Llegando a la habitación escucho como suena la puerta abriéndose, todo el miedo en mi lo concentra mi cuerpo quiero moverme, quiero irme, quiero escapar en este momento, pero ya estoy a punto de recibir mi merecido, sus manos frías sostienen mis caderas las cuales intentan no moverse mucho, de un golpe siento como caigo al piso mis manos aterrizan mi caída, un olor a rosas viene a mis fosas nasales.
Observo el piso no tengo valor para mirarlo a los ojos, Alex va y cierra la puerta de un solo golpe, mi respiración comienza a agitarse, miro al frente y ahí está el en un posición tan arrogante, retrocedí un poco sentada en el suelo hasta llegar a chocar con una pared del cuarto.
- Al parecer alguien tiene miedo ¿no es así? - Alex.
(No me puedo retratar, ¡Natalia vamos pon la cara al frente y no dejes que su forma de ser él te consuma!)
- ¿Quién te tendría miedo? - Natalia.
- ¡Valla cambias de ideas!, pero yo fui muy claro, sumisa. - Alex.
- ¡Tu no me puedes prohibir con quien puedo estar y con quien no! - Natalia.
- ¡Eso es lo que tú crees! - Alex.
Embestida viene hacia mí, agachándose a la misma altura que yo me encuentro, sus labios y los míos están a un centímetro de tocarse.
- Dime, ¿por qué eres tan terca y desobediente? - Alex.
- A mí nadie me va a dominar y menos un engreído como tú. - Natalia.
- Hay, Natalia enserio ¿piensas que por que te trato bien siempre seré así?, déjame decirte que nunca voy a hacer diferente con ninguna sumisa y menos con una nueva como tú. - Alex.
- Se supone que no besabas a tu sumisas, el idiota eres tú. - Natalia.
Coje mis muñecas de una manera tan brusca y rápida que no alcanzo a reaccionar, las empuja hacia la pared, frunzo un poco mi ceño lo miro a los ojos con una mirada retadora, toma mi mentó con su mano.
- Que te quede claro que el único que te puedo tocar. Soy yo y nadie más me va a quitar lo que es lo mío. - Alex.
Aprieta mi mentó poco a poco hasta que me empieza a doler, tengo tantas ganas de matarlo a golpes, como él me va a decir eso si solo soy una de cuantas sumisas, mi mirada no quita los ojos de el no digo nada, diríji mi mentó al lado derecho y lo suelta bruscamente.
- Es hora de una buena lección testaruda. - Alex.
Sube mi cuerpo al ritmo de mis muñecas teniéndome con su mano, pasa su lengua por mi mejilla y suelta mis manos, una mesa muy grande nos rodea, se dirije hacia allá y toma el mismo collar con el que estaba en los pasillos, solo me quedo mirando la enorme mesa con muchos objetos que desconozco.
- ¡Ponte esto y no quiero una sola palabra que salga de tu boca! - Alex.
Tengo tanta rabia que solo quiero provocarlo más, me acerco despacio quiero saber a qué punto llegara su paciencia, bostezo y tomo el collar, lo observo es bonito un collar negro con un corazón en la mitad también tiene para engancharlo con una correa o cadena, coloco el collar en mi cuello me siento rara con él, solo me cruzo de brazos y levanto un poco mi ceño.
- Y sin palabras, solo con tu forma demuestras una manera tan grosera ante tu amo Natalia. ¡Ponte de rodillas ahora! - Alex.
(¡Es un idiota!, no, no, no, no seguiré sus tonta ordenes, ¿¡por qué le tendría que tener miedo a un estúpido como el!?)
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Mi Amo ( En Edicion)
CasualeElla su vida cambiara gracias a que es secuestrada y raptada, llegando así a un lugar desconocido, El un tipo misterioso y sexy que está relacionada con una mafia arrastrándola a su mundo. ...