Capítulo 7. 💙

39.8K 3.3K 1.8K
                                    

No olviden dejar sus comentarios ;)

"Solo ella tiene el don

de ser tan sensual, tan tierna,

tan salvajemente bella

y tan sutilmente perversa".

—Omar Concepción.

Angel

El sábado estaba lista para salir con Amara. Cuando llegó al departamento solo tenía que ponerme una chaqueta y nos podíamos ir. Callie se quedó con la vecina, una chica de mi edad que vivía sola y que de vez en cuando cuidaba a mi hermana, y no es que no confiara en ella, pero las cosas no estaban nada bien para dejarla sola en casa, allá afuera había personas malas. De todos modos, le pedí que si pasaba algo me llamara y no dudaba que lo haría.

—Deja de preocuparte por Callie —miré la pantalla del móvil y lo giré cuando Amara dijo eso. Observé a través de la ventanilla y le sonreí a mi amiga.

—Sabes que no acostumbro salir y me da pendiente, pero nada más.

—Emma sabe lo que hace, no es la primera vez que cuida de la Ratona —y tenía razón, como siempre, pero mis nervios no opinaban lo mismo.

Amara manejaba mientras miraba la pantalla de su móvil, siguiendo las indicaciones del GPS, para llegar al club al que teníamos muchas ganas de entrar. Desde hacía mucho queríamos venir, pero ya fuera por una cosa o por otra no podíamos asistir, pero esta noche se había cumplido lo que ambas anhelamos.

No tardamos en llegar al club, que desde lejos se alcanzaba a ver el letrero Heaven. Se leía en grandes letras de neón, en un color blanco con destellos azules, simulando las nubes o el cielo. Entramos al estacionamiento y subimos por la parte de adentro del lugar. Nos pidieron un código que le habían entregado a Amara cuando apartó los lugares para poder entrar aquí.

Subimos las escaleras y a la mitad de estas ya se podía escuchar el retumbar de la música en las paredes que parecían vibrar. La pista principal estaba iluminada con colores claros, pero había zonas del club donde apenas se podía ver por donde caminabas. Amara cogió mi mano y me llevó con ella hacia la barra donde solo atendían chicas. No dejaba de observar el lugar de hito en hito, había muchas personas, la música estaba bien, las y los meseros se movían con agilidad llevando en las manos bandejas llenas de vasos llenos o botellas con algún tipo de bebida.

—¡Te dije que este lugar es impresionante! —asentí a mi amiga que tiraba de mi mano llevándome con ella. Se abrió paso entre dos hombres que estorbaban en la barra y que a regañadientes se hicieron a un lado para que pudiéramos sentarnos en dos de los bancos.

Ambas observábamos todo como si fuéramos nuevas en esto, como si nunca hubiésemos asistido a un lugar así. En mi caso podía decir que no tenía tiempo para venir a un lugar así, siempre me la pasaba trabajando y cuando llegaba a la casa solo quería descansar y dormir. Y Amara, bueno, ella estaba más concentrada en terminar sus estudios y no pensaba en salir de fiesta o tener novio, no eran una prioridad para ella.

—Ahora sí dime que te propuso el daddy de Hunter —nos giramos hacia la barra y puso una mano encima de la mía. Esperamos para pedir algo de tomar.

—Sabes que Marie sufre problemas del corazón y últimamente no se encuentra bien. Ha estado con dolor en el pecho, mareos, cansancio. Dice que está bien —Amara negó con la cabeza.

—Siempre haciéndose la fuerte —le dije que sí con la cabeza.

—Hunter me sugirió irnos a vivir a su casa, tiene más habitaciones y así me puedo hacer cargo de Marie, ayudar con el medicamento y vigilar que se lo tome a la hora que es, ya sabes —asintió.

Pacto con el diablo. (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora