Capítulo 43. 💙

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"Eres la prueba de que puedes caminar por el infierno

y seguir siendo un ángel".

Hunter

Angel y Callie fueron a visitar a Amara, dijo que tenían mucho de qué platicar y lo entendía, eran mejores amigas y se conocían desde niñas, eso lo entendía. Lo que no entendía era por qué tenía que salir de la casa y estar afuera por horas, no es que fuera celoso, simplemente me preocupaba por su seguridad, lo que pasó con Hiro me tenía preocupado, temía que ese imbécil hiciera algo para vengarse de mí, estaba consciente de que no se iba a quedar de brazos cruzados y lo peor es que ahora sabía que mi única debilidad era Angel.

Miraba el reloj en mi muñeca cada cinco segundos esperando que Angel y Callie regresaran, a veces miraba la puerta esperando que mi ángel entrara con esa dulce sonrisa y me dijera que ya había llegado, que estaba a salvo en nuestra casa.

—No puedes tenerla encerrada toda la vida, antes de ti tenía una vida y debes respetar eso —habló Danielle y le quise no prestar atención, pero era imposible no hacerlo cuando habla hasta por los codos, igual que Maykel. Por eso es que se entienden tan bien.

—No sé de qué hablas —revisé algunos papeles que tenía en las manos.

—Cuando se fue le dijiste: —¿Tienes que ir a verla, no puede venir ella a verte? —quiso hacer una mala imitación de mí, pero no le salió tan bien.

—¿Quién? ¿Yo? —asintió lentamente —. Yo no hice eso —soltó un suspiro y la mirada que me echó fue "Te estaba observando, Hunter"

—Hunter, yo sé que la amas, y sí, no has dicho eso —se adelantó —. Y quizá no lo hagas por ahora, pero Angel es una mujer independiente, se sabe cuidar, no tienes que estar cuidándola a cada segundo cuando sale de esta casa.

—Sé que Angel se sabe cuidar, pero no conoces a Hiro, es un hijo de puta.

—Mira quien lo dice —masculló.

—Danielle, por favor —le pedí —. No quiero que nada malo le pase, no podría soportar que le hagan daño.

—Sí, lo peor es que tú puedes hacer el mismo daño a los demás por ella, y eso sí me da miedo —al levantar la mirada hacia su persona su rostro estaba serio. Ya no sonreía.

—¿Por qué te da miedo? —pregunté. Dejé los papeles encima de la mesita y dejé caer la espalda en el sofá subiendo los brazos el respaldo —. No haré nada estúpido.

—Sí lo harás, Hunter —me señaló —. No digas que no —fingió estar revisando unos papeles, aunque de vez en cuando me echaba miradas de reojo —. Creo que deberías hablar con el contador para que maquille más estas cifras —señaló la hoja —. Hasta ahora no hemos tenido problemas, pero sabes que ese policía anda detrás de ti y no va a parar hasta que te tenga en sus manos. Más que nada con el ataque que sigue investigando —

—¿Cómo sabes eso? —indagué.

—No eres el único que tiene contactos, Hunter, yo también. Y me ha dicho un pajarito que Frank está investigando a fondo lo sucedido esa noche, si tiene que ver con tus negocios sucios y que alguien te quiere muerto.

Frank Smith.

—Ese infeliz —mascullé. Miré a Danielle quien dejó de mirar los documentos para centrarse en mí.

—Sí, ese infeliz te está pisando los talones, Hunter, lo creo capaz de hacer cualquier cosa para sacarte de la jugada —exhaló —. Solo te pido que tengas cuidado, mucho cuidado —me sonrió.

Pacto con el diablo. (COMPLETO)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora