Capítulo 29. 💙

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"Aquí estaba yo...

pensando que la magia

no existía, y ahora eso

es todo lo que veo cuando te miro"

—Ron Israel.

Hunter

Cuando desperté Angel ya no estaba a mi lado, no sé en qué momento salió de la habitación y se fue dejándome solo. Quizá estaba tan cansado que me quedé dormido y no me di cuenta cuando salió de la cama. Estos días habían sido cansados y llenos de sorpresas, desde que Serena apareció todo cambió empezando porque ahora tenía a Angel viviendo en mi casa, a veces en mi cama. Y lo que pasó en la noche, no lo podía creer aún. Nos dejamos llevar por esta pasión que sentíamos, este deseo que nos consumía a ambos y algo que quería hacer desde hace mucho. Había deseado estar en medio de sus largas piernas y probar el edén que guardaba con tanto recelo. Puedo estar seguro de que fui el primero al que dejó bajar y probarla de esta manera y también podía jurar que lo disfrutó tanto como yo.

Salí de la cama y me di un baño, me puse ropa cómoda, ya que no tenía pensado salir. Tenía que arreglar algunas cosas antes de viajar a Las Vegas y después que regresáramos viajaremos con Serena a Suiza por más tiempo. Si antes mi vida se limitaba a trabajar, ahora solo giraba alrededor de Angel, estaba dispuesto a dejar todo de lado solo por ella, era tan importante para mí que no dudaría en dar mi alma si con ello aseguraba su felicidad.

Escuché tres golpes en la puerta mientras terminaba de abotonar mi camisa tipo polo, a la vez que me miraba al espejo.

—Adelante —la puerta se abrió y detrás apareció Marie con una taza de café. Al verla le sonreí y ella me devolvió la sonrisa —. Buenos días —le dije, entró para dejar la taza encima de la mesita y acercarse para ayudarme a acomodar el cuello de mi camisa.

—Buenos días, Hunter.

—¿Has visto a Angel? —se apartó, dando un paso atrás.

—Está desayunando en la cocina con Maykel —no me sorprendió que Maykel estuviera aquí tan temprano, era raro que no hubiera llegado antes. Aunque agradecía que estuviera aquí porque le iba a dejar algunos pendientes de los que se tenía que hacer cargo mientras yo no estuviera.

—Voy a desayunar con ellos —asintió y caminó hacia la puerta —. Marie, espera.

—Dime —dio media vuelta.

—¿Has visto a Serena? —desvió la mirada y negó.

—No, pero no tardo en ir y hablar con ella. Me dijo Alexander que le encargaste cuidar de ella y llevarle todo lo que pueda necesitar —asentí. Me acerqué a la mesita para coger la taza y darle un sorbo.

—Te voy a pedir un favor —se asomó hacia el pasillo.

—Lo que sea —llevó las manos frente a ella.

—Voy a viajar con Angel esta noche, no vamos a tardar. No preguntes a donde vamos porque no te voy a decir —le aclaré antes de que empezara con el interrogatorio —. Quiero que cuides a Callie y no la dejes sola con esa mujer, no confío en ella.

—Yo tampoco confío en ella. Me da mala espina —se estremeció —. No sé cómo le vas a hacer para que Angel no esté cerca de ella ahora que van a viajar a Suiza.

—No te preocupes por eso, te aseguro que no voy a dejar que esté a solas con ella —le aseguré —. ¿Harás lo que te pido? Maykel se va a quedar a dormir aquí, Danielle va a venir todos los días y van a estar Alexander y Josh.

Pacto con el diablo. (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora