, ¡ayuda, por favor! - Natalia.

Una cerca nos divide, él está de pie fumando, me mira de arriba abajo levantando una ceja, yo intento abrir la puerta que divide el callejón, pero tiene una cerradura.

- Lo siento señorita, pero no es de mi asusto. - Señor.

- ¡Por favor se lo suplico! ¡solo abra la cerradura y déjeme pasar!, ¡me están siguiendo!, ¡POR FAVOR AYÚDEME! - Natalia.

- Jajaja, no supliques, tú tienes que venir conmigo, ~Natalia.~ - Señor.

Esa última palabra de él me deja helada, dejo de hacer fuerza en la puerta y lo miro, ¿cómo sabe mi nombre? si no lo conozco.

- ¿¡Que!?, ¿¡cómo que venir con usted!?, ¿¡quién es usted!? - Natalia.

Solo escucho esas palabras de él, se va alejando hasta que la oscuridad no me deja verlo, sigo forcejeando la puerta, volteo a mirar y los dos tipos me acorralan, me pego a la cerca, siento una mano fría en mi cuello y hace presión, volteo para mirar y es el mismo tipo que hace un momento dijo mi nombre, con su otra mano veo un pañuelo rojo que me lo pone en mi boca, intento gritar pero cada bocada de aire me hace sentirme cansada, muevo mis brazos y piernas intentando gritar más fuerte, pero me tiene con fuerza.

Observo a los dos tipos de al frente, uno toma mis piernas y el otro toma el pañuelo, que el que me tenía del cuello tapando mi boca, el que golpee subiéndome al carro, veo al tipo alto sentado al lado del volante, intento patalear pero cada vez me siento más dopada, me suben a ese carro negro oscuro, los tres tipos llevan capucha, lo último que veo es que me atan y me suben a la parte de atrás del carro, intento gritar pero veo como todo se vuelve negro y pierdo mi conciencia.

Mi Amo ( En Edicion)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora