Capítulo 15. 💙

32.1K 3K 1.8K
                                    

"Ella, cómo la luna,

si quiere, domina océanos

y lobos".

—David Sant.

Hunter

El recorrido hacia el restaurante del que habló Angel fue más ameno, ya que ella no dejaba de hablar y parlotear, se reía y le pidió a Alexander que pusiera música y este, sin preguntarme, le hizo caso de inmediato. Creo que en gran parte era porque estaba algo ebria, no lo quería aceptar, pero me daba cuenta en la manera que se acercaba lentamente, cuando con sus dedos hacía a un lado mi cabello y lo peinaba hacia atrás, también por cómo me hablaba, ya no era tan formal.

—¿Cuántas copas me dijiste que bebiste? —Puse mis dedos bajo su barbilla y miré sus bonitos ojos, sus pupilas estaban dilatadas y sus mejillas tenían un color más intenso. Su rostro se veía más relajado que cuando entramos a ese lugar, se encontraba más tranquila y yo también por salir de ahí.

—¿Cuántas te dije? —hipó.

—Me dijiste que solo bebiste champán, pero no es cierto —solté su barbilla y se acomodó en su lugar. Apoyó la espalda en el respaldo del asiento.

—Nop —me dio un toquecito en la nariz con su dedo.

—¿Qué más pediste? —me giré un poco para apreciarla mejor.

—Vodka y la verdad no me gustó —frunció la nariz.

Te ves tan adorable.

—¿Y cuántos vasos de vodka pediste? —levantó la mano y con los dedos dijo que dos.

—Dos, nada más —hipó de nuevo.

—¿Dos nada más? —asintió con una enorme sonrisa en los labios —. Solo me fui cinco minutos. ¿En serio bebiste todo eso en ese tiempo?

—Y esos me bastaron para pedir dos, si te vas más tiempo me tomo la botella entera —se rio de manera dulce.

—Espero no te dé resaca mañana.

—Bueno, si me da resaca me quedo en mi camita todo el día —exhaló mirándome con detenimiento —. ¿Te puedo decir algo?

—Dime.

—Eres un imbécil la mayor parte del tiempo, eres mandón, enojón, gruñón y creo que tienes un carácter de los mil demonios —viró la cabeza para verme mejor —. Pero eres muy atractivo también, Hunter —puso una mano en mi pierna. Bajé la mirada hacia su mano y segundos después la subí para observar su bonito rostro.

—Gracias por ser tan sincera, Angel —sonrió con los labios apretados.

—De nada, Hunter —su mano ascendió a mi hombro y palmeó este dos veces.

Había algo en la manera en la que decía mi nombre que me gustaba en demasía. Solo ella podía expresar todo lo que sentía con tan solo decir una palabra. Ahora me daba cuenta de que también me gustaba su voz dulce, sus luceros y sus labios, estos me producían una incertidumbre porque quería probarlos para saber lo que se sentía besarla. Estaba seguro de que sería como estar en el paraíso.

No tardamos en llegar al lugar del que hablaba Angel. Alexander detuvo el auto frente al restaurante y miré por la ventanilla, pero antes de decir algo, Angel ya había salido del auto y se encaminaba a la entrada del local.

—Espéranos aquí —le ordené a Alexander que solo hizo un asentimiento con la cabeza. Salí del auto y miré hacia ambos lados, caminaba detrás de ella y detuve la puerta para que pudiera pasar haciéndome a un lado.

Pacto con el diablo. (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora